lunes, 1 de septiembre de 2025

Las emisiones monetarias fabricadas con moldes III: Premonedas, monedas de estaño y feluses de Marruecos.

 

Las emisiones monetarias fabricadas con moldes III: Premonedas, monedas de estaño y feluses de Marruecos. Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 81 (1351) (Junio, 2025): pp. 42-45.

Miguel Ibáñez Artica

 


Premonedas y monedas de estaño.

            Además de las monedas fabricadas mediante la técnica de fusión del metal en moldes, podemos encontrar diversos elementos de uso monetario que también han sido elaborados utilizando este mismo proceso.

Un ejemplo es el de las “manillas”(1) producidas en distintos países europeos (Portugal, Alemania, Gran Bretaña, Francia...), objetos de latón con aspecto de pulsera (Fig. 1a), que se fabricaban vertiendo el metal fundido en moldes de barro cocido (Fig. 1a1), y que fueron utilizadas como moneda por los comerciantes europeos en muchos lugares del África occidental durante más de quinientos años, para adquirir al principio oro y esclavos, y más tarde tras ser abolida la esclavitud, aceite de palma.

Estas manillas presentan pequeñas variaciones en pesos y formas, y cada tipo recibe un nombre específico, desde las primitivas manillas fabricadas en Alemania y utilizadas por los comerciantes portugueses del siglo XVI denominadas “tacoais” con un peso de 284 gramos, hasta las que circularon en épocas recientes (abe, amogono igbiki, attorni, awarawu, jaja, okku-kpaw, okolosupuruma, peri akule, popo, atoni, ejema, nkobnkob, nwohuru, okporo kiet y onoudu), la mayoría de ellas fabricadas con moldes durante los siglos diecinueve y veinte en Inglaterra (Birmingham) o Francia (Nantes)(2).

Otros objetos, utilizados como moneda en algunas regiones del Congo, eran las denominadas “cruces de Katanga” de cobre fundido con diversos tamaños (Fig. 1b), cuyo uso está atestiguado desde el siglo trece y que pervivieron hasta comienzos del siglo veinte. Se fabricaban vertiendo el cobre fundido en grandes moldes (Fig. 1b1), operación realizada por el gremio de fundidores, importante secta compuesta por maestros y aprendices, que guardaban celosamente sus secretos mágico-metalúrgicos, manteniendo así su elevado estatus social. Estos objetos eran utilizados como moneda en las transacciones locales, y los más grandes (de hasta 50 kg de peso) servían tradicionalmente como “dinero de la novia”(3).

Las manillas de latón utilizadas como moneda aparecen representadas en los billetes y monedas del efímero estado de Biafra (1967-1970), mientras que  las cruces de Katanga de cobre  figuran en los billetes y monedas emitidos en el estado de Katanga (1960-1963) (Fig. 1b).

También en el Sudeste Asiático se utilizaron premonedas, en este caso fabricadas con estaño, metal que presenta un bajo punto de fusión (232ºC). En los estados malayos de Perak, Selangor, Phuket, y Pahang, se fabricaron numerosas y variadas figuritas de estaño (Fig. 1c) que circularon como amuletos y monedas en Indonesia en época precolonial. La mayoría presentan formas de animales como gallos (buaya), tortugas (kura-kura), peces (ikan), elefantes, dragones, etc...

 

Figura 1.- Premonedas, objetos metálicos de uso monetario fabricados en moldes.

a.- Manillas europeas de latón utilizadas para el comercio africano; a1: Molde de arcilla para la fabricación de manillas; b: Cruces de Katanga de cobre; b1: Molde para fabricar cruces de cobre; c: Figuritas de estaño utilizadas en Malasia como moneda en el siglo XVIII.

 

Se supone que en un principio estas figuras fueron creados como sustitutos de los animales que se sacrificaban al abrir una nueva mina, convirtiéndose más tarde en adornos o dinero.  A comienzos del siglo dieciocho se utilizó como moneda en el estado de Kedah la figurita que reproducía la imagen de un gallo posado sobre un anillo.

