El record mundial
de inflación: Hungría tras la segunda Guerra Mundial. Artículo
publicado en: Eco Filatélico y Numismático 60(1119)
(Mayo, 2004): pp. 46-47.
Miguel Ibáñez Artica.
En un
artículo anterior señalamos la existencia de
monedas y billetes con valores millonarios -incluso de billones de marcos-
emitidos durante la gran inflación que se produjo en Alemania tras la primera
guerra mundial (Figura 1) y que
sorprendió por su magnitud a los economistas de la época. Mientras en 1919 un
dólar USA equivalía a ocho marcos, en noviembre de 1923, el cambio había
ascendido a más de cuatro billones (europeos*) de marcos por dólar.
Figura
1.- Monedas y billetes
inflacionistas de Alemania tras la I Guerra Mundial.
Situaciones parecidas a ésta,
han sido relativamente frecuentes en la historia económica reciente, y a lo
largo del siglo veinte han experimentado hiperinflación países tan diversos
como Argentina, Bolivia, Nicaragua, Perú, Alemania, Grecia, Turquía, Zaire
(Congo), China, Rusia, Polonia, Rumanía, Bielorrusia, Georgia, Ucrania y Yugoslavia. En todos ellos
se han emitido billetes con valores millonarios, pero con muy poca capacidad
adquisitiva a pesar del elevado número de ceros que aparece impreso en los
mismos.
Si bien resulta bastante
conocido el caso de Alemania tras la primera Guerra Mundial, el record en este
tipo de inflación ha pasado más desapercibido en la bibliografía especializada.
Tuvo lugar en Hungría tras la segunda Guerra Mundial; así, mientras en julio de
1945 un dólar equivalía a 100 pengos (el pengo era la unidad monetaria de este
país), un año más tarde (julio de 1946) un dólar equivalía a una astronómica
cifra de veinticinco dígitos (¡6 cuatrillones de pengos!). Las causas de esta
descontrolada inflación hay que buscarlas en las desastrosas consecuencias del
conflicto bélico. A pesar de que en un principio el país pretendió quedar fuera
de la contienda, fue invadido por las tropas alemanas, que actuaron como
auténticos depredadores, saqueando sus reservas bancarias y dejándolo
totalmente arruinado. Tras la guerra, y con un gobierno comunista, se
produjo la inflación más espectacular que se conoce en la historia económica
del Planeta. La moneda oficial, el “pengo” sufrió tal descalabro(**) que en
noviembre de 1945 fue necesario emitir billetes de uno y diez millones de
pengos (Pick, 122 y 123), y en marzo del año siguiente de cien, y mil millones
de pengos (Pick, 124 y 125). En abril de 1946, comenzó a circular como unidad
monetaria el millón de pengos (denominado “milpengo”) y en los meses siguientes
se imprimieron billetes de diez mil y cien mil milpengos, así como de uno,
diez, cien y mil millones de milpengos (es decir de billones de pengos) (Pick, 126 a 131). En junio nuevamente se
cambió el nombre de la unidad monetaria, que pasó a ser el billón de pengos
(“billpengo o “B-pengo”), emitiéndose billetes de diez mil, cien mil, uno,
diez, cien y mil billones de pengos (Pick, 132 a 137).
Simultáneamente se creó una nueva moneda, el “adopengo” (con un
valor de 1 adopengo = 2 trillones de pengos), en un intento de frenar la
desbocada inflación, pero las medidas fallaron y volvieron a fabricarse
billetes de uno, diez y cien millones de adopengos (Pick, 140 a 142). En este
momento el billete de cien millones de adopengos equivalía a 2004000.0003000.0002000.0001000.000,
es decir doscientos cuatrillones de los antiguos pengos (Figura 2). Cuando se puso fin a la escalada inflacionista en julio
de 1946, se creó una nueva moneda, el “forint”, con una equivalencia de 1
forint= Cuatrocientos mil cuatrillones
de pengos (4 x 1029, ¡un número muy superior al número de Avogadro!,
casi un millón de veces el número de moléculas que contiene un mol).
Figura 2.-
A la izquierda, billete de un millón de adopengos, a la derecha, de diez
millones de adopengos, y en el centro, cien millones, equivalente a doscientos
cuatrillones de pengos, la cifra record en un billete.
Llegados a estas cifras, resulta
muy difícil racionalizarlas y compararlas con algo que nos pueda resultar
familiar. Podemos hacer un pequeño ejercicio matemático y considerando que la
moneda de un pengo tenía un diámetro de 23 mm., colocando en fila el número
necesario de monedas equivalentes a un billete de cien millones de adopengos,
tardaríamos cinco años viajando a la velocidad de la luz (300.000 Km. por
segundo) en recorrer dicha hilera, o expresado de otra forma: con las monedas
que equivaldrían a veinte de estos billetes, podríamos crear una hilera que recorrería
nuestra Galaxia de un extremo a otro (Figura
3).
Figura 3.-
Poniendo en fila las monedas de un pengo señaladas en unos pocos billetes,
recorrerían la Galaxia de un extremo a otro.
Las magnitudes expresadas en
estos billetes hiperinflacionarios son típicas de la astronomía (como las
distancias entre estrellas o galaxias) o en la física de las partículas (cuando
se trata de medir el número de átomos o moléculas contenidas en unos pocos
gramos de materia), pero resulta increíble que en un proceso económico pueda
darse una tasa de inflación de 1022 anual, que es lo que se produjo
en Hungría en 1946. Al analizar mediante modelos matemáticos este proceso
inflacionista (Mizuno et al., 2002) se encuentra que la relación entre
los precios y el tiempo (expresado en días) sigue una ecuación exponencial
doble, provocada por un fenómeno autocatalítico (de retroalimentación positiva)
en lo que podríamos definir como una histeria colectiva incontrolada de subida
de precios.
Bibliografía:
Bomberger, W.A. & G.E. Makinen, 1983. The Hungaryan Hyperinflation
and Stabilization of 1945-1946. J. Polit.
Economy 91(5): pp. 801-824.
Mizuno, T., M. Takayasu & H. Takayasu, 2002. The mechanism of double
exponential growth in hyper-inflation. Physica A: Statistical Mechanics and its
Applications, 308 (1/4): pp: 411–419
Notas:
* El billón europeo
es un millón de millones, mientras que en Estados Unidos se denomina “billón”
al “millardo”, es decir mil millones.
** El desencadenante de la hiperinflación
es la incontrolada subida de precios, que tiene como resultado inmediato la
puesta en circulación de mayor cantidad de dinero para estabilizar la
situación, con ello la moneda sufre una fuerte depreciación y se entra en un
círculo vicioso (subida de precios-fabricación de más cantidad de moneda)
imparable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario