Representaciones de animales en los
jetones medievales y su significado. Artículo
publicado en: Eco Filatélico y Numismático 81 (1346) (Enero, 2025): pp. 46-49.
Miguel Ibáñez Artica
Durante
la Edad Media, en muchos reinos europeos se emitieron unos objetos con aspecto
de monedas, pero que en realidad eran “fichas” que tenían muy diversos usos,
como servir de salvoconducto para el acceso a ciertas dependencias reales, o
para asistir a determinadas reuniones privadas de gremios artesanales o
cofradías, ser utilizadas como medio de pago para determinados productos, o
emplearse como elementos para el cálculo matemático, e incluso podían ser
utilizados como fichas de juego.
Estos objetos monetiformes, aunque fueron utilizados en numerosos países (Italia, Inglaterra, Alemania, Austria, Portugal....) suelen conocerse por sus denominaciones en francés, al ser Francia uno de los reinos donde más proliferó su uso. Así se denominan “mereaux” a las fichas que no llevan leyendas y “jetones” a las que sí las llevan. Estos últimos surgen a comienzos del siglo XIV, y suelen reproducir los motivos que aparecen en las monedas de oro y plata que circulaban en la época (coronas, escudos, figuras del monarca sentado en el trono o de pie, “Agnus Dei”, etc...), utilizándose como fichas o contadores para realizar cálculos matemáticos sobre una mesa (Fig. 1). Con el fin de simplificar, denominaremos jetones a las piezas fabricadas en aleaciones de cobre o plata, presenten o no leyendas, reservando la denominación de “mereaux” para los plomos monetiformes.
Figura
1.- a:
Tapete con marcas de cifras para colocar sobre la mesa; b: mesa con las marcas
trazadas para realizar los cálculos con jetones (Frauenhausmuseum, Estrasburgo,
Francia).
Los
jetones siguieron empleándose a comienzos de la Edad Moderna como instrumentos
contables al servicio de la administración hasta finales del siglo XVII, recibiendo
en España el nombre de “contadores”, y desaparecieron al imponerse
definitivamente el uso de las cifras arábigas en el cálculo algebraico moderno
(Fig. 2).
Durante
varios siglos convivieron las dos formas de realizar los cálculos, por una
parte mediante el tradicional empleo de jetones y por otra usando el cálculo
algebraico. Aunque al principio la Iglesia Católica se opuso a la introducción
de las cifras arábigas, y así por ejemplo en 1299 se prohibió a los banqueros
de Florencia utilizarlas en sus transacciones (“Quod nullus de arte scribat in suo libro per abbacum”), y los
Estatutos de la Universidad de Padua ordenaban que el librero llevara una lista
de los libros a la venta, con los precios marcados "non per cifras, sed per literas claras', con el inicio de la Edad
Moderna, el cálculo algebraico fue imponiéndose progresivamente, implantándose primero
en las instituciones privadas (comerciantes, banqueros...).
Por
ejemplo en el banco de los Medici de Florencia comienzan a utilizarse en
1439 las cifras arábigas, y en 1482 se
prohíbe el uso de la numeración latina(22). Mientras tanto, en las
administraciones públicas, menos proclives a cambios e innovaciones, siguió utilizándose el tradicional cálculo con
jetones hasta bien avanzado el siglo XVII. En cualquier caso, durante los
siglos XVI y XVII siguieron empleándose los jetones para hacer operaciones
sencillas por parte de un gran número de personas, que sin saber leer y
escribir, podía realizar los cálculos con jetones.
Figura
2.- a: Representación
de un personaje realizando cálculos mediante jetones
sobre una mesa (Sánchez de Arévalo, 1491: Libro primero, capítulo XL: Aritmética y Geometría).
b: Jetones o “contadores” para el
servicio de la administración contable del príncipe Felipe (futuro Felipe II de
España).
Retornando a tiempos medievales, en estas piezas
denominadas “mereaux” o jetones, encontramos una nutrida representación de la
fauna. Por una parte especies cinegéticas como el ciervo, el jabalí o el conejo
(Fig. 3), animales que eran objeto de
las cacerías organizadas por la nobleza, y que constituían una prestigiosa
forma de deporte y entretenimiento de las clases más altas de la sociedad.
Estas actividades requerían de un numeroso séquito de acompañantes, criados,
cuidadores de los perros que participaban en estos eventos, rastreadores, etc.,
y para los servicios administrativos que integraban este personal se acuñaron pequeños
jetones anepígrafos que muestran las principales especies objeto de estas
cacerías. Un dato interesante y que
guarda relación con el jetón que se ilustra en la figura 3a, es que por ejemplo Juana de Evreux, a quien pertenece
esta pieza, esposa del rey de Francia y Navarra Carlos IV apodado “el calvo”
entre 1322 y 1328, tras enviudar, mantuvo sus numerosas posesiones durante más
de cuarenta años hasta su fallecimiento en 1371. Las ordenanzas de 1326 que
regulan el Hostal de la reina establecen un total de 280 personas al servicio
del mismo, entre las que figuran damas de honor, capellanes, notarios,
caballeros, médicos... y un maestro de la cámara de los dineros de la reina,
que utilizaría para sus operaciones contables los jetones que llevan el escudo
partido de Francia/Evreus.
