viernes, 15 de abril de 2016

Monedas españolas de personajes que no llegaron a reinar: Carlos “IV” de Navarra, Príncipe de Viana (1441-1461).

Monedas españolas de personajes que no llegaron a reinar: Carlos “IV” de Navarra, Príncipe de Viana (1441-1461). Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 58(1103) (Diciembre, 2002): pp. 46-47.

Miguel Ibáñez Artica.

El ocho de septiembre de 1425, fallecía en la ciudad de Tafalla el rey de Navarra Carlos III “el Noble”, tras un prolongado reinado de paz, en gran parte debida a la prudente y conciliadora actitud del monarca. Heredaba la corona su hija, Blanca, casada con Juan (uno de los “infantes de Aragón” citados por Jorge Manrique). Blanca y Juan por esas fechas ya habían tenido un hijo llamado Carlos en honor a su abuelo, nacido en 1421 y para quien el monarca Carlos III creó el “Principado de Viana”.

Tras la muerte de la reina de Navarra en 1441, el Príncipe de Viana debía haber sido proclamado rey, pero su padre, el ambicioso e intrigante Juan II, no estaba dispuesto a renunciar al título real, y tras una reunión mantenida en noviembre de ese mismo año en Santo Domingo de la Calzada, Carlos fue nombrado Lugarteniente General del Reino, manteniendo su padre la corona de Navarra. En estos momentos Juan II se encontraba muy ocupado en mantener y acrecentar su influencia en territorios castellanos, contrayendo matrimonio con Juana Enriquez, hija del almirante de Castilla (13 de julio de 1447), sin ni siquiera notificarlo oficialmente al reino de Navarra.


Figura 1.- Miniatura representando a Carlos, Príncipe de Viana, con sus divisas y símbolos característicos. La figura del trifolio también aparece en sus monedas de plata, como en el anverso del medio grueso que se ilustra.

De esta forma fue incrementándose la animadversión por el monarca, hasta producirse en 1450 la ruptura entre padre e hijo, formándose dos partidos, los Beamonteses que apoyan al Príncipe de Viana y los Agramonteses favorables a Juan II. Carlos fue hecho prisionero por su padre, y precisamente estando preso en la Aljafería de Zaragoza, tuvo conocimiento del nacimiento en Sos de su hermanastro, el futuro Fernando el Católico.


Figura 2.- Precisamente en la piedra angular de una casa noble de Sos del Rey Católico (entrada al alojamiento “Ruta del Tiempo”), encontramos en un escudo, la leyenda Ihs en letra gótica, flanqueada con sendas figuras de trifolio, similares a las que podemos observar en el grueso emitido a nombre del Príncipe de Viana que se ilustra en la imagen.

 Liberado poco tiempo después, continúa el enfrentamiento con su padre siendo desheredado en 1455. Cuando la mediación de Alfonso el Magnánimo, rey de Aragón y hermano de Juan II parecía que podría solucionar el enfrentamiento dinástico, se produce el fallecimiento de dicho monarca (junio de 1459), heredando Juan II la corona de Aragón, lo cual reforzaba aún más su posición de fuerza. Se renueva entonces un período hostilidades y treguas sucesivas, en marzo de 1460 el príncipe conocía por vez primera a su madrastra y hacía las paces con su padre, pero en diciembre era nuevamente apresado, reavivándose la guerra civil en Navarra. El 23 de septiembre de 1461 fallecía Carlos, Príncipe de Viana, propagándose entre la  población el bulo de que había sido envenenado por su madrastra (la madre de Fernando el Católico), y fue aclamado por el pueblo que lo quería llevar a los altares. Hasta el siglo XVIII se le atribuían numerosos milagros en el monasterio de Poblet, donde permanece enterrado.


Figura 3.- Fotografías tomadas entre 1933 y 1934 de la supuesta momia del Príncipe de Viana, enterrado en el monasterio de Poblet (figura superior). En el año 2008, las pruebas de ADN realizadas a los restos demostraron que no se trataba del Príncipe.