            En esta época en el vecino sultanato de Palembang, situado al sur de la isla de Sumatra y en el de Johor en la península malaya, se emitieron pequeñas moneditas de estaño fundido en moldes denominadas “pitis”. A partir de comienzos del siglo dieciocho, la gran producción de estaño en la región propició la fabricación de abundantes emisiones de estas monedas que se elaboraron siguiendo el modelo de las monedas chinas por fundición en moldes, obteniéndose “árboles de fundición” de los que posteriormente se recortaban las monedas eliminando las “ramas”. Debido a que no existía una ceca oficial que centralizara la producción, los pitis de estaño se fabricaban localmente y muchas veces eran falsificados, y dada la baja calidad de la moneda, resulta difícil establecer en estas piezas si se trata de monedas oficiales o falsificaciones de particulares. Estos “pitis”, elaborados con una aleación de estaño y plomo presentan una sola cara con la leyenda en árabe y pueden clasificarse en dos series, sin agujero central o “pitis buntu” (Figs. 2e y f), y con un orificio denominados “pitis teboh”. Dentro de este último grupo encontramos monedas que presentan el orificio central cuadrado, a imitación de la moneda de tipo “cash” de China (Fig. 2d), o bien con un orificio redondo (Figs. 2a, b y c).

           


Figura 2.- Diferentes tipos de monedas “piti” de estaño, Sultanato de Panembang, s. XVIII-XVIII.

a: Mahmud Badaruddin II (1804-1821); b: Muhammad Mansyur Jayo Ing Lago (1706-1718) a Muhammad Bahauddin (1776-1803); c: Zarb Fi Bilad (1710-1778): d: Alamat (1658-1710); e: Mahmud Badaruddin I o II (1724-1757 o 1804-1821); f: Muhammad Bahudin (1776-1804).  

 

            En un fragmento tallado en piedra para fabricar “pitis” del sultanato malayo de Johor (Fig. 3) podemos observar en el anverso dos moldes individuales con su canal para la entrada del metal fundido, y en la otra cara el esbozo del molde de otra moneda que finalmente no fue tallada.


Figura 3.- Molde tallado en piedra para fabricar “pitis buntu”, sultanato de Johor, Península malaya, s. XVIII.

 

Feluses marroquís del siglo XIX.

            Una serie de monedas fabricadas mediante el proceso de fundición en moldes en época relativamente reciente es la de feluses de cobre emitidas en Marrueco en el siglo diecinueve. A mediados de este siglo Marruecos sufría una profunda crisis monetaria motivada por el descenso del valor de la moneda basado en esos momentos en el mithqal= 10 uqiyyahs= 40 muzunas= 1.920 feluses de cobre.

            Desde comienzos del siglo XIX habían comenzado a fabricarse abundantes monedas de cobre con valores que van desde el medio felús a los cuatro feluses mediante el proceso de fundición en moldes (Figs. 4 y 5), mientras la moneda de plata seguía acuñándose por el método tradicional.

Al inundarse el mercado de monedas extranjeras a mediados de siglo (los “duros” de plata españoles y los francos franceses), las monedas locales comenzaron a perder valor, resultando más perjudicadas por la inflación las clases más humildes. El resultado fue un sistema de monedas paralelas, mientras los pobres utilizaban los feluses de cobre para comprar, vender y pagar sus impuestos, los más pudientes, los comerciantes y los europeos utilizaban la moneda de plata.

Tras la Guerra Hispano-Marroquí, el Tratado de Wad Ras de 1860 obligó al país alauita al pago de una indemnización de guerra de 20 millones de “duros”, para lo cual  Marruecos pidió un préstamo de medio millón de libras esterlinas a Gran Bretaña para satisfacer la demanda española. El préstamo británico y la cantidad adeudada directamente a España debían reembolsarse con las tarifas cobradas en los puertos marroquíes, supervisadas por agentes españoles.

