Origen bizantino
del árbol crucífero de las primeras emisiones de los reinos peninsulares. Artículo
publicado en: Eco Filatélico y Numismático 72(1248)
(Febrero 2016): pp. 48-50.
Miguel Ibáñez Artica
En la segunda mitad del siglo
once, comenzaron a emitirse las primeras monedas en los reinos cristianos
peninsulares. De forma simultánea Alfonso VI en Castilla y León, y Sancho V
Ramírez en Aragón, iniciaron la producción de moneda propia (hasta esos
momentos el numerario circulante eran los dírhems de plata y dinares de oro
musulmanes), con similares patrones metrológicos, basados en el sistema
carolingio, pero con sustanciales diferencias en las representaciones
iconográficas que figuran en las monedas.
Posiblemente en ambos casos
(Castilla y Aragón), las emisiones se iniciaron en algún momento próximo al
reparto que ambos monarcas hicieron del reino de Pamplona, tras el asesinato de
Sancho IV el 4 de junio de 1076, y también en ambos casos, los maestros
monederos responsables de estas primeras emisiones procedían de Francia, donde
existía una larga tradición en estas tareas, fruto de la abundante moneda
feudal que emitían los señores y monasterios desde época carolingia.
El símbolo elegido para la
moneda aragonesa por Sancho V Ramírez, que se mantendrá durante dos siglos, es
una especie de “árbol crucífero” (Figura
1), cuyos orígenes han sido una incógnita.
Figura 1.- Primeras emisiones con el “árbol crucífero” de Sancho
V Ramírez, rey de Aragón y Pamplona.
En 1969, el
eminente investigador D. Felipe Mateu y Llopis,
publicó un artículo titulado “El
“arbor ad modum floris” en dineros de Cataluña, Navarra, Aragón y Valencia,
siglos X a XIII”, donde abordaba este tema, definiendo el símbolo que
aparece en las monedas con las mismas palabras que figuran en un privilegio
otorgado por Jaime I el 8
de mayo de 1247, donde se establece la nueva moneda del reino de Valencia, en
cuyo reverso figura un “arbor ad modum floris”. Teniendo en cuenta las
atribuciones seguidas por la mayoría de los investigadores en esa época, la
primera emisión de los reinos cristianos peninsulares con la figura del árbol
crucífero se correspondía con una moneda
descrita por Heiss en 1869, supuestamente emitida en el reino de Pamplona por
Sancho III “el Mayor” (un dinero -pieza única por el momento-, conservado en el
Museo Arqueológico Nacional), con anverso representando un busto mirando a la
izquierda y leyenda "+IMPERATOR", y reverso con cruz sobre un largo
pie con adornos laterales simétricos y leyenda "NAI ARA" (Fig.2, 9a), Mateu y Llopis (op. cit.) establece que dicho tipo se
mantendría en las emisiones de García III y Sancho IV, pasando posteriormente
al reino de Aragón con Sancho V Ramírez.
Sin embargo actualmente
consideramos que la tipología del “árbol crucífero” fue instaurada en el reino
de Aragón y “heredada” en las emisiones navarras de García IV (Figura 2, 6a-c) y Sancho VI (Figura 2, 7a-c), para desaparecer,
sustituido por la creciente y estrella de Sancho VII “el Fuerte”. Aparte de los
reinos de Aragón y Navarra, este tipo aparece esporádicamente en algunas
emisiones catellano-leonesas (Figura 2,
9a-d y 14a) y portuguesas (Figura 2, 8a), así como en los condados
catalanes (Figura 2, 5a y 13a).
Figura
2.- Emisiones con “árbol
crucífero” de los reinos cristianos peninsulares (siglos XI-XIII).
La
referencia peninsular más antigua del símbolo cristiano con aspecto vegetal la
tenemos en una rara moneda episcopal emitida en Gerona a finales del siglo X o
comienzos del XI (Figura 2, 1a),
donde el árbol crucífero presenta en su base unos adornos circulares que en
conjunto evocan lo que podría ser una viña. Mateu y Llopis señala respecto a
las emisiones gerundenses su iconografía arraigada en el ambiente biantino, y
lo que no llegó a conocer este investigador es que entre los abundantes sellos
de plomo bizantinos, la figura del árbol crucífero, en este caso con la típica
cruz patriarcal con dos travesaños horizontales, aparece con frecuencia entre
los que suelen datarse entre los siglos X y XI, es decir un poco anteriores a
la posible fecha en que se emitieron las primeras monedas aragonesas con esta
simbología.
Podemos
por tanto plantear, que los maestros monederos que diseñaron las primeras
monedas para Sancho V Ramírez, pudieron inspirarse en esta iconografía presente
en la época en los sellos privados bizantinos. Un buen ejemplo de la presencia
del arte bizantino en la corte del monarca aragonés lo tenemos en el
evangeliario con tapas de marfil, de la reina Felicia de Roucy, segunda esposa
de Sancho V (pieza procedente de la Catedral de Jaca, actualmente propiedad del
Metropolitan Museo de Nueva York y que pudo verse en Pamplona en la exposición
que con el título “La edad de un Reyno” tuvo lugar entre enero y abril del año
2006). La familia de la reina de Aragón y Pamplona mantenía estrechos contactos
con los normandos de Italia, foco de irradiación de las mercancías bizantinas
en occidente.
Figura
3.- Sellos de plomo bizantinos de
los siglos X-XI.
1.-
Arsaber, imperial protospatharios y kleisouriarches de Seleukeia (siglo X).
Colección
Dumbarton Oaks. Accession Number BZS.1951.31.5.576.
2.-
Basil imperial protospatharios y chartoularios del dromos de Armeniakoi (siglo
X).
Colección
Dumbarton Oaks. Accession Number BZS.1955.1.1380.
3.-
Demetrios (?), patrikios, protospathatios epi tou Chrysotriklinou y jez de
Seleukeia (primera mitad del s. XI). Colección Dumbarton Oaks. Accession Number
BZS.1958.106.3894.
4
y 5.- Indeterminados. (s.X) C.P.
Figura
4.- Sellos de plomo y monedas
bizantinas de los siglos X-XI con la representación del “árbol crucífero”.
Bibliografía:
Ibáñez, M., 2016. Origen del “árbol crucífero” en
las primeras emisiones monetarias de los reinos de Aragón y Pamplona. Numisma 260(66): pp. 91-104.
Mateu
y Llopis, F., 1969. El “arbor ad modum
floris” en dineros de Cataluña, Navarra, Aragón y Valencia, siglos X a
XIII. Príncipe de Viana 30 (116/117):
pp. 245-254.
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