Durante varios años (1350-1361) existieron en Navarra dos administraciones públicas, la que mantuvo lealtad al monarca y la que crearon los seguidores del Príncipe de Viana. En ambos bandos se acuñó moneda, en un caso a nombre de Juan II y en el otro a nombre de Carlos, Príncipe de Viana. Desgraciadamente tras la muerte en 1361 del Príncipe de Viana, se destruyeron todos los documentos referentes a su administración y por ello no se conservan datos concretos de las monedas que acuñó. Emitió gruesos y medios gruesos de plata, así como cornados y medios cornados de vellón pobre, y las emisiones debieron ser numerosas como nos lo indica la variedad de cuños y el relativamente alto número de ejemplares conservados. En el grueso de plata figura el emblema del príncipe y la leyenda “KARTVS:D:PROPIETARIVS:NAVR”, es decir el numeral que le correspondería (Carlos Cuarto) y haciendo clara alusión a que es el legítimo “propietario” del reino.


Figura 4.- Grueso, cornado y medio grueso de Carlos, Príncipe de Viana, sobre la firma del Príncipe en una nota manuscrita.

A pasar de que estas monedas se conocían desde hace tiempo, figurando incluso en la colección del monarca Luis XV de Francia, tradicionalmente se atribuían a Carlos II “el Malo”. En fechas relativamente recientes, L. Domingo Figuerola (1978) y M. Crusafont (1979) las adjudicaron correctamente al Príncipe de Viana*.

Nota adicional:
*En febrero de 1868, D. Pablo Ilarregui, secretario del Ayuntamiento de Pamplona y vicepresidente de la Comisión de Monumentos de Navarra, con motivo de la incorporación al monetario del Cabildo de la Catedral de Pamplona de un grueso de este tipo, envió un interesante informe manuscrito a la Real Academia de la Historia (R.A.H. GN 1868-2(1). En el mismo, acompañado de un dibujo de la moneda, se discute y propone la atribución de la misma al Príncipe de Viana, en contra de lo recientemente publicado por Poey d’Avant (op. cit.). Desgraciadamente este informe no llegó a ver la luz, y en la bibliografía posterior (Heiss, 1869, tomo III, nº 5 y 6; Vidal Quadras, 1892, tomo II, nº 5650; Mateu y Llopis, 1946, p. 212, etc...) estas piezas siguieron atribuyéndose a Carlos II durante más de un siglo.

Ibáñez, M. (2008). El informe de D. Pablo Ilarregui, (Académico de la R.A.H.) sobre las monedas del Príncipe de Viana. Gaceta Numismática 170/171: pp. 23-28.
http://www.numisane.org/Gaceta/GN170.pdf




viernes, 1 de abril de 2016

Figuras humanas en las monedas musulmanas: los dírhems de cobre Artúquidas de los siglos XII y XIII.

Figuras humanas en las monedas musulmanas: los dírhems de cobre Artúquidas de los siglos XII y XIII. Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 66(1191) (Diciembre, 2009): pp. 44-45.

Miguel Ibáñez Artica.


            La dinastía Artúquida se desarrolló en Turquía, en el este de Anatolia, norte de Siria y norte de Irak durante los siglos XI al XIII de nuestra era. El nombre deriva de su fundador Artuk, hijo de un general del emir de Damasco Tutush I, quien lo nombró gobernador de Jerusalén en el año 1086. Tras su muerte, sus hijos Sokman e Ilghazi fueron expulsados de la ciudad por los fatimíes, instalándose en Mardín y llevando a cabo victoriosas campañas contra los cristianos que en esos momentos llevaban a cabo las cruzadas en Tierra Santa. Uno de los principales dirigentes de los artúquidas fue el kurdo Al-Nāsir Salāh ad-Dīn Yūsuf ibn Ayyūb, más conocido como Saladino, uno de los grandes gobernantes del mundo islámico que unificó política y religiosamente el Oriente Próximo, combatiendo y liderando la lucha contra los cruzados.
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            Se ha propuesto la hipótesis de que las representaciones humanas en la monedas, fueran incluidas por estos turcomanos, con el fin de que las mismas resultaran más familiares a los cruzados, con quienes en ocasiones mantenían relaciones comerciales, pero hay que tener en cuenta que las variadas imágenes que muestran estas monedas, copian, adaptan o combinan muy diferentes estilos de emisiones clásicas griegas y romanas, o monedas bizantinas de varios siglos de antigüedad, que no debían resultar familiares a los cristianos que en esos momentos participaban en las cruzadas.


Figura 1.- Monedas artúquidas con motivos griegos y romanos.
a.- Hisn Nur al-din Muhammed, 562-581 Año de la Hégira.
b.- Kutb al-din Eel Ghazi, 572-580 AH.
c.- Hosam al din Yuluk Arslan, 580-597 AH.
d.- Nasir al-Din Artuq Arslan, 597-637 AH.
e y f.- Fakhr al-Din Qara Arslan, 543-570 AH.