Estas monedas fundidas de cobre se mantuvieron en Marruecos  durante casi un siglo, desde  tiempos del sultán Mulay Sulaymán (1792-1822) hasta que en 1882 volvieron a fabricarse mediante la técnica de acuñación. En una de sus caras presentan la estrella de David con un punto central y en la otra suele figurar el año de emisión según el calendario musulmán de la Hégira y frecuentemente el nombre de la ceca emisora, datos que debido a la técnica utilizada para su elaboración (fundición en moldes) a veces no son demasiado visibles.

Figura 4.- Monedas fundidas bajo los sultanes de Marruecos Abderramán (1822-1859) y Mohámmed IV (1859-1873).

a: Medio felús, H. 1265 (1848/9), b: Un felús. H. 1263 (1846/7); c: Dos feluses, H 1278 (1861/2); d: Cuatro feluses, H. 1288 (1871/2).

           

Estos feluses marroquís son relativamente frecuentes en España, donde eran conocidos con el nombre de “ochavos morunos”, introducidos por los soldados que participaron en la “Guerra de África” (1859-1860) y que aparecen frecuentemente mencionados en artículos periodísticos y en algunas obras literarias del siglo diecinueve(4).

            Existen algunos “árboles de fundición” donde se conservan las monedas sin recortar unidas por las “ramas” o canales por donde circulaba el metal fundido dentro del molde bivalvo de arcilla, y aunque no han llegado hasta nosotros este tipo de moldes, se conservan algunos realizados en bronce para monedas de cuatro feluses del año de la Hégira 1288 (Fig. 5a).


Figura 5.- a: Molde para fabricar monedas de cuatro feluses del año 1288 (1871/2); b: “Árboles de fundición” de monedas de un felús, H. 1263 (1846/7) y cuatro feluses, H. 1289 (1872/3).

 

            Con respecto a los tipos de moldes utilizados para la fabricación de monedas fundidas a lo largo de la Historia, podemos encontrarlos fabricados en piedra (Figs. 6a y b), en arcilla (Figs. 6c y d) o en bronce (Figs. 6e y f), y también podemos diferenciar los denominados “moldes madre” o “matrices”, realizados en positivo sobre diferentes materiales (piedra, arcilla (Fig. 6d), bronce (Fig. 6e), o incluso tallados en madera), que servían para imprimir sobre placas de arena o arcilla blanda los moldes en los que se fabricaban las monedas (Fig. 6c).

 


Figura 6.- Tipos de moldes.

a: Molde de piedra para monedas Ban liang (136-119 a.C.); b: Molde de piedra para monedas de estaño, Sultanato de Johor, s. XVIII;  c: Molde de arcilla para monedas Da Bu Huang Quian, Wang Mang (9.23 d.C.); d: Molde en positivo en arcilla (molde madre) para fabricar “monedas cuchillo” con valor de 500 “zhu”; e: Molde en positivo en bronce para monedas “Wuzhu”; f: Molde en bronce para fabricar monedas de cuatro feluses, Marruecos, s. XIX.

 

 

Notas:

(1)  Ibáñez, M., 2005. Una moneda colonial para el comercio africano: Las “manillas” (slave token). Crónica Numismática 16 (173): 42-45. 

(2).Por ejemplo está documentado que la expedición de Magallanes (1519-1522) transportaba para el “rescate” (comercio con los nativos) 2.000 manillas de latón y otras tantas de cobre.

(3) La denominada “moneda de la novia” (o dinero de la novia), es lo que la familia del novio debe presentar a los familiares de la novia a cambio de esta: Ibáñez, M., 2007. Las monedas más antiguas: “moneda de sangre” y “moneda de la novia”. Eco Filatélico y Numismático 63(1157): pp. 44-46. 

(4)https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/results?o=&w=ochavo+moruno&f=text&o=o&w=&f=text&o=n&w=&f=text&o=&w=&f=text&o=o&w=&f=text&o=n&w=&f=text&p=0%7E0%7E0%7E0&g=p&g=o&d=date&d=&d=&l=10&t=date-asc&g=e&x=&upload=, e incluso se publicó un pequeño relato moralizante con el título de “Historia de un ochavo moruno”: 

https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=2def153f-8fe4-4a60-ac91-7b35126d344c&page=18

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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