Una exposición
permanente en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Artículo
publicado en: Eco Filatélico y Numismático 70(1232)
(Septiembre 2014): pp. 50-51.
Miguel Ibáñez Artica.
Tras seis largos años de obras, el Museo
Arqueológico Nacional (MAN) abrió sus puertas el pasado mes de marzo (2014),
resurgiendo completamente renovado cual mariposa que sale del letargo de la
crisálida. La espera ha merecido la pena ya que se ha convertido en uno de los
mejores y más didácticos museos de Arqueología del Planeta. Las más de 15.000
piezas seleccionadas y expuestas, se distribuyen en una docena de secciones,
que van desde la Prehistoria hasta la Edad Moderna.
En la entreplanta, y a lo
largo de un pasillo, se exhibe la exposición que bajo el título de “La
moneda, algo más que dinero” donde se presentan no solo las monedas
metálicas convencionales, sino también una amplia serie de objetos y elementos
utilizados como “moneda tradicional” en todas las regiones del Globo (Fig. 1).
Figura 1.- Diferencias y similitudes entre “dinero” y “moneda”.
En una de las vitrinas
se exponen conchas de cauri y algunos sofisticados objetos realizados con
conchas marinas y utilizados como moneda incluso en la actualidad, como el
“mwali” empleado en la ceremonia del “Kula” en la Melanesia (Fig. 2). Merece la pena destacar algunas
valiosas piezas como la impresionante “moneda pluma” que se utilizaba en la
Isla de Santa Cruz(1) (Fig. 3), así como las constituidas por
elementos naturales utilizados en en consumo humano (cacao, trigo, sal, -de
donde deriva el término “salario”, etc…) (Fig.
4).
Figura 2.-
Máscara africana
de caurís y monedas-concha.
Figura 3.-
“Moneda pluma”
de la Isla de Santa Cruz y vitrinas de “premoneda”.
Figura 4.-
Cacao usado en
América precolonial; medio robo de trigo utilizado en Navarra como moneda,
barra de sal de Etiopía (“amole”), piedra de Yap y collar africano.
A lo largo de varios paneles, y de forma
didáctica, se exponen diferentes aspectos relacionados con las monedas, su
proceso de fabricación, sus relaciones con el arte y el poder político, su
utilización en el ámbito económico y social (“dinero de la novia” y “dinero de
sangre”)(2), sus relaciones con los diferentes sistemas de pesos y
medidas, los sistemas contables y la forma de realizar las operaciones
aritméticas antes de la utilización del álgebra, etc… (Fig. 5). También se incluye un apartado sobre la utilización de la
moneda en rituales funerarios como el conocido “óbolo de Caronte” y
reproducciones de esculturas medievales que muestran el proceso de fabricación
de la moneda (Fig. 6).
Figura
5.- El arte en la moneda, prensa de acuñación y
propaganda política en la moneda.
Figura
6.- El
“óbolo de Caronte”, monederos de piedra de Carrión de los Condes y tesoro de
Gazteluberri.
Además de esta amplia
sección monográfica dedicada al dinero en todas sus formas, la moneda está
presente en el resto de las salas. Merece la pena destacar por ejemplo el tesoro
de Gazteluberri, hallado en abril de
1960 en la localidad guipuzcoana que le da su nombre: dentro de un cencerro
enterrado en la ladera de un monte, aparecieron 52 monedas de oro y plata
acuñadas entre 1537 y 1556 que fueron ocultadas a finales del siglo XVI por
algún ganadero o contrabandista de la zona(3) (Fig. 6). Finalmente no podemos dejar de mencionar que aquí podremos
ver y disfrutar de las mejores y más valiosas piezas de la numismática
española, desde la gran dobla de diez doblas de Pedro I de Castilla acuñada en
Sevilla en 1360, las monedas de veinte y diez excelentes de los Reyes
Católicos, y por supuesto, la pieza más espectacular, el “centén” de 100 escudos de oro, con un diámetro de 7,5
cm. y un peso de 338 gramos. El ejemplar ahora expuesto, fue adquirido por el
monarca Carlos III para su colección particular de monedas, y en 1842 se
incorporó a la Biblioteca Nacional (precursora del actual Museo Arqueológico).
Se da la circunstancia de que esta pieza, de la que solamente se emitieron siete
ejemplares en la ceca de Segovia, es considerada como la moneda de oro más
grande acuñada en Europa y la de más valor de las acuñadas en España a lo largo
de toda su historia (Fig. 7).
Figura
7.- Las
moneda de oro españolas de mayor tamaño.
Notas:
(1) Ver artículos: La “Moneda pluma” de Santa Cruz (IslasSalomón). (Noviembre, 2003) Eco Filaélico y Numismático 59 (1113):42-43, y Las “monedas-pluma”. (Enero, 2004) Ibid. 60(1115): 44-45.
(3) Ver artículo: Navascues, J.M., 1967. El
tesoro de Gazteluberri. Numario Hispanico
11: 93-114 + 8 láminas.
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