            Una de las singularidades del sistema monetario artúquida es que utilizaba gruesos dirhems de bronce, de 12 a 15 gramos de peso, en vez de los finos dirhems de plata tradicionales de tres gramos. Tal vez al utilizar un metal menos valioso, las representaciones iconográficas con motivos épicos o legendarios, tuvieran como finalidad conferir un aspecto externo más noble a la moneda, ya que no estaba hecha con materiales de buena calidad.

            Hay que considerar que el territorio artúquido y su capital Mardin, situada cerca de la frontera del actual Irak, era un crisol y punto de encuentro de diferentes culturas musulmanas y cristianas. Bizantinos, selyúcidas, armenios, cruzados latinos, ayúbidas y timuríes mantenían relaciones, unas veces amistosas y otras como enemigos, y las alianzas no siempre se producían entre los cristianos o los musulmanes. Tal como ocurrió en la Península Ibérica durante la época de los reyes taifas, muchas veces grupos o reinos cristianos y musulmanes se unían ante un enemigo común. En este caldo de cultivo, prosperó esta singular iconografía de la moneda artúquida, dentro de un clima de cierta tolerancia y relaciones amistosas entre musulmanes y cristianos sirios y nestorianos, incluso algunos cristianos llegaron a formar parte de la corte, y no sería imposible que fueran los autores de algunos de los grabados que llevan las monedas


Figura 2.- Monedas artúquidas con motivos bizantinos.
a.- Fakhr al-Din Qara Arslan, 543-570 AH.
b.- Nasir al-Din Muhammad, 557-565 AH. Fechado en el 558 AH.(1162/3 d.C.).
c.- Qutb al-Din Il-Ghazi II, 572-580 AH.

            En ocasiones, encontramos imágenes que muestran hermosos bustos de estilo griego o latino (Figura 1), imitaciones de la moneda seleúcida de Antíoco VII o tardorromana. Mientras unas veces se copian  los anversos (Figuras 1d, f), en otros casos aparecen representados los reversos de las primitivas emisiones (Figura 1e). Llaman poderosamente la atención las monedas que copian o imitan motivos bizantinos (Figura 2), dado que mantienen los símbolos cristianos en su totalidad, e incluso llega a figurar el rostro frontal de Jesucristo en una de ellas (Figura 1a).
           
            No sólo se dan imitaciones de las imágenes que aparecen en otras monedas, los artífices de las emisiones artúquidas desarrollan variados motivos que en ocasiones llaman la atención por su singularidad, como es el caso de una emisión de Hosam al din Yuluk Arslan, donde aparece un hombre sentado blandiendo una espada con su mano derecha y sujetando la cabeza de un enemigo decapitado con la izquierda (Figura 3a), u otra moneda del mismo dirigente donde se aprecia una escena de duelo (Figura 3b), interpretada generalmente como la muerte de Saladino, pero que algunos autores explican como una escena donde aparecen representados Virgo, Júpiter y Mercurio, basándose en la importancia de las representaciones astrológicas en la numismática turcomana (Figuras 3g y h). También es frecuente la orientalización de los rasgos faciales (Figuras 3c a 3f), pero en cualquier caso, el arte y factura de estas monedas no tiene nada que ver con el estilo rudo y primitivo, que en estas fechas se manifestaba en las emisiones de todos los reinos cristianos, donde los retratos de los monarcas parecen más bien caricaturas de los mismos.


Figura 3.- Dirhems de cobre artúquidas con representaciones humanas.
a, b y c.- Hosam al din Yuluk Arslan, 580-597 AH.
d.- Kutb al-din Eel Ghazi, 572-580 AH.
e.- Sinjar. al-'Adil I Sayf al-Din Ahmad, 589-596 AH.
f.- Najm al-Din Alpi, 547-572 AH.
g.- Nasir al-Din Muhammad, 557-565 AH.
h.- Nasir al-din Urtuk Arslan Al Mansur, 597-637 AH.

            En fechas próximas a las que se emitieron estos dirhems de cobre artúqidas, el vecino Sultanato de Rüm gobernado por turcos selyúcidas, fabricó monedas, en este caso de plata, con representaciones humanas (un arquero a caballo, Figura 4a) y animales (un león, Figura 4b).


Figura 4.- Dirhems de plata del sultanato de Rüm (Anatolia).
a.- Rukn ad-Din Kilij Arslan IV (1248–1265 d.C.).
b.- Kay Chosrau II (1237-1245 d.C.).