miércoles, 1 de octubre de 2025

Las emisiones monetarias fabricadas on moldes IV: Tokens, "mereaux" y falsificaciones.

 

Las emisiones monetarias fabricadas con moldes IV: Tokens, “meraux” y falsificaciones. Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 81 (1352) (Julio/agosto, 2025): pp. 44-47.

Miguel Ibáñez Artica




Tokens romanos y “mereaux” medievales de plomo.

            Ya en la Edad Antigua se fabricaron diferentes objetos con aspecto monetiforme, unas veces en arcilla cocida, hueso o marfil, y otras en metales como el bronce o plomo, que presentaban una gran variedad de funciones y usos, similares a las que actualmente tienen algunas fichas o tokens, como dar acceso a determinados espectáculos, servir como medio de pago en lugares concretos, ser susceptibles de cambio por monedas o alimentos, etc...

            Estos objetos denominados “tesseras” en la antigua Roma (Fig. 1a), solían repartirse gratuitamente por parte del Estado entre los ciudadanos, y podían intercambiarse por alimentos y bebidas, o bien daban acceso gratuito a espectáculos teatrales o circenses como carreras de cuadrigas o luchas de gladiadores, estableciéndose varias categorías según su función:

Imperiales: con retrato del emperador o su familia; spintrias: de contenido erótico, supuestamente válidas para acceder a los lupanares (Fig. 1b); lusorias: fichas de juego; de hospitalidad: intercambiadas con invitados o huéspedes romanos o extranjeros; frumentaria y nummaria: intercambiables por alimentos o dinero. Solían ser distribuidas por los magistrados entre la población en determinadas ocasiones, y podían canjearse por cierta cantidad de pan, trigo, vino o aceite. En ocasiones era el propio emperador quien se encargaba de repartirlas entre sus súbditos, como podemos ver en el reverso de un sestercio de Adriano (Fig. 1c); teatralis y gladiatoria: equivalentes a una entrada al circo o anfiteatro; mitológicas o de contenido religioso, y finalmente de uso incierto.

Figura 1.- a: Token mostrando una distribución de teseras; b: Tesera spintria de contenido erótico; c: Sestercio del emperador Adriano (117-138 d.C.) en cuyo reverso aparece sentado sobre una plataforma, con un asistente que distribuye la donación de téseras a un ciudadano que sube por una escalera.

 

            Los tokens metálicos, especialmente los elaborados en plomo, se fabricaban en moldes de varias piezas, como puede verse en algunos ejemplares conservados en museos (Fig. 2a).

Figura 2.- Moldes para fabricar “tesseras” romanas y “mereaux” medievales de plomo.

a: Moldes de téseras romanas del Museo Arqueológico Nacional de Florencia; a’: Molde de la Casa Buonarroti, Florencia; a”: Molde conservado en la Universidad de Harvard (Cambridge, Massachusetts, USA); b: Molde  medieval del s. XIII hallado en las excavaciones en Nevers (Francia); c: Molde medieval o post-medieval en bronce hallado en Estonia; d: Molde post-medieval hallado en Evesham, Inglaterra; e: Molde post-medieval tallado en piedra, Inglaterra; f: Molde de piedra con las iniciales “IE” hallado en Londres, 1500-1700 d.C.; g: Molde en piedra  para fabricar tokens o mereaux de la “Honorable cofradía de carpinteros”, Inglaterra; h: Estela funeraria nº 13 del Museo de Estelas (Abaurrea Alta, Navarra); i: Mereaux de plomo franceses con las imágenes de la “cruz astralizada” y la “pentalfa”.

 

            Durante la Edad Media, la escasez de moneda menuda originó que en monasterios y villas se fabricaran artesanalmente pequeñas fichas de plomo, denominadas “mereaux” en Francia, que a partir del siglo XIII se utilizaban como señal de asistencia de los monjes a los oficios religiosos (Fig. 2b), lo que les daba derecho a una comida o una ración de pan. Estos “meraux” se entregaban también a los pobres o a los peregrinos que acudían al monasterio(1), y también fue adoptado como moneda de poco valor en muchas villas y comunidades, extendiéndose su uso hasta finales del siglo XVIII en muchas regiones como Francia y Gran Bretaña, donde suelen aparecer frecuentemente los moldes enteros o fragmentados en los que se fabricaban. Estos moldes  habitualmente están tallados en piedra (Figs. 2d-g), si bien excepcionalmente también los podemos encontrar elaborados en bronce (Fig. 2c).

            Los motivos geométricos que suelen presentar estas pequeñas fichas de plomo o “mereaux”, en muchos casos guardan paralelismo con los relieves que encontramos en las abundantes estelas funerarias de los períodos medieval y post-medieval(2). Al establecer comparaciones entre las iconografías que aparecen en las estelas discoideas y en plomos o “mereaux” medievales y modernos, tenemos que tener en cuenta en primer lugar una serie de elementos comunes, que son en buena medida responsables de ciertas similitudes. En primer lugar la geometría de las piezas es similar (Figs. 2 h e i), en ambos casos se trabaja sobre una superficie circular acotada por una circunferencia, en segundo lugar el diseño de los motivos es ejecutado por artesanos locales, y por último, en occidente durante las edades Media y Moderna, el espíritu religioso cristiano estaba profundamente arraigado en todas las clases de la sociedad, y por este motivo tanto en los plomos como en las estelas funerarias uno de los elementos más frecuentemente representados es la cruz. Con respecto a otros elementos geométricos (por ejemplo estrellas, flores, radios...), predomina la simetría radial sobre la bilateral.

Falsificaciones de monedas durante el Imperio Romano.

            Desde el mismo momento en que comenzó a utilizarse la moneda oficial, comenzaron a surgir los falsificadores, que obtenían pingües beneficios fabricando monedas de menor calidad mediante técnicas de acuñación o también fundiendo el metal en moldes.

