1.2.- Las monedas más
antiguas: “moneda de sangre” y “moneda de la novia”. Eco Filat. y Numism. (Noviembre, 2007), 63(1157): 44-46.
Con
anterioridad a la aparición de las “monedas económicas”, elementos bien
conocidos y utilizados en la actualidad, existieron otros tipos de “monedas”
cuya función era la de mantener un equilibrio en las delicadas relaciones
sociales entre los seres humanos, relaciones que siempre han estado en la
frontera de dos opciones opuestas, la cooperación y la competencia. Con el fin
de favorecer la cooperación, se institucionalizó la “hospitalidad”, que si bien
aparece de forma tardía en el Imperio Romano, ya se venía aplicando entre los
pueblos ibéricos como lo demuestran las numerosas “tesseras de hospitalidad”
encontradas(1).
Estas teseras son pequeñas placas de bronce con
variadas formas, desde las puramente geométricas que encajan como un puzle (Figura 1a), hasta las más frecuentes con
formas de animales (Figura 1b) o de
manos entrelazadas. En cada pareja de placas gemelas y complementarias, se
escribe en caracteres latinos o ibéricos una contraseña de hospitalidad, es
decir una inscripción que contiene el pacto establecido entre dos ciudades, dos
tribus, o entre una ciudad o tribu y uno o más individuos. Mientras un ejemplar
queda en poder de la comunidad que la ha emitido, el otro queda en manos de la
persona que ha recibido la hospitalidad. En este caso la tesera es un salvoconducto
para que su portador sea recibido amistosamente en la ciudad, incluso en un
futuro lejano.
Figura 1.- Teseras de Hospitalidad del poblado de
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La
institución de la “hospitalidad” queda bien documentada en época romana en el
área celtibérica, si bien se trata de una tradición anterior, que servía tanto
a nivel intracomunitario, entre individuos y ciudades de la misma cultura, o
intercomunitario, entre ciudades o individuos de diferentes regiones,
tratándose en este caso de una primitiva manifestación del derecho
internacional. Con esta herramienta, que favorecía la cooperación a través de
la institución de la
Hospitalidad , se prevenía la acción contraria de competencia
que desembocaba inevitablemente en Hostilidad, nótese la común etimología de
estos dos términos opuestos.
Podemos
remontarnos hacia atrás en el tiempo, observando las costumbres e instituciones
de ciertas culturas primitivas que aún hoy en día (aunque probablemente ya por
poco tiempo) sobreviven en apartadas regiones de la Melanesia , y
encontraremos elementos que anteceden a la institución de la Hospitalidad
anteriormente comentada.
En estas
sociedades es frecuente la existencia de dos tipos de “monedas” que tienen una
función muy específica, en primer lugar son las denominadas “monedas de sangre”
(o precio de la sangre) cuya función es la de resarcir con ellas a los
familiares de una víctima de homicidio. El pago de esta moneda a los parientes
de la víctima por parte del agresor, devuelve la paz social que en otro caso
derivaría en la aplicación de la “ley de Talión” donde previsiblemente se
produciría más derramamiento de sangre(2).
El segundo
tipo es la denominada “moneda de la novia” (o precio de la novia), que la
familia del novio debe presentar a los familiares de la novia a cambio de ésta
y que residualmente encontramos hoy en día en nuestra cultura, en forma de las
“arras matrimoniales” que el novio entrega a la novia en la ceremonia de la
boda.
Mientras en
algunas sociedades ambos tipos monetarios son idénticos, es decir se utiliza la
misma “moneda” para los dos fines, en otros casos, cada uno de ellos tiene su
propia función específica. Por ejemplo los Wodani, habitantes de las tierras
altas de la provincia de Irian Jaya (en Papua occidental) utilizan cauris,
denominados “kipe” en todo tipo de prestaciones sociales y económicas. Para los Wodani, el
origen del Kipe es un misterio, según ellos los caurís han llegado a la región
al mismo tiempo que los hombres. El Kipe se describe con una anatomía humana,
tiene nariz, ano, muslos, piel, ojos, boca, dientes. En realidad se considera a
esta moneda-concha como una “persona” y por tanto es adecuada para realizar los
pagos por matrimonio u homicidio (perdida para el clan de una hija casada o de
un hijo asesinado). En este caso la “moneda de la novia” actúa metafóricamente
como la “moneda de sangre”, las monedas son “personas virtuales” y en ambos
casos sirven para compensar la pèrdida de un individuo del grupo, ya sea una
hija que se casa y abandona el clan familiar para ir con su marido, o un hijo
que es asesinado en una disputa con un clan vecino.
