Monedas populares
o sociales: almudes, fanegas y jornales. Artículo
publicado en: Eco Filatélico y Numismático 59(1105)
(Febrero 2003): pp. 44-45.
Miguel
Ibáñez Artica.
Además
de la moneda “oficial”, durante ciertas épocas y en determinados lugares, han
circulado otros tipos de moneda “local” en ámbitos más o menos restringidos.
Los primeros antecedentes documentados sobre este fenómeno aparecen en los informes presentados ante la
inquisición española y ante el monarca Carlos III, por Agustín Coronas y
Paredes, entre los años 1724 y 1768. En ellos se daba cuenta de un tipo de
moneda popular, denominado “claco” o “tlaco”: “ ...numerosos tipos de monedas que se usan en las tiendas de los
mestizos de la ciudad de México y en otras partes de reino, las hay de metal,
de cobre y algunas son de madera y cada una de ellas lleva un nombre o es
denominada por algún sonido...”. Debido a la escasez de moneda
fraccionaria, los comerciantes, las haciendas y las empresas mineras acuñaban
su propia moneda, llamada “claco” que en lenguaje náhuatl significa “mitad”.
No
hay que viajar mucho en el tiempo para descubrir este tipo de moneda social
alternativa a la oficial. La mejor conocida actualmente es la utilizada en los “clubs
de trueque” en Argentina, denominada “crédito”. Cada club está
formado por una serie de personas, “prosumidores”, utilizado el término acuñado
por Toffler. Es decir personas, que son simultáneamente productores y
consumidores de bienes y servicios. El primer club de trueque surgió en Buenos
Aires en abril de 1995 con una treintena de socios. En la actualidad (2003) ya
existen más de 450 clubs, donde medio millón de personas utilizan este sistema
de forma cotidiana, y más de un millón de forma esporádica. Se estima que cada
año se intercambian bienes y servicios por unos 400 millones de dólares
utilizando los “créditos” (Figura 1).
Figura
1.- Ejemplos de
“moneda social”: “Crédito” argentino,
La
experiencia no es nueva y tiene precedentes en los “notegeld” alemanes emitidos
después de la I Guerra Mundial. En la actualidad son numerosas las comunidades
que en todo el mundo utilizan monedas
sociales o alternativas, como mecanismo de defensa ante la profunda crisis
económica que atenaza y ahoga a numerosos países en todo el planeta.
Figura 2.-
“Notegeld” alemanes emitidos tras la I Guerra Mundial. Estas monedas de
necesidad locales se fabricaron con elementos muy variados, como cerámica o
hierro.
Estas
“monedas sociales” o “paralelas” son objeto de estudio por parte de los economistas y sociólogos(1),
pero sin embargo constituyen el “pariente pobre” en el campo de la numismática
y suelen considerarse como fichas u objetos monetiformes pero no como
auténticas monedas. Por el contrario, los magníficos ejemplares de oro y plata
acuñados desde la Edad Media, como las doblas de diez doblas, los centenes o
los cincuentines, que probablemente nunca fueron utilizados como moneda, sino
más bien como objetos de regalo y prestigio, sí que aparecen en todos los
catálogos, al igual que las modernas acuñaciones conmemorativas en oro y plata
que realiza la Fábrica de la Moneda, dirigidas exclusivamente al mercado del
coleccionismo. Todas estas vistosas piezas son denominadas monedas, aunque
cumplen una función medallística, por el contrario, las “monedas paralelas” que
sí han circulado y cumplido plenamente una función monetaria, muchas veces son
denominadas “fichas” o “tokens”.
Con
respecto al contexto en que han circulado las monedas populares, existe una
enorme variedad de ámbitos: emisiones realizadas por los ayuntamientos, por
algunas fincas y haciendas para sus trabajadores, por sindicatos y cooperativas
obreras, por gremios de comerciantes, etc... También son variadas las
denominaciones o unidades de valor que expresan, y aunque en muchos casos se
indica en ellas la moneda oficial en curso (reales, pesos, centavos, bolívares,
pesetas, céntimos...) en otros,
presentan denominaciones populares como “jornales”, “peones” (peonadas),
“días” y “días de trabajo”, “tareas”, “cajones”, “cajas”, “cajuelas”,
“barriles”, “tarros”, “bolsas”, “medidas”, “mitades”, “fanegas”, “almudes”, “cuartillos”, etc...
No hay que olvidar que la misma palabra “peseta”, proviene del apelativo popular con que la
gente bautizó la pieza de dos reales de plata, y este término fue adoptado para
designar la unidad monetaria española tras el derrocamiento de Isabel II,
sustituyendo la antigua denominación de “real”.
Figura 3.-
Jornales, cuartos y medios jornales emitidos en Osuna (Sevilla) y Fanegas y
medias fanegas acuñadas en Antequera (Málaga).
Al
analizar las diversas denominaciones que han recibido las monedas populares,
tanto en España como en América, encontramos por una parte nombres que hacen
referencia al pago de un tiempo determinado de trabajo (jornales, peonadas,
días de trabajo, horas...), lo cual resulta lógico, ya que el trabajador recibe
su jornal en una moneda denominada precisamente “jornal”. Lo que resulta más
curioso es la frecuencia de términos relacionados con diferentes medidas de
capacidad, generalmente utilizadas para los cereales: almudes, fanegas,
cajuelas, cuartillos...
Figura 4.-
Almudes y fanegas utilizados en Puerto Rico y Cuba.
Este
hecho está relacionado con la costumbre de abonar los salarios en especies (muchas veces en cereal) medidas en unidades
de capacidad, como las fanegas y los almudes. En muchos pueblos de Navarra,
hasta bien avanzado el s. XIX, existía la costumbre de abonar el salario del
maestro o maestra del pueblo en robos de trigo, siendo el robo una medida
tradicional en Navarra hasta hace muy poco tiempo. En otros casos, el
trabajador que recolectaba un determinado número de unidades de volumen (de
café, cereal…), recibía estas fichas acreditativas, que posteriormente canjeaba
por dinero en las oficinas de la hacienda o cortijo.
A
pesar de la existencia de importantes catálogos para algunas regiones (la obra
de A. López sobre las monedas de cooperativas catalanas o la de R. Rulau sobre
los “tokens” latino-americanos) queda un largo camino por recorrer en el
estudio y conocimiento de este interesante y desconocido campo de la
numismática.
(1) En los últimos años, y con
posterioridad a la publicación de este artículo, han aparecido varios trabajos
sobre este tema, por ejemplo:
Gryckiewicz,M. & M. Puertas A la sombra delarbolito. Catálogo de monedas sociales de Argentina y Uruguay. II Conferencia Internacional en Circuitos
Monetarios Complementarios en las Diversas Economías. La Haya, Holanda.
19-23 junio, 2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario