Manillas y calderos
utilizados como moneda en el siglo XVI para el comercio de esclavos africanos. Artículo
publicado en: Eco Filatélico y Numismático 60(1125)
(Diciembre 2004): pp. 48-49.
Miguel Ibáñez Artica.
Entre
finales de los años 80 y comienzos de los 90, tuvieron lugar en la bahía de
Guetaria (Costa vasca, N. de España), una serie de prospecciones submarinas,
dirigidas por Dª Ana Benito, de la Sociedad Científica Aranzadi de San
Sebastián, que dieron como fruto la recuperación de un abundante material(1),
entre el que destaca un numeroso conjunto de lingotes de cobre, manillas de
latón y algunos calderos.
La
datación del yacimiento arqueológico se ha realizado a partir de los elementos
encontrados (dos monedas, una siciliana de Alfonso V de Aragón del s. XV y un ceitil
de Manuel I de Portugal, armas y utillaje), y especialmente a partir de la
información de los archivos: un documento de Felipe II fechado en 1587, indica
cómo, 63 años atrás, en la bahía de Guetaria había naufragado un navío flamenco
cargado de mercancías, señalando incluso que gran parte de la misma había
podido ser recuperada (3 quintales y 69 libras de argollas de latón....). Según
estos datos podemos fechar el naufragio hacia 1524 (dos años después de que el
marino guetariano Juan Sebastián Elcano completara su periplo de dar la vuelta
al mundo).
Figura
1.- Antiguo grabado del castillo de Mina en el
Golfo de Guinea.
En
esta época, la estación portuguesa de San Jorge de Mina en la costa africana,
importaba desde Amberes unas 150.000 manillas al año (Fig. 1). Conocemos también que mientras su precio en Amberes era de
10 reis por cada manilla, la cifra se incrementaba hasta 120 reis en la
estación de San Jorge de Mina debido a los riesgos del peligroso viaje, y en
1518 un solo barco llegó a transportar 13.000 manillas. Sin embargo, la mejor
fuente de información procede de unos años posteriores, cuando la corona
portuguesa realizó un contrato trianual con Cristoff Fugger a finales de 1547.
En este documento, se establece el envío de 6.750 quintales de manillas
destinadas al comercio de San Jorge de Mina y 750 quintales para el resto de
Guinea. Estas manillas, denominadas “tacoais”, pesaban entre los 284 gramos
(las destinadas a la estación de San Jorge de Mina) y los 241 gr. (las
destinadas al resto de Guinea). El contrato no sólo especifica la importación
de manillas, también se utilizan con idéntico fin los orinales, cazuelas y
cuencos de barbero (Fig. 2).
Figura 2.- A comienzos del
s. XVI, una esclava y su hijo, podían adquirirse por cuatro manillas y una
bacina de barbero.
A
partir de estos datos, podemos determinar que las manillas encontradas en
Getaria se corresponden con el tipo denominado “tacoais”, vigente durante la
primera mitad del s. XVI, su peso de 306 gramos es ligeramente menor que el que
se señala hacia 1513 (de 312 gr.) y algo mayor que lo estipulado en el contrato
de 1547 anteriormente citado.
Las
manillas encontradas en Guetaria presentan unas características
diferentes a las de los tipos publicados por Johanson en 1967, falta en ellas el ensanchamiento de su zona
terminal, que confiere a la mayoría de las manillas europeas un inconfundible
aspecto. En los ejemplares hallados en el pecio de Getaria, el diámetro va
aumentando progresiva y gradualmente hacia el extremo. Su diámetro en la zona
media de 12 mm. se aproxima al observado en la manilla “mkoporo”, si bien el
cociente entre el diámetro de la zona terminal y la zona media es de 1,86, muy
similar al valor que presenta el tipo “popo” (Fig. 3). Por este motivo estas manillas habían sido identificadas
como de tipo “popo primitivo”. Su composición metalográfica es muy sencilla:
siete partes de cobre, dos de cinc y una de plomo, mientras en tipos más
modernos (atoni, onoudu y popo), aparece menor proporción de cobre y cinc y más
cantidad de plomo (el cobre y plomo oscilan entre un 30 y un 50%), con
cantidades significativas de estaño y
arsénico, elementos ausentes en las manillas de Guetaria.
Figura 3.- Diferentes
tipos de manillas europeas utilizadas en el comercio africano.
Con
respecto a los calderos, utilizados también como moneda, para el período
comprendido entre 1504 y 1531, de todo el latón y cobre facturado a la estación
de Mina, un 81% lo fue en forma de manillas y el resto en forma de diferentes
tipos de calderos. Probablemente los encontrados en Guetaria se corresponden
con los tipos usados como moneda, se transportaban en conjuntos de tres en
tres, el exterior de mayor tamaño, con un diámetro de 348 mm. y un peso de
1.220 gramos, el intermedio con 315 mm. y 960 gramos y el más pequeño con un
diámetro de 268 mm. y un peso de 760 gramos.
Figura 4.-
Antiguo grabado, a la derecha imagen de la ensenada de Guetaria donde acaeció
el naufragio.
El
naufragio de Guetaria no es un acontecimiento excepcional (Fig. 4), encontramos otro muy similar y bien documentado ocurrido
el 19 de enero de 1527 frente a la costa de Gunwalloe en Cornwall (S. de
Inglaterra), se trataba en este caso del barco “San Antonio”, una carraca
portuguesa que transportaba lingotes de cobre y plata, calderos y otros
recipientes, tejidos, armaduras y diferentes piezas no especificadas. En este
cargamento cabe destacar una partida de 2.100 bacinas de barbero, probablemente
destinadas también al comercio africano(2).
Notas:
(1) Benito, A. & M. Ibáñez
(2005). “Premonedas” portuguesas destinadas al comercio del oro en la costa
africana en el siglo XVI: estudio de las “manillas” y calderos hallados en un
pecio de Guetaria (Guipúzcoa). Gaceta Numismática 157: pp. 63-81.
(2)
Chynoweth, J. (1968) The wreck of the St. Anthony. J. Roy. Inst. Cornwall
4/5 (4).
Anexos
I.- Ibáñez, M., (2005). Una moneda colonial para el comercio africano: Las “manillas” (slave token). Crónica Numismática 16 (173):42-45.
II.- Benito, A. & M. Ibáñez (2005). “Premonedas” portuguesas destinadas al comercio del oro en la costa africana en el siglo XVI: estudio de las “manillas” y calderos hallados en un pecio de Guetaria (Guipúzcoa). Gaceta Numismática 157: pp. 63-81.
III.- Ibáñez,
M., (2005). Portuguese “tacoais” manillas
and pots from the XVI Century used as money for the African trade. Der
Primitivgeldsammler
26(1): 9-14.
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