El dinero del mar II: Moluscos
lamelibranquios. Artículo publicado en “Eco filatélico y
numismático” (Octubre 2020) 76 (1299): pp. 48-50.
Miguel Ibáñez Artica
Los moluscos
lamelibranquios o bivalvos como ostras, berberechos y mejillones constituyeron
un importante complemento dietético para las poblaciones de humanos que se
asentaron en el litoral desde hace varias decenas de milenios, y sus conchas
sirvieron como adornos desde la más remota antigüedad.
Las conchas más apreciadas son las que presentan
coloraciones vivas de tonos rojizos, anaranjados o violetas, y entre las que
presentan color rojo, podemos destacar el valioso “Mullu”, conocido como el
“oro rojo de los Incas”, obtenido de las conchas de “Spondylus”, una vistosa especie de ostra o
berberecho que presenta numerosas protuberancias laminares. Considerada
como un elemento sagrado, tenía un gran valor, y de hecho se intercambiaba con
el oro(1).
La especie Spondylus princeps,
vive a poca profundidad en la costa de Ecuador y la recolección de este molusco
lamelibranquio se remonta a tiempos inmemoriales. Las conchas de “Mullu”
se utilizaban enteras en algunas ceremonias sagradas, por ejemplo entre los
mayas, la sangre de los sacrificios humanos, era vertida en conchas de
espóndilo rojo. Sin embargo, la mayor cantidad de “Mullu” se procesaba
en talleres especializados donde se fabricaban pequeñas cuentas, tomando un
fragmento de concha, perforándola y desgastando los bordes con una piedra hasta
conseguir un pequeño anillo o cuenta. Otra posibilidad era sacar de la concha
piezas rectangulares, que convenientemente perforadas servían para fabricar
petos o collares, incluso se llegaron a fabricar pequeñas figuras de animales
(principalmente aves de largos picos) que servían como objetos de adorno (Fig. 1) (2).
Figura 1.- Collar de cuentas de “mullu”, Ecuador. Cultura Puruha
(s. XIV-XV d.C.), y placas de “mullu”. Perú.
En la orilla opuesta del Pacífico, en la región de la
Melanesia, también se utilizan objetos elaborados a partir de las especies de
espóndilos y Chama sp., de los que se obtienen pequeñas placas
redondeadas de color rojo o naranja con las que se elaboran cinturones como los
“Katudababila” (Fig. 2a), o los
primitivos colgantes “Soulava” (Fig. 2b)
utilizados como moneda en las ceremonias del Anillo del Kula.
Figura 2.- “Monedas” del Kula,
a:
cinturón de conchas y su representación en un sello postal; b:
“Soulava” de tipo antiguo y su representación en un sello postal.
La actual moneda de Papúa-Nueva Guinea es la “kina”,
término que deriva de la antigua “moneda concha” utilizada en la región y
fabricada con el bivalvo Pinctada maxima
(Jameson, 1901), cuyos bordes se recortan hasta
darle un inconfundible aspecto de luna creciente, practicándose sendos
orificios en los vértices a los que se sujeta un cordón de fibras vegetales o
semillas a modo de colgante. Este objeto se ha
venido utilizando como moneda al menos en
los últimos doscientos años, si bien su uso ornamental se remonta a varios
milenios (Fig. 3).
Figura 3.- “Monedas concha” de
Papúa-Nueva Guinea; a: Kina; b: Moka-Kina (MAN, Madrid).
Algunas
de las más espectaculares “monedas-concha” son fabricadas en las Islas Salomón
a partir del molusco gigante Tridacna gigas (L. 1758), lamelibranquio que puede llegar a alcanzar
hasta metro y medio de longitud y que vive en simbiosis con pequeñas algas.
Dentro de lo que se
denomina genéricamente “Barava”,
las piezas más espectaculares son los ‘Porobatuna’ (Fig. 4a-g) de 30 a
40 cm de longitud, tallados de una pieza y que presentan uno o varios círculos
en la parte inferior y varias hileras de figuras humanas en posición de
cuclillas. Estos valiosos objetos se depositaban en la casa tambú junto
con los cráneos humanos.
Un tipo peculiar de la
isla de Choiseul denominado “Zaru” (Fig. 4h, i) muestra dos siluetas
humanas sentadas dándose la espalda; otro tipo denominada “Mbokomo”, de la misma procedencia muestra la figura de un ave en reposo (Fig.
4j, k). En todos los casos en la parte inferior aparece un aro que
representa la “Poata” utilizada como moneda.
En muchas zonas de
Papúa-Nueva Guinea, se utilizan también como moneda ritual grandes aros de
concha que reciben diversas denominaciones locales (Yua, Wenga, Kir, Koi...) (Fig. 4m).
Figura 4.- “Monedas-concha”
elaboradas a partir de la concha del bivalvo Tridacna en las Islas Salomón y Papua (Colección particular).
