martes, 1 de enero de 2019

Origen bizantino del árbol crucífero de las primeras emisiones de los reinos peninsulares.


Origen bizantino del árbol crucífero de las primeras emisiones de los reinos peninsulares. Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 72(1248) (Febrero 2016): pp. 48-50.

Miguel Ibáñez Artica


En la segunda mitad del siglo once, comenzaron a emitirse las primeras monedas en los reinos cristianos peninsulares. De forma simultánea Alfonso VI en Castilla y León, y Sancho V Ramírez en Aragón, iniciaron la producción de moneda propia (hasta esos momentos el numerario circulante eran los dírhems de plata y dinares de oro musulmanes), con similares patrones metrológicos, basados en el sistema carolingio, pero con sustanciales diferencias en las representaciones iconográficas que figuran en las monedas.

Posiblemente en ambos casos (Castilla y Aragón), las emisiones se iniciaron en algún momento próximo al reparto que ambos monarcas hicieron del reino de Pamplona, tras el asesinato de Sancho IV el 4 de junio de 1076, y también en ambos casos, los maestros monederos responsables de estas primeras emisiones procedían de Francia, donde existía una larga tradición en estas tareas, fruto de la abundante moneda feudal que emitían los señores y monasterios desde época carolingia.

El símbolo elegido para la moneda aragonesa por Sancho V Ramírez, que se mantendrá durante dos siglos, es una especie de “árbol crucífero” (Figura 1), cuyos orígenes han sido una incógnita.



Figura 1.- Primeras emisiones con el “árbol crucífero” de Sancho V Ramírez, rey de Aragón y Pamplona.

En 1969, el eminente investigador D. Felipe Mateu y Llopis,  publicó un artículo titulado “El “arbor ad modum floris” en dineros de Cataluña, Navarra, Aragón y Valencia, siglos X a XIII”, donde abordaba este tema, definiendo el símbolo que aparece en las monedas con las mismas palabras que figuran en un privilegio otorgado por Jaime I el 8 de mayo de 1247, donde se establece la nueva moneda del reino de Valencia, en cuyo reverso figura un “arbor ad modum floris”. Teniendo en cuenta las atribuciones seguidas por la mayoría de los investigadores en esa época, la primera emisión de los reinos cristianos peninsulares con la figura del árbol crucífero se correspondía con una  moneda descrita por Heiss en 1869, supuestamente emitida en el reino de Pamplona por Sancho III “el Mayor” (un dinero -pieza única por el momento-, conservado en el Museo Arqueológico Nacional), con anverso representando un busto mirando a la izquierda y leyenda "+IMPERATOR", y reverso con cruz sobre un largo pie con adornos laterales simétricos y leyenda "NAI ARA" (Fig.2, 9a), Mateu y Llopis (op. cit.) establece que dicho tipo se mantendría en las emisiones de García III y Sancho IV, pasando posteriormente al reino de Aragón con Sancho V Ramírez.

Sin embargo actualmente consideramos que la tipología del “árbol crucífero” fue instaurada en el reino de Aragón y “heredada” en las emisiones navarras de García IV (Figura 2, 6a-c) y Sancho VI (Figura 2, 7a-c), para desaparecer, sustituido por la creciente y estrella de Sancho VII “el Fuerte”. Aparte de los reinos de Aragón y Navarra, este tipo aparece esporádicamente en algunas emisiones catellano-leonesas (Figura 2, 9a-d y 14a) y portuguesas (Figura 2, 8a), así como en los condados catalanes (Figura 2, 5a y 13a).



Figura 2.- Emisiones con “árbol crucífero” de los reinos cristianos peninsulares (siglos XI-XIII).

            La referencia peninsular más antigua del símbolo cristiano con aspecto vegetal la tenemos en una rara moneda episcopal emitida en Gerona a finales del siglo X o comienzos del XI (Figura 2, 1a), donde el árbol crucífero presenta en su base unos adornos circulares que en conjunto evocan lo que podría ser una viña. Mateu y Llopis señala respecto a las emisiones gerundenses su iconografía arraigada en el ambiente biantino, y lo que no llegó a conocer este investigador es que entre los abundantes sellos de plomo bizantinos, la figura del árbol crucífero, en este caso con la típica cruz patriarcal con dos travesaños horizontales, aparece con frecuencia entre los que suelen datarse entre los siglos X y XI, es decir un poco anteriores a la posible fecha en que se emitieron las primeras monedas aragonesas con esta simbología.

            Podemos por tanto plantear, que los maestros monederos que diseñaron las primeras monedas para Sancho V Ramírez, pudieron inspirarse en esta iconografía presente en la época en los sellos privados bizantinos. Un buen ejemplo de la presencia del arte bizantino en la corte del monarca aragonés lo tenemos en el evangeliario con tapas de marfil, de la reina Felicia de Roucy, segunda esposa de Sancho V (pieza procedente de la Catedral de Jaca, actualmente propiedad del Metropolitan Museo de Nueva York y que pudo verse en Pamplona en la exposición que con el título “La edad de un Reyno” tuvo lugar entre enero y abril del año 2006). La familia de la reina de Aragón y Pamplona mantenía estrechos contactos con los normandos de Italia, foco de irradiación de las mercancías bizantinas en occidente.


Figura 3.- Sellos de plomo bizantinos de los siglos X-XI.

1.- Arsaber, imperial protospatharios y kleisouriarches de Seleukeia (siglo X).
Colección Dumbarton Oaks. Accession Number BZS.1951.31.5.576.

2.- Basil imperial protospatharios y chartoularios del dromos de Armeniakoi (siglo X).
Colección Dumbarton Oaks. Accession Number BZS.1955.1.1380.

3.- Demetrios (?), patrikios, protospathatios epi tou Chrysotriklinou y jez de Seleukeia (primera mitad del s. XI). Colección Dumbarton Oaks. Accession Number BZS.1958.106.3894.

4 y 5.- Indeterminados. (s.X) C.P.


Figura 4.- Sellos de plomo y monedas bizantinas de los siglos X-XI con la representación del “árbol crucífero”.


Bibliografía:

Ibáñez, M., 2016. Origen del “árbol crucífero” en las primeras emisiones monetarias de los reinos de Aragón y Pamplona. Numisma 260(66): pp. 91-104. 

Mateu y Llopis, F., 1969. El “arbor ad modum floris” en dineros de Cataluña, Navarra, Aragón y Valencia, siglos X a XIII. Príncipe de Viana 30 (116/117): pp. 245-254.



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