            Desde finales del siglo XVII los arqueólogos  y numismáticos conocen bien los moldes de arcilla utilizados para fabricar monedas romanas, especialmente en los siglos tercero y cuarto de nuestra Era, y que frecuentemente aparecen en muchas regiones de Europa. Generalmente se trata de moldes individuales impresos por ambas caras (bivalvos) (Figs. 3a y b), que presentan una hendidura (bebedero), y que colocados juntos en hilera permiten añadir el metal fundido a un grupo de varios moldes a la vez (Fig. 3a’). También existen moldes cuadrados o rectangulares (Fig. 3c), y excepcionalmente también se han encontrado en Egipto moldes múltiples que permiten la fabricación simultánea de cinco o siete monedas al mismo tiempo (Figs. 3d y d’).

            Si bien se conocen moldes para producir monedas de finales del siglo segundo de nuestra Era, la mayor parte de los hallazgos pertenecen al siglo tercero. La principal causa de este fenómeno puede estar relacionada con los cambios experimentados en la moneda romana desde finales del siglo segundo. El denario que en el año 193 d.C. tenía un porcentaje de plata del 80%, había bajado en el 217 d.C. al 50%, como consecuencia del crecimiento de la demanda de dinero para cubrir los gastos militares con unas reservas de plata que no alcanzaban a cubrir dichas necesidades.

            El comienzo del declive que terminó con la desaparición del denario como moneda principal(3), sustituido por el “Antoniniano”, se inicia en tiempos de Septimio Severo (193-211 d.C.), cuando en el año 197 d.C. duplica los salarios del ejército, para lo que tuvo que incrementarse la producción de denarios disminuyendo drásticamente su contenido en plata. En el año 215 d.C., Marco Aurelio Antonino, más conocido como Caracalla (198-217 d.C.), hijo mayor de Septimio Severo, introdujo una nueva moneda, el “Antoniniano”, un poco más grande que el denario donde aparece el emperador con una característica corona radiada. Esta nueva moneda, con valor de dos denarios apenas contenía el equivalente en plata a 1,5 denarios, y a partir del año 238 sufrió una progresiva devaluación durante el siglo tercero.

Figura 3.- Moldes utilizados para la fabricación de  monedas romanas.

a y a’: Moldes hallados en Wakefield, West Yorkshire, Inglaterra; b: Molde de moneda de Constantino II (337-240 d.C.) del tipo “FEL TEMP REPARATIO”; c: Molde para fabricar monedas del emperador Tétrico (271-274 d.C.) hallado en Nottinghamshire, Inglaterra; d y d’: Moldes para fabricar cinco o siete monedas romanas de finales del siglo IV a comienzos del s. V, hallados en Egipto (British Museum, s 1891,0623.5 y 6).

 

Es bajo este contexto de crisis monetaria cuando se multiplican las falsificaciones de monedas fabricadas en moldes (Fig. 4), e incluso algunos autores consideran que estas emisiones fraudulentas pudieron estar parcialmente consentidas por las autoridades para satisfacer la creciente demanda de moneda, siendo toleradas extraoficialmente con beneficio mutuo de los falsarios y los funcionarios locales(4).

Figura 4.- Distribución de moldes monetarios del siglo III d.C. según A. Gerard (2003)(5).

1: Padua, Narbonense; 2:  Arles ; 3: Privas; 4: Vienne,  Aquitania : 5. Burdeos ; 6. Bourges ; 7: Clermont-Ferrand; 8: Le Bernard ; 9: Périgueux; 10: Rezé; 11. Vichy; 12: Autun; 13: Châteaubleau; 14: Corseul ; 15: Entrains-sur-Nohain ; 16. Jublains ; 17: Lyon; 18: Mâcon ; 19: Melun; 20: Paris; 21: Sées; 22: Thoré-la-Rochette; 23: Guernesey, Galia Belga: 24: Arras; 25: Bavay; 26: Boulogne; 27: Château-Porcien; 28: Damery; 29: Dieulouard; 30: Famars; 31: Grand; 32: Reims; 33: Elouges; 34: Rumst; 35: Saint-Mard; 36: Tournai; 37: Dalheim; 38: Grevenmacher; 39: Altstadt; 40: Kôllig; 41: Nohfelden; 42: Pachtěn; 43: Saarbriicken; 44: Saarlouis; 45: Tholey; 46: Trêves. Germania Superior; 47: Augst; 48: Heddernheim; 49: Mayence; 50: Niederbieber; 51: Rottweil; 52: Saalburg; 53: Wiesbaden; 54: Luxeuil-les-Bains; 55: Estrasburgo, Germania inferior y orilla derecha del Rhin; 56: Bonn; 57: Colonia; 58: Nimègue; 59: Xanten; 60: Haltern, Retie; 61: Eining; 62: Risstissen, Nórica : 63: Niederôsterreich, Bretaña; 64: Ancaster; 65: Bartlow; 66: Binchester ;67: Bottesford; 68: Bridgwater; 69: Bulwick; 70: Castor; 71: Chelmsford ;72: Chester; 73: Colchester; 74: Dorchester; 75: Edington; 76: Highbridge; 77: Housesteads; 78: Kenn; 79: Keynsham; 80: Lincoln; 81: Lingwell Gate; 82: Londres; 83: Millington; 84: Oakham; 85: Ryton; 86: Whitchurch; 87: Wroxeter; 88: York.

 

Un taller de producción de monedas con moldes a comienzos del siglo III d.C. en Caesaraugusta.

