Monedas del año
de los “Cinco Emperadores de Roma” (193 d.C.). Artículo
publicado en: Eco Filatélico y Numismático 76(1296/7)
(Junio/Agosto, 2020): pp. 57-59.
Miguel Ibáñez Artica
A lo largo de los poco más de
quinientos años que duró el Imperio Romano, se sucedieron noventa y tres
emperadores de los que tan solo el 29% fallecieron de muerte natural, mientras
que la mayoría, el 71% restante, fueron asesinados, ejecutados o murieron en
combate. Estos datos son parecidos a los de otros imperios de la Edad Antigua,
e incluso en la famosa lista de los “Reyes Godos”, que los estudiantes de
bachillerato tenían (teníamos) que memorizar hasta la década de los cincuenta
del siglo veinte, se decía que para estos monarcas la “muerte natural” era la
de ser asesinados (el famoso “morbo
gothorum” irónicamente definido por el obispo Gregorio de Tours en el siglo
VI d.C.).
Dado que en el período de tres siglos en que los visigodos reinaron en
Hispania durante la Alta Edad Media, de los 33 monarcas que se sucedieron en el
trono, “solamente” la mitad fueron asesinados o tuvieron una muerte violenta, podemos
deducir que la situación fue mucho más dramática en el Imperio Romano, y si
bien la historiografía nos tiende a presentar a los godos como “bárbaros” y a
los romanos como “cultos y civilizados”, los datos estadísticos nos muestran
que con respecto a las intrigas palaciegas, traiciones y asesinatos, también
los “civilizados” romanos eran unos auténticos maestros.
El precedente más conocido es el
asesinato de Julio César (Fig. 1), si
bien con anterioridad varios importantes personajes de la historia de Roma
(Quinto Sertorio, Pompeyo Magno, Cneo Pompeyo, etc...) habían sido “eliminados”
de forma violenta. Con la proclamación de Octavio como primer emperador de Roma
se inicia un período de relativa tranquilidad, denominado de “Pax Augusta” o
“Paz Romana” que comienza el año 27 a.C., coincidiendo con el ascenso al poder
de Octavio Augusto, y finaliza hacia el 190 d.C., y en este primer período de
“paz”, de los 15 emperadores que reinaron, “solamente” murieron asesinados 7,
es decir algo menos de la mitad.
Figura 1.- Asesinato de Julio César el
15 de marzo del año 44 a.C. Óleo de Vincenzo Camuccini.(1798).
Si consideramos la totalidad cronológica del Imperio Romano, encontramos
los datos reflejados en la Figura 2,
sobre duraciones de reinado y causas (violentas o no) del fallecimiento de los
diferentes Emperadores que se sucedieron durante este tiempo al mando del
Imperio.
Figura
2.- Duración de los reinados de los diferentes
emperadores romanos y causas de su muerte.
Teniendo
en cuenta estos datos, es fácil imaginar que en muchos años se pudieron dar
simultáneamente dos, tres, cuatro, cinco y hasta seis emperadores (o
pretendientes) (1).
La
moneda romana de época imperial, además de su función principal como instrumento
al servicio de la economía, tenía un importante papel en la propaganda
política, y una de sus misiones era la de exaltar la figura del emperador. En
ocasiones, resulta asombrosa la proliferación y abundancia de monedas
pertenecientes a personajes que mantuvieron el poder durante muy poco tiempo,
pero este hecho tiene una sencilla explicación, ya que lo primero que hacía un
nuevo emperador que ocupaba el poder, pacíficamente o por la fuerza, era
ordenar la emisión de nueva moneda donde su figura estuviera representada con
la máxima pomposidad en los títulos y cargos que ostentaba.
Tal
es así, que en ocasiones conocemos a estos “emperadores” tan sólo por sus
monedas, sin que haya quedado ninguna constancia escrita sobre ellos. Por
ejemplo, un enigmático personaje llamado Silbanaco del que se conocen tan solo
dos monedas acuñadas en Roma hacia el año 253 d.C. (Fig. 3) y que probablemente se autoproclamó emperador en ese año,
siendo rápidamente eliminado por Valeriano y Galieno.
Figura
3:
“Antoniniano” del efímero emperador Silbanaco del año 253 d.C.
El
año 193 d.C. fue un período excepcionalmente prolífico en cuanto a la
diversidad de la moneda romana, ya que tras el asesinato del emperador Cómodo
el primer día del año 193 d.C., el prefecto de Roma, Pertinax, fue proclamado
emperador, aunque no duró mucho en el cargo, al ser asesinado por la guardia
pretoriana el 28 de marzo de ese mismo año. Tras el magnicidio se organizó una
subasta para designar al nuevo emperador, y la puja más alta fue presentada por
el senador Didio Juliano, quien se hizo con el cargo. Sin embargo este
nombramiento no fue bien acogido por el ejército y Pescenio Niger, gobernador
de Asia Menor fue proclamado emperador por sus soldados en Siria, Asia y Egipto
a mediados de abril del 193, mientras
Septimio Severo gobernador de Panonia era también proclamado emperador
por sus soldados, así como Clodio Albino gobernador de la Galia Belga y
Britania que se rebeló, aunque llegó a un pacto con Septimio Severo,
contentándose con ser proclamado como su sucesor.
Figura
4.- El Imperio Romano y los
candidatos al puesto de Emperador el año 193 d.C.
Septimio
Severo marchó con sus legiones a Roma donde hizo decapitar a Didio Juliano el
uno de junio, proclamándose emperador y
derrotando a Pescenio Níger que falleció asesinado a las orillas del río
Eúfrates el año 194 d.C. Sin embargo el pacto con Clodio Albino no se respetó,
y Septimio Severo nombró oficialmente como su heredero a su hijo Caracalla,
provocando el levantamiento de las legiones de Britania (Fig.4).