Por contra, entre los Maenge de Nueva Bretaña (Papúa-Nueva Guinea), existen dos tipos principales de moneda, el “Page” que son anillos de concha de Tridacna y el “Tali” que está elaborado con ristras de fragmentos de moluscos gasterópodos. Dentro del “Page” se diferencian dos categorías, los “agiana” son los más valiosos, cada moneda tiene su propio nombre e historia, y son de propiedad colectiva, es precisamente esta moneda, la más valiosa, la que se utiliza exclusivamente como “moneda de sangre”. Una segunda categoría de anillos “page” son los “vulutu”, que pueden ser de propiedad individual y se utilizan como “moneda de la novia”. Por último el tercer grupo de moneda concha el “tali”, se emplea para recompensar algunas acciones, sobre todo en las ceremonias rituales.
Figura 2.- Monedas “Ndap” y “Ke” de la isla Rossel (la isla más oriental del archipiélago Louisiade, provincia de Milne Bay de Papúa Nueva Guinea). |
En las Islas
Rossel existen también dos tipos diferentes de “monedas concha”, las “ndap” y
las “Ke” (Figura 2). Según la
tradición, las monedas “ndap” y algunas “ke” o “nkö” fueron fabricadas en
lugares sagrados por un dios, y mientras las primeras sólo pueden ser poseídas
por los jefes, las segundas pueden pertenecer también a las mujeres. Aquí se ha
producido una curiosa transformación, las monedas concha “ndap” se dividen a su
vez en 22 tipos distintos, de los cuales, los cuatro valores más altos se
utilizaban tradicionalmente como compensación a los allegados de las víctimas
de canibalismo (costumbre muy popular en la zona y que poseía para ello su
peculiar “moneda de sangre”), al desaparecer esta práctica hace algún tiempo, también
ha cambiado el papel de los cuatro tipos más valiosos de moneda concha, que en
la actualidad han pasado a la categoría de “objetos instransferibles”
No todas las “monedas de sangre” tienen aspecto tan humilde como las utilizadas en la isla de Rossel, en las Islas Salomón encontramos sofisticados objetos elaborados con un anillo de concha profusamente adornado y que se denomina “Bakhia” (Figura 3), empleado como ornamento por los jefes y utilizado como moneda en las grandes ocasiones, como por ejemplo para poner fin a una guerra entre vecinos..
Figura 3.- Moneda “Bakhia” de las Islas Salomón, utilizada como “moneda de sangre”
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el “talipún” es la moneda “de la novia” más famosa, que incluso figura en el billete de cinco kinas que circula en la actualidad en Nueva Guinea. Esta moneda se utiliza por algunos poblados del noroeste del área de Boiken y en algunas lejanas aldeas del territorio Abelam en Papúa-Nueva Guinea, y consta de dos partes: el elemento más valioso es un trozo del caracol marino Turbo marmoratus, obtenido a través del comercio con las tribus costeras. Convenientemente tallado y recortado actúa como elemento basal, mientras la parte superior es una especie de máscara elaborada con mimbre y arcilla, que puede tener varias formas y generalmente se adorna con plumas de casuar y con diferentes pigmentos naturales (Figura 5). La máscara se sujeta a la concha mediante una cuerda y cada moneda puede ser utilizada durante varias generaciones, sustituyendo o repintando la máscara de tejido vegetal cuando se deteriora.
Figura 4.- Ceremonia de pago del “precio de la novia” en Maprik (Papúa-Nueva Guinea)
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Resulta
significativo que estos dos tipos de moneda social, las monedas de sangre y de
la novia, aparezcan en culturas muy alejadas, incluso en continentes distintos,
desde tiempos muy remotos, y mucho antes de que surgiera el concepto de “moneda
económica”. En cualquier tipo de sociedad, lo más valioso es la vida del
individuo que aporta su trabajo para la supervivencia del grupo, y ya en las
sociedades primitivas surgieron unas “monedas” cuyo valor era precisamente el
de la propia vida de sus miembros.
(1) El historiador Diodoro
Siculo señala que los celtíberos competían entre sí por dar la mejor
hospitalidad a los extranjeros.
(2) En la actualidad, en numerosos países musulmanes
(Arabia Saudí, Yemen, Somalia...), las leyes coránicas establecen que bajo determinadas
circunstancias, los familiares del condenado a muerte puedan pagar a los
parientes de la víctima la “diya” (dinero de sangre), con el fin de obtener su
perdón y salvarle la vida.
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