            Entre los años 2018 y 2021, salieron en subastas públicas en Alemania una gran cantidad de moldes para fabricar denarios de los emperadores Septimio Severo (193-211 d.C.) y Marco Aurelio Antonino “Caracalla” (211-217 d.C.). Estos moldes adoptan dos formas diferentes, en unos casos son rectangulares (Fig. 5b) y en otros circulares (Fig. 5a), y fueron hallados en septiembre del año 1975 durante unas excavaciones privadas del Dr. H. W. Scheer con algunos estudiantes de la Universidad Ruhr de Bochum (Alemania) en el sistema de alcantarillado de una Villa Rústica ubicada en terrenos próximos al aeropuerto de Zaragoza. Junto con los moldes se hallaron numerosos crisoles de fundición (Fig. 5c).

.           Una importante singularidad en estos moldes, es que tanto los rectangulares como los redondos presentan un número inciso en cifras romanas, lo cual permite el emparejamiento anversos y reversos. Mientras en los moldes rectangulares las cifras están grabadas a gran tamaño en su parte posterior, los circulares llevan la inscripción numérica en pequeño tamaño, dispuesta en arco rodeando lateralmente el hueco que forma el molde de la moneda.

Figura 5.- Tipos de piezas halladas en Zaragoza.

a: Molde univalvo redondo de denario de Caracalla, número MMDXII (2512); b: Molde rectangular de denarios de Caracalla, número MDCLXVI (1616); e: Crisol de fundición.

 

            Las características de estos moldes que podemos datar a comienzos del siglo tercero de nuestra Era difieren de los hallados, también de esta época, en diversas regiones europeas, donde la falsificación de moneda se interpreta como una respuesta a la crisis que experimentó el denario romano en esa época. Resulta curioso que se utilicen simultáneamente dos formatos diferentes, rectangular y redondo, y especialmente que cada pareja de valvas lleve su numeración que alcanza a una cifra superior a 2000.

Falsificaciones de monedas en la India.

            Esta proliferación de falsificaciones de monedas realizadas con moldes se extiende mucho más allá del Imperio Romano en esta conflictiva época. En las últimas décadas del siglo veinte aparecieron en Sunet (Punjab, India) más de treinta mil moldes de monedas de Yaudheya de los siglos III y IV de nuestra Era, período en que los Yaudheya(6) se encontraban bajo la órbita del imperio Gupta, si bien mantenían un sistema de gobierno republicano que contrastaba con las monarquías de los reinos vecinos. 

            Mientras algunos especialistas mantienen que se emitieron indistintamente monedas acuñadas (Fig. 6a) y fundidas (Fig. 6c), otros autores señalan que las monedas fabricadas en moldes (Fig. 6b) eran producto de falsificadores, que utilizaban las monedas acuñadas como patrón, imprimiendo la imagen de la moneda en arcilla que luego se cocía para fabricar el molde.

Figura 6.- Moldes de monedas Yaudheva.

a: Moneda Yaudheya acuñada, imitación de las monedas Kushan, siglos III-IV d.C. En el

anverso: Karttikeya de pie frente a frente, sosteniendo una lanza, leyenda de Brahmi alrededor “yaudheya ganasya jaya“ (Victoria para el pueblo Yaudheya). En el reverso Devasena de pie a izquierda, levantando la mano; b: Moldes de arcilla cocida; c: Moneda Yaudheya fundida fabricada en molde.

 

Notas:

 

(1) El término  “mereau” podría derivar del término latino “merare”= distribuir (Labrot, 1989, p. 13).     

(2) Ibáñez, M., 2020. Paralelismos iconográficos entre estelas funerarias y plomos o “mereaux” medievales y modernos. En Actas HilarriCon, Abaurrea Alta (Navarra), junio 2018: 207-211.

(3) El denario de plata con un peso de 3,9 gramos constituía la principal referencia del sistema monetario romano desde el año 212 a.C. experimentó una progresiva devaluación hasta que bajo el gobierno de Septimio Severo (193-211 d.C.) su peso se había reducido a 1,7 gramos, desapareciendo finalmente durante el mandato de Gordiano III (238-244 d.C.).

(4) En Gran Bretaña aparecen más denarios de Septimio Severo que de cualquier otro emperador romano

(5) Gérard, A., 2003. Les moules monétaires en terre cuite du IIIe siècle: chronologie et géographie. Revue numismatique, 6e série, Tome 159: pp. 125-162;

(6) El término Yaudheya deriva de la palabra yodha que significa guerrero.

 

 

 

 

lunes, 1 de septiembre de 2025

Las emisiones monetarias fabricadas con moldes III: Premonedas, monedas de estaño y feluses de Marruecos.

 

Las emisiones monetarias fabricadas con moldes III: Premonedas, monedas de estaño y feluses de Marruecos. Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 81 (1351) (Junio, 2025): pp. 42-45.

Miguel Ibáñez Artica

 


Premonedas y monedas de estaño.

            Además de las monedas fabricadas mediante la técnica de fusión del metal en moldes, podemos encontrar diversos elementos de uso monetario que también han sido elaborados utilizando este mismo proceso.

Un ejemplo es el de las “manillas”(1) producidas en distintos países europeos (Portugal, Alemania, Gran Bretaña, Francia...), objetos de latón con aspecto de pulsera (Fig. 1a), que se fabricaban vertiendo el metal fundido en moldes de barro cocido (Fig. 1a1), y que fueron utilizadas como moneda por los comerciantes europeos en muchos lugares del África occidental durante más de quinientos años, para adquirir al principio oro y esclavos, y más tarde tras ser abolida la esclavitud, aceite de palma.

Estas manillas presentan pequeñas variaciones en pesos y formas, y cada tipo recibe un nombre específico, desde las primitivas manillas fabricadas en Alemania y utilizadas por los comerciantes portugueses del siglo XVI denominadas “tacoais” con un peso de 284 gramos, hasta las que circularon en épocas recientes (abe, amogono igbiki, attorni, awarawu, jaja, okku-kpaw, okolosupuruma, peri akule, popo, atoni, ejema, nkobnkob, nwohuru, okporo kiet y onoudu), la mayoría de ellas fabricadas con moldes durante los siglos diecinueve y veinte en Inglaterra (Birmingham) o Francia (Nantes)(2).