Finalmente,
Clodio Albino fue derrotado y muerto en Lugdunum (Lyon, Francia) el 19 de
febrero del año 197 d.C. por los ejércitos de Septimio Severo, quien al
eliminar a todos sus competidores (y a sus familias, que también fueron asesinadas)
se consolidó definitivamente en el
poder, hasta su fallecimiento por causas naturales el 4 de febrero del
año 211 d.C. a la edad de 65 años.
Figura
5.- Monedas
del “año de los cinco emperadores”.
a:
Sestercio de Cómodo acuñado en Roma (Ira & Larry Goldberg Coins &
Collectibles, Inc., Auct. 72, 3/II/2013, n. 4160); b: Denario de
Pertinax (Nomos Auction., 8/II/2015, n.
332); c: Sestercio de Didio Juliano (Sincona
Ag. Auct. 5, 25/X/2011, n. 4115); d: Denario de Pescenio Níger acuñado en
Antioquía (Emporium
Hamburg, Auct. 84, 2/III/2019); d:
Sestercio de Clodio Albino (Class.
Numism. Group. Inc. Triton V, 15/I/2002 n. 2013); e: Denario de Pescenio
Níger acuñado en Antioquía (Emporium Hamburg, Auct. 84, 2/III/2019); f: Sestercio de Septimio
Severo (Bertolami Fine Arts E Auct. 41,
30/IV/2007, n. 503).
El
emperador Cómodo (177-193 d.C.) había realizado durante su reinado un gran
número de emisiones de áureos, denarios, sestercios y ases en Roma (Fig. 5a), así como tetradracmas de cobre
y vellón en Alejandría (Egipto) y diversas emisiones de cobre en Grecia, Siria,
Asia Menor, Anatolia, Fenicia, Tracia, Mesopotamia, Palestina y otras regiones
orientales del Imperio(2). Durante el último año de su reinado el
emperador se había entregado apasionadamente a sus placeres y fomentó su
popularidad como campeón en la arena del circo, tal como se refleja en la
película “Gladiator” (3), y las emisiones de esta fecha hacen
referencia a la Gloria de Roma, refundada por Cómodo (Felicitas Commodi) y su piedad y sabiduría (Pietas y Providentia).
El
sucesor de Cómodo, Pertinax, en los menos de tres meses de mandato, se preocupó
de acuñar en Roma una ingente cantidad de áureos de oro, denarios de plata (Fig. 5b) y sestercios de bronce y
oricalco(4). Didio Juliano,
apenas duró un mes más que su antecesor y también se ocupó de que la ceca de
Roma emitiera numerosas monedas de los mismos tipos (Fig. 5c). Por contra, las emisiones de Pescenio Níger en los años
193 y 194 d.C. fueron realizadas en Antioquía, capital de Siria, provincia de
la que Pescenio era gobernador, en este caso se acuñaron numerosas series de
denarios (Fig. 5e) y algunos raros
áureos(valorados en la actualidad en más de 130.000 euros)(5).
Las
emisiones de Clodio Albino pueden dividirse en dos grupos, el primero donde
adopta el título de César incluye monedas de todos los metales (siendo también
muy raras las monedas de oro) y fueron acuñadas el año 193 d.C. en la ceca de
Roma (Fig. 5d). Una segunda serie de
monedas, en este caso con el título de Augusto, fueron emitidas entre los años
195 y 197 d.C. en la ceca de Lugdunum, Lyon, tras haber sido proclamado
emperador por sus tropas(6).
Finalmente,
fue Septimio Severo el que se hizo con las riendas del poder, y tras eliminar
violentamente a sus adversarios disfrutó
de un relativamente largo reinado de casi 17 años, en el que se acuñaron numerosísimas emisiones
monetarias en todos los valores (Fig. 5f),
tanto en la ceca de Roma como en las fábricas provinciales que ya habían
emitido moneda durante el reinado de Cómodo, así como en otras nuevas.
Figura
6.- Medallón bimetálico de
Septimio Severo (bronce y oricalco); 42 mm y 73,28 g.
Durante
el mandato de Septimio Severo, fundador de la dinastía Severa, se emitieron
también espectaculares medallones como elementos de propaganda política (Fig. 6).
Notas:
(1) El record se produjo en el año 238 d.C.,
cuando hubo seis pretendientes que se proclamaron emperadores en el mismo año.
(2)
http://www.wildwinds.com/coins/ric/commodus/i.html
(3)
Sin
embargo en la película “Gladiator” no se refleja la historia de la muerte de
Cómodo, provocada en realidad por su concubina Marcia que intentó envenenarle
sin éxito, ante lo cual los conspiradores enviaron al liberto Narciso que lo
estranguló en la bañera. Este hecho hace que la fecha del fallecimiento se
establezca el 31 de diciembre del año 192 d.C. por unos autores, y el uno de
enero del siguiente año por otros.
(4) http://www.wildwinds.com/coins/ric/pertinax/i.html
(5)
http://www.wildwinds.com/coins/ric/pescennius_niger/i.html
(6)
http://www.wildwinds.com/coins/ric/clodius_albinus/i.html
Bibliografía:
RIC III, 1930, Mattingly, H. & E.A.
Sydenham, The Roman Imperial Coinage:
Antoninus Pius to Commodus. Ed. Spink & Son, London: 514 pp. + 16 láms.
RIC IV(I), 1986, Mattingly, H. &
E.A. Sydenham, The Roman Imperial
Coinage: Pertinax to Geta. Ed. Spink & Son, London: 406 pp. + 16 láms.
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