En América del Norte también encontramos
una moneda popular, el “wampum” cuya variante de color violeta se obtiene de la almeja Mercenaria mercenaria (L., 1758),
denominada “quahaug” por los indios, muy común en las costas atlánticas de
Norteamérica (Fig. 5b). A partir de
este lamelibranquio se fabrican pequeños cilindros perforados de color violeta
oscuro, que son ensartados para formar ristras. En ocasiones se combinan con
cilindros de color blanco, esta vez obtenidos de moluscos gasterópodos, para
formar espectaculares cinturones (Fig. 5a).
Los europeos también utilizaron el wampum en sus negociaciones
con los indígenas. Por ejemplo, a mediados del siglo XVIII el superintendente
de asuntos indios Sir William Johnson presentó como obsequio un gran cinturón
de wampum -de 7000 cuentas-, en su reunión con los representantes de las seis
naciones indias y sus aliados. En algunos de estos cinturones aparece una
cadena de figuras humanas unidas por las manos en símbolo de amistad, pero
también los hay con el significado opuesto de una declaración de guerra formal.
Así pues el wampum
utilizado por los indios de Norteamérica reunió una triple funcionalidad, la
ornamental, la de moneda de uso económico, y por último la de servir como medio
de comunicación (3).
Figura 5.- Wampum de los indios
americanos. a: cinturón que expresa la alianza de los indífenas con los
europeos; b: Mercenaria mercenaria;
c:
cuentas de wampum violeta; d: cuentas de wampum blanco; e:
Columnelas de Busycon (materia prima
del wampum blanco); f: pulseras de wampum; g: Recibo de dos brazas y ochenta
pulgadas de “wampum”, moneda-concha de los indios Seminola (2 de febrero de
1915).
A modo de corolario podemos señalar que los
lamelibranquios, y en general las conchas de moluscos utilizadas como moneda en
tiempos ancestrales, tuvieron su reflejo en los originales “Aes Formatum” utilizados en Italia entre
el 500 y el 300 antes de nuestra Era como sextantes, con un peso de unos 120
gramos, y que presentan la forma de una vieira (Fig. 6a), así como en una reciente acuñación (del 2019) de una
moneda de un dólar de las islas Fiji (Fig.
6b) que imita fielmente es aspecto de un lamelibranquio.
También podemos comprobar como en la memoria colectiva de
la humanidad subyace el recuerdo de esta
utilización monetaria de los moluscos, en el hecho de que en la película “The
Flintstones in Viva Rock Vegas” (Los Picapiedra
en Las Vegas) del año 2000, las “monedas” utilizadas en el casino, fueran unas
“conchas” donde aparecía inscrito su valor en dólares americanos (Fig. 6c).
Figura 6.- a: “Aes Formatum” sextante posiblemente
romano (500-300 a.C.); b: Moneda de un dólar de plata de
Fiji (2019); c: Fotograma de la película “Los Picapiedra en Las Vegas”
(2000) y detalle de las “monedas concha” utilizadas en la escena.
Notas:
(1) El “Mullu”: oro rojo de
los Incas. Eco Filatélico y Numismático 58(1094) (Enero 2002): pp. 48-49.
(2) Estas
cuentas de color rojo se denominaban genéricamente “chaquira” y en
la expedición de Álvaro de Mendaña en 1567 se transportaba “chaquira”, es decir
el “mullu” de los incas, embarcado en Perú con el fin de utilizarlo en los
“rescates” (comercio) con los nativos de las Islas Salomón. Los comerciantes
castellanos ya utilizaron las monedas-concha desde finales de
(3)
El Wampum, la moneda de los indios de
Norteamérica. Eco Filatélico y Numismático 67(1201) (Noviembre 2011):
pp. 44-45.
Bibliografía
seleccionada:
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Ibáñez, M.,
2004. Monedas concha (I): Las primeras monedas. Crónica Numismática
15(156): pp. 38-43.
-- 2006. La
premoneda social, precursora de la moneda económica. Numisma, 56(250): 21-40.
Ibáñez, M.,
& M.D. San Millán. 2016 (2014). Sistematización de la “moneda-concha”:
criterios taxonómicos, morfológicos, geográficos y funcionales. Actas XV Congreso Nacional de Numismática,
Madrid, RCM-FNMT: pp. 1291-1310.
San Millán, M.D.
& M. Ibáñez, 2012. Las “monedas-concha” de Oceanía. Numisma 62(256): pp. 147-206.
Opitz, Ch .J., 2000. An
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Quiggin, A.H., 1949. A survey
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Taxay, D., 1970. Money of the American Indians and other primitive
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ofrenda sagrada y símbolo de paz. Museo Arqueol. R. Larco Herrera. Perú: 152 pp.
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