Otros objetos, utilizados como moneda en algunas regiones del Congo, eran las denominadas “cruces de Katanga” de cobre fundido con diversos tamaños (Fig. 1b), cuyo uso está atestiguado desde el siglo trece y que pervivieron hasta comienzos del siglo veinte. Se fabricaban vertiendo el cobre fundido en grandes moldes (Fig. 1b1), operación realizada por el gremio de fundidores, importante secta compuesta por maestros y aprendices, que guardaban celosamente sus secretos mágico-metalúrgicos, manteniendo así su elevado estatus social. Estos objetos eran utilizados como moneda en las transacciones locales, y los más grandes (de hasta 50 kg de peso) servían tradicionalmente como “dinero de la novia”(3).

Las manillas de latón utilizadas como moneda aparecen representadas en los billetes y monedas del efímero estado de Biafra (1967-1970), mientras que  las cruces de Katanga de cobre  figuran en los billetes y monedas emitidos en el estado de Katanga (1960-1963) (Fig. 1b).

También en el Sudeste Asiático se utilizaron premonedas, en este caso fabricadas con estaño, metal que presenta un bajo punto de fusión (232ºC). En los estados malayos de Perak, Selangor, Phuket, y Pahang, se fabricaron numerosas y variadas figuritas de estaño (Fig. 1c) que circularon como amuletos y monedas en Indonesia en época precolonial. La mayoría presentan formas de animales como gallos (buaya), tortugas (kura-kura), peces (ikan), elefantes, dragones, etc...

 

Figura 1.- Premonedas, objetos metálicos de uso monetario fabricados en moldes.

a.- Manillas europeas de latón utilizadas para el comercio africano; a1: Molde de arcilla para la fabricación de manillas; b: Cruces de Katanga de cobre; b1: Molde para fabricar cruces de cobre; c: Figuritas de estaño utilizadas en Malasia como moneda en el siglo XVIII.

 

Se supone que en un principio estas figuras fueron creados como sustitutos de los animales que se sacrificaban al abrir una nueva mina, convirtiéndose más tarde en adornos o dinero.  A comienzos del siglo dieciocho se utilizó como moneda en el estado de Kedah la figurita que reproducía la imagen de un gallo posado sobre un anillo.

            En esta época en el vecino sultanato de Palembang, situado al sur de la isla de Sumatra y en el de Johor en la península malaya, se emitieron pequeñas moneditas de estaño fundido en moldes denominadas “pitis”. A partir de comienzos del siglo dieciocho, la gran producción de estaño en la región propició la fabricación de abundantes emisiones de estas monedas que se elaboraron siguiendo el modelo de las monedas chinas por fundición en moldes, obteniéndose “árboles de fundición” de los que posteriormente se recortaban las monedas eliminando las “ramas”. Debido a que no existía una ceca oficial que centralizara la producción, los pitis de estaño se fabricaban localmente y muchas veces eran falsificados, y dada la baja calidad de la moneda, resulta difícil establecer en estas piezas si se trata de monedas oficiales o falsificaciones de particulares. Estos “pitis”, elaborados con una aleación de estaño y plomo presentan una sola cara con la leyenda en árabe y pueden clasificarse en dos series, sin agujero central o “pitis buntu” (Figs. 2e y f), y con un orificio denominados “pitis teboh”. Dentro de este último grupo encontramos monedas que presentan el orificio central cuadrado, a imitación de la moneda de tipo “cash” de China (Fig. 2d), o bien con un orificio redondo (Figs. 2a, b y c).

           


Figura 2.- Diferentes tipos de monedas “piti” de estaño, Sultanato de Panembang, s. XVIII-XVIII.

a: Mahmud Badaruddin II (1804-1821); b: Muhammad Mansyur Jayo Ing Lago (1706-1718) a Muhammad Bahauddin (1776-1803); c: Zarb Fi Bilad (1710-1778): d: Alamat (1658-1710); e: Mahmud Badaruddin I o II (1724-1757 o 1804-1821); f: Muhammad Bahudin (1776-1804).  

 

            En un fragmento tallado en piedra para fabricar “pitis” del sultanato malayo de Johor (Fig. 3) podemos observar en el anverso dos moldes individuales con su canal para la entrada del metal fundido, y en la otra cara el esbozo del molde de otra moneda que finalmente no fue tallada.


Figura 3.- Molde tallado en piedra para fabricar “pitis buntu”, sultanato de Johor, Península malaya, s. XVIII.

 

Feluses marroquís del siglo XIX.

            Una serie de monedas fabricadas mediante el proceso de fundición en moldes en época relativamente reciente es la de feluses de cobre emitidas en Marrueco en el siglo diecinueve. A mediados de este siglo Marruecos sufría una profunda crisis monetaria motivada por el descenso del valor de la moneda basado en esos momentos en el mithqal= 10 uqiyyahs= 40 muzunas= 1.920 feluses de cobre.

            Desde comienzos del siglo XIX habían comenzado a fabricarse abundantes monedas de cobre con valores que van desde el medio felús a los cuatro feluses mediante el proceso de fundición en moldes (Figs. 4 y 5), mientras la moneda de plata seguía acuñándose por el método tradicional.

Al inundarse el mercado de monedas extranjeras a mediados de siglo (los “duros” de plata españoles y los francos franceses), las monedas locales comenzaron a perder valor, resultando más perjudicadas por la inflación las clases más humildes. El resultado fue un sistema de monedas paralelas, mientras los pobres utilizaban los feluses de cobre para comprar, vender y pagar sus impuestos, los más pudientes, los comerciantes y los europeos utilizaban la moneda de plata.