Figura
3.- Jetones
utilizados por los servicios de caza.
a.- Jetón de Juana de Evreux Juana de Evreux, esposa del rey de Francia y
Navarra Carlos IV “el Calvo” (1322-1328); b: jetón con el escudo de la familia
italiana de banqueros Franzesi; c y d: jetones con imágenes
de jabalíes.
En una pequeña pieza de plomo del siglo XIV podemos ver a
un cazador provisto de arco y flecha en una cara, y en la otra un personaje de
la Casa Real que lleva una flor de lis en su mano derecha como símbolo de la
realeza y un halcón en su mano izquierda (Fig.
4).
Figura
4.- “Mereau”
de plomo que muestra en una cara un cazador con arco y en la otra un personaje
real que porta una flor de lis y un halcón.
En
algunos de los jetones utilizados por los servicios de las cocinas reales
podemos ver representados algunos animales acuáticos como cangrejos (Fig. 5a) o peces (Fig. 5b), así como diferentes especies de aves como cigüeñas (Fig. 5c) o gallos (Fig. 5d), especies que formaban parte de los suculentos manjares
que integraban los habituales festines que se daban en la corte real. Estas
piezas eran entregadas a los proveedores a cambio de la mercancía, quienes
posteriormente los canjeaban por dinero en efectivo en la tesorería.
Con otro significado también encontramos
figuras de ardillas (“écureuil” en
idioma francés) probablemente relacionadas con el término “l’écurie”: el
establo (Figs. 5je, f). Estos jetones
eran utilizados por los oficiales a cuyo cargo se encontraban los establos
reales, al igual que los que presentan la imagen de uno o dos rastrillos. En
tiempos medievales, los caballos eran imprescindibles para los desplazamientos
y las comunicaciones, requiriendo un elevado número de servidores para atender
la manutención y puesta a punto de las caballerías en los establos donde se
alojaban.
Uno
de los animales más exóticos que podemos ver representados, es el mono que
sostiene un disco, que aparece en jetones atribuidos al zoológico real en el
siglo XIV (Fig. 5g) y también en
algunos raros jetones de Nuremberg del siglo XV (Fig. 5h).
En
ciertas ocasiones los animales que aparecen representados tienen un significado
simbólico. Este sería el caso de un caracol con cabeza humana, imagen parlante
del General de las Monedas del siglo XV Guillaume le Maçon (colimaçon= espiral),
a quien pertenece este curioso jetón (Fig.
5i).
Figura
5.- Jetones de las cocinas reales y otros
servicios.
En la Península Ibérica, aparte de las “pellofas”
religiosas de latón tardo-medievales que se fabricaron en Cataluña, solamente
los reinos de Portugal y Navarra emitieron jetones, y respecto a los animales
que aparecen representados en los jetones navarros medievales (Fig. 6), podemos señalar en primer lugar
el cordero pascual o “Agnus Dei”,
metáfora aplicada por San Juan
Bautista para señalar el papel de Jesucristo, ofrecido como víctima
propiciatoria para redimir los pecados del mundo, a semejanza del cordero
consumido durante la conmemoración de
La
representación del “Agnus Dei” en las
monedas adquiere su máxima importancia en el siglo catorce, cuando las monedas
que portan esta imagen dan nombre a los tipos monetarios de los “Agnel de oro”, acuñados entre 1311 y
1322, así como los “Moutones y medios
moutones” de Juan II acuñados entre
1355 y 1357, que fueron profusamente imitados en Flandes.
La representación del “Agnus Dei” aparece en dos
ocasiones en los jetones navarros, en ambos casos se trata de piezas muy raras
y poco conocidas, que corresponden respectivamente a una de las primeras acuñaciones
de comienzos del siglo catorce (Fig. 6a)
y a una de las últimas emisiones medievales, probablemente de finales del siglo
quince (Fig. 6b).
La
primera pieza (Fig. 6a) se atribuye a
Juana I de Navarra, esposa del monarca francés Felipe IV entre 1284 y 1305. Se
trata de un jetón de
Figura
6.- Jetones
medievales navarros con representaciones de animales.
El
segundo jetón (Fig. 6b) es más tardío
y corresponde a la segunda mitad del siglo XV, con un módulo de
Finalmente,
en algunos jetones del tesorero García López de Roncesvalles aparece su escudo
con dos lobos (Figs. 6c, d). Este
personaje navarro ocupó durante un largo período de tiempo el cargo de tesorero
(“controlador”) del reino, entre 1404 y 1437.







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