Tras la Guerra Hispano-Marroquí, el Tratado de Wad Ras de 1860 obligó al país alauita al pago de una indemnización de guerra de 20 millones de “duros”, para lo cual  Marruecos pidió un préstamo de medio millón de libras esterlinas a Gran Bretaña para satisfacer la demanda española. El préstamo británico y la cantidad adeudada directamente a España debían reembolsarse con las tarifas cobradas en los puertos marroquíes, supervisadas por agentes españoles.

Estas monedas fundidas de cobre se mantuvieron en Marruecos  durante casi un siglo, desde  tiempos del sultán Mulay Sulaymán (1792-1822) hasta que en 1882 volvieron a fabricarse mediante la técnica de acuñación. En una de sus caras presentan la estrella de David con un punto central y en la otra suele figurar el año de emisión según el calendario musulmán de la Hégira y frecuentemente el nombre de la ceca emisora, datos que debido a la técnica utilizada para su elaboración (fundición en moldes) a veces no son demasiado visibles.

Figura 4.- Monedas fundidas bajo los sultanes de Marruecos Abderramán (1822-1859) y Mohámmed IV (1859-1873).

a: Medio felús, H. 1265 (1848/9), b: Un felús. H. 1263 (1846/7); c: Dos feluses, H 1278 (1861/2); d: Cuatro feluses, H. 1288 (1871/2).

           

Estos feluses marroquís son relativamente frecuentes en España, donde eran conocidos con el nombre de “ochavos morunos”, introducidos por los soldados que participaron en la “Guerra de África” (1859-1860) y que aparecen frecuentemente mencionados en artículos periodísticos y en algunas obras literarias del siglo diecinueve(4).

            Existen algunos “árboles de fundición” donde se conservan las monedas sin recortar unidas por las “ramas” o canales por donde circulaba el metal fundido dentro del molde bivalvo de arcilla, y aunque no han llegado hasta nosotros este tipo de moldes, se conservan algunos realizados en bronce para monedas de cuatro feluses del año de la Hégira 1288 (Fig. 5a).


Figura 5.- a: Molde para fabricar monedas de cuatro feluses del año 1288 (1871/2); b: “Árboles de fundición” de monedas de un felús, H. 1263 (1846/7) y cuatro feluses, H. 1289 (1872/3).

 

            Con respecto a los tipos de moldes utilizados para la fabricación de monedas fundidas a lo largo de la Historia, podemos encontrarlos fabricados en piedra (Figs. 6a y b), en arcilla (Figs. 6c y d) o en bronce (Figs. 6e y f), y también podemos diferenciar los denominados “moldes madre” o “matrices”, realizados en positivo sobre diferentes materiales (piedra, arcilla (Fig. 6d), bronce (Fig. 6e), o incluso tallados en madera), que servían para imprimir sobre placas de arena o arcilla blanda los moldes en los que se fabricaban las monedas (Fig. 6c).

 


Figura 6.- Tipos de moldes.

a: Molde de piedra para monedas Ban liang (136-119 a.C.); b: Molde de piedra para monedas de estaño, Sultanato de Johor, s. XVIII;  c: Molde de arcilla para monedas Da Bu Huang Quian, Wang Mang (9.23 d.C.); d: Molde en positivo en arcilla (molde madre) para fabricar “monedas cuchillo” con valor de 500 “zhu”; e: Molde en positivo en bronce para monedas “Wuzhu”; f: Molde en bronce para fabricar monedas de cuatro feluses, Marruecos, s. XIX.

 

 

Notas:

(1)  Ibáñez, M., 2005. Una moneda colonial para el comercio africano: Las “manillas” (slave token). Crónica Numismática 16 (173): 42-45. 

(2).Por ejemplo está documentado que la expedición de Magallanes (1519-1522) transportaba para el “rescate” (comercio con los nativos) 2.000 manillas de latón y otras tantas de cobre.

(3) La denominada “moneda de la novia” (o dinero de la novia), es lo que la familia del novio debe presentar a los familiares de la novia a cambio de esta: Ibáñez, M., 2007. Las monedas más antiguas: “moneda de sangre” y “moneda de la novia”. Eco Filatélico y Numismático 63(1157): pp. 44-46. 

(4)https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/results?o=&w=ochavo+moruno&f=text&o=o&w=&f=text&o=n&w=&f=text&o=&w=&f=text&o=o&w=&f=text&o=n&w=&f=text&p=0%7E0%7E0%7E0&g=p&g=o&d=date&d=&d=&l=10&t=date-asc&g=e&x=&upload=, e incluso se publicó un pequeño relato moralizante con el título de “Historia de un ochavo moruno”: 

https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=2def153f-8fe4-4a60-ac91-7b35126d344c&page=18

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 1 de agosto de 2025

Las emisiones monetarias fabricadas con moldes II: China

 

Las emisiones monetarias fabricadas con moldes II: China.  Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 81 (1350) (Mayo, 2025): pp. 45-49.

 

Miguel Ibáñez Artica





            Si bien la producción de monedas fabricadas mediante fusión de metal en moldes, resulta anecdótica en Occidente frente a las elaboradas por acuñación (“a martillo” o con prensas), en el lejano Oriente, especialmente en China y países cercanos, desde finales del siglo doce antes de nuestra Era hasta el pasado siglo veinte, los objetos de bronce con función monetaria, ya sean redondos con aspecto de moneda y denominados genéricamente “cash”(1) (Fig. 1), o con la forma de diversos utensilios (palas, cuchillos...), se fabricaron siempre bajo el proceso de fundición en moldes. Así pues, prácticamente toda la numismática de China y países cercanos (Corea, Vietnam, Japón, estados Sogdianos) se fundamenta en monedas fabricadas por fusión del metal en moldes.

            Por otra parte, la convencional división en Edades Históricas (Antigua, Media, Moderna y Contemporánea) no resulta aplicable a algunas civilizaciones como la China, donde la Historia se divide en períodos y dinastías, desde el mitológico Periodo de los Tres Augustos y Cinco Emperadores (2852-2070 a. C.), hasta la Dinastía Qing (1644- 1912 d. C.) o el posterior período de la República china.


Figura 1. a: Primera moneda redonda con orificio cuadrado, China, Dinastía Zhou, Estado de Qi, 300-220 a.C.; b:  Última moneda fabricada por fusión del metal en moldes, dinastía Nguyễn bajo protectorado francés, Vietnam, 1945 d.C. En el reverso el valor de la moneda 十文 (thập văn = 10 van). A pesar de que estas dos monedas presentan similitudes en su forma y aspecto, están distanciadas por un período de tiempo de más de dos mil años; c: Un ciudadano chino transportando 13.500 monedas en ristras en el año 1917.

 

            Durante este prolongado período de tiempo que abarca más de tres milenios, podemos diferenciar varias fases a efectos numismáticos, una primera que dura más de mil años, y que se inicia a finales de la dinastía Shang (c. 1200 a.C.), donde entre las élites de la sociedad circulan como moneda de prestigio las conchas de cauris y sus imitaciones, hasta que finalmente a finales del período conocido como de los “Reinos Combatientes” (c. 200 a.C.) algunas de estas imitaciones, denominadas “cara de fantasma” (Fig. 2j), pasan a convertirse en una moneda popular utilizada habitualmente por todos los ciudadanos en sus relaciones comerciales.

            En una segunda fase se utilizan objetos con forma de herramientas miniaturizadas (palas, azadas o cuchillos) que surgen en diferentes lugares de China bajo la dinastía Zhou Occidental (1046-771 a.C.). Durante el período de los Reinos Combatientes (476-221 a.C.), aparecen las primeras monedas redondas, al principio con un orificio central redondo (圜錢, huánqián), que circularon simultáneamente con las monedas pala y cuchillo.

            La tercera fase comienza en el año 221 a.C. cuando  el rey de los Qin  funda una nueva dinastía adoptando el título de “Huángdi” (皇帝) que podemos traducir como "emperador". A partir de este momento todos los monarcas chinos posteriores utilizarán esta denominación, abandonando la denominación de "reyes" ( wáng).

El nuevo emperador se hizo llamar Shǐ Huángdì (始皇帝("primer emperador"). y con él surge, por primera vez en la historia, un estado chino fuerte, centralizado y unido. Las primeras medidas adoptadas fueron la unificación de la escritura,  pesas, medidas y también las monedas, eliminado las formas anteriores e introduciendo una moneda de cobre redonda con un orificio cuadrado en el centro, el “Ban Liang” (medio tael), tipo que se mantendrá hasta el siglo XX. Según la tradición, la forma que adopta la moneda simboliza el cielo (circulo) y en su centro la Tierra (representada por un cuadrado). 


Figura 2.- Conchas de cauri y sus imitaciones (Dinastía Zhou 1121-771 a.C.).

a: Conchas de Monetaria moneta modernas; b: Cauries; c: Imitaciones en hueso; c’: Cauris de hueso teñidos de óxido de cobre procedente de los recipientes de bronce donde se almacenaban estas piezas; d y f: Imitaciones en jade; e: Imitaciones en piedra cuarcita; g: Imitación en plomo; h: Imitaciones en bronce; i: Imitación en bronce con recubrimiento de oro; j: Imitaciones “cara de fantasma”; k: Imitaciones en arcilla para uso funerario; l y m: “Árboles de fundición” de imitaciones de cauris de bronce.

 

Los primeros objetos documentados con función monetaria en China son las pequeñas conchas de un caracolillo denominado Cauri (Monetaria moneta) (Fig. 2a), que ya aparecen mencionados en los huesos oraculares y en las vasijas de bronce de finales de la dinastía Shang (1600-1046 a.C.) en el siglo doce antes de nuestra Era, y el uso monetario de estos caracolillos se prolonga durante la dinastía Zhou del oeste, entre 1.121 y el 771 a.C., es decir mucho antes de la “invención” de la moneda metálica en el reino de Lidia en Asia Menor (Fig. 2b).

            La creciente demanda de cauris como medio de pago tuvo como consecuencia que hacia mediados del siglo décimo antes de nuestra Era comenzaran a fabricarse imitaciones de conchas elaboradas en hueso (Fig. 2c), piedra (Fig. 2e), jade (Fig. 2f), nácar o metales como el plomo (Fig. 2g) y bronce (Figs. 2h y j). Estas reproducciones de caracolillos en bronce se remontan al siglo once antes de nuestra Era, y en la provincia de Shanxi se han hallado moldes de arcilla fragmentados utilizados para fabricar estas imitaciones en bronce, que presentan un canal central ramificado que conecta los distintos moldes individuales dispuestos en dos columnas a ambos lados del canal central (Fig. 2m). Las posteriores imitaciones de cauris en bronce “yibi” conocidas por los numismáticos como “nariz de hormiga” o “cara de fantasma” (Fig. 2j), fueron la principal moneda de Chu () siendo corrientes a partir de finales del período de los “Reinos Combatientes” (480-221 a.C.), hasta ese momento seguían utilizándose los cauris verdaderos. Así pues podemos considerar que las imitaciones en plomo (Fig. 2g) o bronce (Fig. 2h) son en realidad las monedas metálicas más antiguas de la humanidad, adelantándose en varias centurias a las primeras emisiones lidias de monedas griegas, acuñadas a finales del siglo séptimo antes de nuestra Era.

            Aparte de los cauris y sus imitaciones, a finales del segundo milenio antes de nuestra Era surgen unos nuevos instrumentos monetarios basados en algunas herramientas como palas, azadas o cuchillos, fabricados en moldes(2).

Respecto a las denominadas “monedas pala” (Fig. 3a), en un yacimiento arqueológico ubicado en Guanzhuang, una antigua ciudad china del este de la provincia de Henan, datado por radiocarbono en una antigüedad de 640-550 a.C., se ha descubierto la primera fábrica de monedas de la historia, en la que hace 2600 años se producían masivamente mediante moldes, monedas de bronce con forma de pala(3) . 

               


Figura 3.- Monedas chinas con formas irregulares.

a1-4: Monedas pala, Dinastía Zhou (1045-256 a.C.); a5-7: Monedas pala, Wang Mang (9-23 d.C.); b1: Molde para fabricar la Moneda cuchillo tipo Ch’i; b2: Moneda cuchillo con la inscripción “CH’I FA HUO” (Moneda autorizada de Ch’i) (400-220 a.C.); b3: Diferentes tipos de monedas cuchillo; c: Moneda puente; d: Moneda pez; e: Moneda campanilla; f: Moneda alabarda; g: Puntas de flecha utilizadas como moneda.

 

Las “moneda pala” más antiguas, de mango hueco, suelen tener un tamaño grande y un peso comprendido entre los 30 y 40 gramos, sin inscripciones o con indicaciones de unidades de peso (Fig. 3a1 y 3a2), mientras que las más modernas, con puntas agudas o rectas, llevan inscripciones y su peso se reduce hasta los 6 gramos (Fig. 3a4). Estas monedas reproducen en miniatura los instrumentos de uso agrícola de la época. También en las “moneda cuchillo” encontramos piezas más grandes (Fig. 3b1 y 3b2) y otras más pequeñas de diferentes formas (Fig. 3b3).

            Aunque entre el 350 y el 220 a.C. ya se habían emitido las primeras monedas redondas, generalmente con un pequeño orificio central circular, e incluso en el estado de Yan entre el 300 y el 220 a.C. con un agujero cuadrado, es a partir del 221 a.C. cuando el emperador  Shǐ Huángdì introduce la moneda denominada “Ban Liang” (Fig. 4a,b) que en el año 118 a.C. es sustituida por un nuevo tipo denominado “Wuzhu”  (cinco “zhu”, unidad de peso de unos 0,66 gramos), fácilmente reconocible por llevar la palabra “Wu” a la derecha del orificio y “Zhu” a la izquierda, (Fig. 3c), que comenzaron a emitirse en el año 118 a.C., estimándose que se fabricaron casi treinta mil millones de monedas de este tipo, solamente durante la dinastía de los Han occidentales (206 a.C.- 9 d.C.). Su uso se prolongó hasta el año 621 d.C. cuando fueron reemplazadas por nuevos tipos monetarios (“bao”) emitidos durante la dinastía Tang (621-906 d.C.) (Fig. 6d). 

            El orificio central que presenta la moneda china tradicional tiene como función el facilitar su almacenamiento y transporte. Las monedas se ensartaban en hileras en largas cuerdas tras ser fabricadas, y de esta forma podían ser cómodamente transportadas (Fig. 1c) y posteriormente almacenadas en depósitos.


Figura 4.- Monedas “Ban liang” y “Wu zhu” (378-118 a.C. y 118 a.C.-618 d.C.).

a: Molde para fabricar monedas “Ban liang”; b1: Primeras emisiones de monedas “Bang liang”, siglo IV a.C., 11,6 g; b2: Últimas monedas “Ban liang”, período de los Reinos combatientes (476-221 a.C.); c1 y c2: Moldes para fabricar monedas “Wu zhu”; d: Tesorillo de monedas “Wu zhu”; e: Molde matriz de btonce; f: Molde para fabricar cuatro monedas Wuzhu;  g: Conjunto de cuatro monedas “Wu zhu” unidas recién salidas del molde; h: Cien semillas de mijo con un peso de un Zhou; i: Moneda “Ban liang” de arcilla para uso funerario (31,5 mm, 6,5 g); j: Moneda “Wu zhu” de arcilla para uso funerario (29 mm, 4,6 g).

            Durante el prolongado período de circulación de la moneda “Wu zhu”, se produjo un pequeño paréntesis entre los años 9 y 23 de nuestra Era, cuando el emperador Wang Man reintrodujo las antiguas monedas con forma de azada (Fig. 5b) o cuchillo, en este caso denominadas también “monedas llave” (Fig. 5c)(4). Tras su derrocamiento en el año 23 se recuperó la tradicional moneda “Wu zhu”, y este tipo monetario se fabricó durante 739 años siendo el tipo monetario que ha pervivido durante más tiempo en el mundo y solamente en los primeros 123 años de su existencia se emitieron  unos veintiocho mil millones de estas monedas, con una media de casi 230 millones de piezas al año, siendo probablemente el tipo monetario del que se han fabricado más ejemplares en el Mundo.

 

Figura 5.- Moldes de monedas del emperador Wang Mang (9-23 d.C.).

a: Moneda y molde en positivo de Da Quan Wu Shi; b: Moldes de moneda Da Bu Huang Quian (1000); b’: Moneda de este tipo; c: Molde en positivo de la “moneda llave” Qui Dao Wu Bai y moneda de ese tipo; c’: Dos “monedas llave” unidas tras salir del molde..

 

Como referencia, en la época en que circuló la moneda “wu zhu”, un campesino podía ganar 150 monedas al mes y un comerciante unas dos mil. El término “Wu zhu” (五銖), literalmente significa “5 zhu”, y un zhu es el peso de cien semillas de mijo, unidad de referencia para ponderales en la antigua China (Fig. 4f).

 

Como ocurrió con su antecesora el “ban liang”, también el “wu zhu” fue perdiendo peso progresivamente, hasta que en agosto del año 621 d.C., el emperador Gao Zu de la dinastía Tang instauró un nuevo tipo monetario incluyendo las palabras “tong bao” (通寶), términos que equivalen a “moneda circulante” y que figurará en las monedas durante los sucesivos reinados hasta época reciente. El Kaiyuan Tongbao fue la primera moneda que utilizó la inscripción tōng bǎo (通寶) y una referencia al reinado o época en vez de una inscripción basada en el peso de la moneda, como en las anteriores monedas “ban liang” y “wu zhu”.

 

Como referencia, en la época en que circuló la moneda “wu zhu”, un campesino podía ganar 150 monedas al mes y un comerciante unas dos mil. El término “Wu zhu” (五銖), literalmente significa “5 zhu”, y un zhu es el peso de cien semillas de mijo, unidad de referencia para ponderales en la antigua China (Fig. 4f).

 

            Ocasionalmente se producen hallazgos de cientos, miles o incluso millones de monedas almacenadas (48 toneladas de monedas de hierro del período de la dinastía Song del Norte halladas el año 2000 cerca de Cangzhou en la provincia de Hebei, dos millones de monedas Wuzhu de la dinastía Han, con un peso de diez toneladas, halladas en 2015 en Nanchang, provincia de Jiangxi, etc...), y además de monedas fabricadas con bronce, en ocasiones también se hicieron en plomo (Figs. 6a y b) o hierro (Fig. 6c) o zinc, y excepcionalmente en oro o plata. También encontramos en yacimientos funerarios imitaciones de diferentes tipos monetarios elaborados en arcilla (Figs. 4h e i).

 

 

Figura 6.- Monedas de plomo, a: tipo “Ban liang” (350-180 a.C.), b y b’: tipo “Quian Heng Zhog Bao” (900-971 d.C.); c: Moneda de hierro tipo “Chien-yuang chung-pao” (758-762 d.C.); d: Tesorillo de monedas “Kai yuang tong bao” de la dinastía Tang (618-907 d.C.)

 

La moneda china tradicional, se fabricó mediante el proceso de fundición del metal y vertido posterior en moldes (Fig. 7). Estos moldes que pueden adoptar distintas formas (cuadrados, rectangulares...) solían elaborarse partiendo de una matriz o patrón en positivo (Fig. 4e), que aplicada sobre las láminas de arcilla blanda dejaba en ellas la impronta en negativo de las monedas a acuñar (Fig. 4f). En los hallazgos realizados en antiguas fábricas de monedas chinas suelen aparecer fragmentados tanto los moldes utilizados (Figs. 3b1, 4a, 4c, 4f, 5b) como las matrices (Figs. 4e, 5a y c), presentando generalmente estas últimas un mejor estado de conservación.


Figura 7.- Proceso de fabricación de moneda en  moldes verticales representado en un mural del Museo Nacional Numismático de Beijín.

 

            Una última consideración, las monedas chinas tradicionales fabricadas en moldes, no llevan representaciones iconográficas, y se limitan a presentar “letras” (en realidad logogramas), cifras o algunas marcas(5). Por este motivo una de las principales características en su sistematización es en función del tipo de escritura que presentan, como la escritura del “gran sello” de las primeras emisiones, del “pequeño sello” (Fig. 5a), la “clerical” (Fig. 6d), la “regular”, la “manchú”, etc...(6). Contando además de las diferentes escrituras chinas, las correspondientes a zonas vecinas que imitaron el tipo monetario del “cash” (moneda redonda fundida con orificio cuadrado en el centro), podemos contabilizar más de una treintena de escrituras diferentes en este tipo monetario (tibetana, uigur, katakana, hiragana, sogdiana, javanesa, balinesa, árabe...).

 

Notas:

 

 (1)    El término “cash” se aplica a la moneda oriental redonda con un orificio cuadrado en su interior, por generalización se utiliza también con el significado de “dinero en efectivo”.

(2). Resulta interesante comprobar que los objetos premonetarios suelen basarse bien sea en elementos ornamentales, como sería el caso de los cauris y otras conchas de animales marinos, y también en herramientas utilitarias (cuchillos, lanzas, palas...), como pude comprobarse bien en la premoneda africana.

(3)    Zhao, H., et al., 2021. Radiocarbon-dating an early minting site: the emergence of standardised coinage in China. Antiquity, 95 (383): pp. 1161-1178.

(4) Las monedas de un Emperador socialista del siglo primero de nuestra Era. Eco Filatélico y Numismático 69(1216) (Marzo 2013): pp. 42-43, y Las reformas monetarias del Emperador Wang Mang. Eco Filatélico y Numismático 69(1223) (Noviembre 2013): pp. 49-50. 

(5) En algunos amuletos con aspecto monetiforme suelen figurar imágenes de animales, generalmente relacionados con el horóscopo chino, e incluso representaciones de contenido erótico.

(6) Los principales tipos de escritura china son:

Jiaguwen: Aparece en los huesos oraculares (1500 al 1000 a.C.)-

Dazhuan: O escritura del Gran sello, aparece en vasos de bronce y en las primeras monedas (1100 al 700 a.C.).

Xiaozhuan: O escritura del Sello menor. Utilizada en la Dinastía Qin (221 a 207 a.C.). Antepasada directa de la escritura actual.

Lishu: O escritura  clerical o burocrática. Utilizada durante las dinastías Qin y Han (del 221 a.C. al 220 d.C.).

Kaishu o escritura estandar. Es la llamada escritura tradicional usada todavía en Hong Kong.

Xingshu o escritura Corriente, versión cursiva de la anterior.

Caoshu o de la hierba. Más cursiva.

Jiantizi. Creada en 1949 con caracteres simplificados en República Popular China. Chino actual.