2.1.- Monedas celtas de la Galia : imitaciones de las
monedas griegas, romanas e ibéricas. Eco
Filat. y Numism. (Junio, 2007), 62(1153): 60-61. Imitaciones del denario de
“Baskunes” en la Galia
Belga. Eco Filat. y Numism. (Julio-Agosto, 2007), 62(1154): 56-58.
El término “keltoi”, es decir
“celtas” en griego, aparece por vez primera en el siglo VI a.C. para designar a
las poblaciones que vivían al norte de la colonia griega de Marsella, y los
romanos designaron con el nombre de “galos” a los pueblos de legua celta que
vivían en el continente.
Las primeras monedas celtas
aparecieron en el siglo segundo(1) antes de nuestra Era, y copiaron
las figuras que aparecen en las monedas de oro macedónicas de Filipo II y
Alejandro Magno (382-336-323 a .C.)
y que probablemente trajeron como pago a sus servicios los mercenarios galos
que regresaban a su tierra de origen (Figura
1).
Figura 1 .- Prototipo de estátera de Filipo II de Macedonia (359-336 BC), e imitaciones en oro de los ambianos, s. II a.C. |
En una segunda fase, como probable
consecuencia del comercio con los romanos, los galos introdujeron en su
numerario el patrón de plata, basado en el denario de Roma, que en muchas
regiones sustituyó a la antigua moneda de oro a partir de la segunda mitad del
siglo II a.C.. Durante este tiempo surgió un nuevo tipo monetario de menor
valor, el “potín”, moneda fundida en moldes con una aleación de cobre, plomo y
estaño (Figura 2). Por último las
monedas de bronce aparecieron en época tardía en la Galia (salvo en la Narbonense , donde ya
existían, como en la
Península Ibérica , debido a la influencia romana) hacia los
años 70-60 a .C.,
y en la zona noroeste de la
Galia (Galia Belga) se acuñaron un gran número de variadas
monedas en los santuarios.
Figura 2 .- Potines de la Galia |
En muchos casos se imitaban otras
monedas como los dracmas masaliotas y los denarios romanos (Figura 3), desarrollándose una variada
tipología que incluye bustos, figuras mitológicas y monstruos, así como
animales donde predominan el caballo y el jabalí. Entre los pueblos celtas de la Península Ibérica
y los del resto del continente existe una notable diferecia estilística,
mientras los primeros reflejan fielmente los temas representados en la más
estricta tradición artística greco-latina, señalando claramente el nombre de la
ceca emisora, los pueblos celtas del resto de Europa desarrollan un estilo
propio, tradicionalmente calificado como de “arte bárbaro” y que no es sino un
arte abstracto muy similar al que se ha desarrollado en el siglo XX , por otra
parte no suelen llevar información epigráfica que permita identificar el lugar
de acuñación.
En este artículo nos centraremos en
una de las poblaciones celtas de la Galia Belga , la tribu de los “Ambianos” que
podemos localizar en la región que circunda la actual población gala de Amiens,
en el norte de Francia, en esta zona se emitieron dos series de monedas que
presentan unas características singulares, la primera imita en tipos y tamaño
al denario ibérico de “Baskunes”, si bien en este caso el material utilizado en
su fabricación es bronce y no plata, la segunda serie de emisiones imita la
moneda anterior conservando la iconografía del reverso, pero cambiando
sustancialmente la del anverso.
Cabe preguntarse, ¿cómo llegaron los
denarios de “Baskunes” a esta alejada región de la Galia Belga ?, y ¿por
qué fueron imitados precisamente estos denarios?. Pero antes de intentar
contestar a estas cuestiones, que desarrollaremos en un artículo posterior,
vamos a analizar brevemente las características de la ceca ibérica de
“Baskunes”.
Durante muchos años, los
investigadores (linguistas, numismáticos e historiadores) han dado por sentado
que el término “Barskunes/Baskunes” se identifica claramente como los “vascones”
que habitaban la zona próxima a Pamplona, lo cual parece una deducción evidente
a la vista de la similitud fonética entre ambos términos. Pero en los últimos
años las cosas se han complicado algo, a partir del importante descubrimiento
linguístico(2) de que el sufijo “-es” no es como se creía un
nominativo plural de una etnia, sino el ¡ablativo singular de un topónimo!.
Según esto, el significado del término “Barskunes” pasa a ser “para Barsku”. Es
decir la ceca o población que emitió estas monedas se llamaría “Barsku” (o
Basku en época posterior). Esta nueva interpretación nos plantea dos nuevas
cuestiones, en primer lugar el nombre que lleva la moneda puede ser
interpretado como “para ser usado por Barsku” o “fabricado para Barsku”, de
forma que podríamos pensar en artesanos ambulantes, buenos conocedores de la
tecnología de la fabricación de monedas, que se desplazarían a través del
territorio ofertando sus servicios a las poblaciones de la zona. Estas
poblaciones, probablemente no muy grandes, contratarían las emisiones más como
una señal de prestigio que como una verdadera necesidad económica, y de esta
sutil forma, poco a poco se iría introduciendo la costumbre de utilizar la
moneda en poblaciones prerromanas que nunca antes la habían utilizado. Esta interpretación,
que por el momento no deja de ser una mera hipótesis, explicaría las enormes
similitudes que ocasionalmente podemos encontrar en las imágenes de diferentes
cecas ibéricas, dado que serían los mismos maestros monederos los que
fabricarían las emisiones para varias poblaciones diferentes. La segunda
cuestión es que “Barskunes” sería un término celta para designar al pueblo de
“Barsku” (con posterioridad se perdió la letra “r”), posiblemente de etnia
vascona. Cuando actualmente hablamos del idioma vasco, en el idioma original
habría que decir “euskera”, es decir que el término “vasco” no es “vasco”,
“euskera” sí. Pues lo mismo que ocurre hoy en día, pudo haber pasado hace más
de dos milenios, y bien pudieron ser los celtas fronterizos los que acuñaran
este término (Basku-Vasco) para denominar una población habitada por gentes de
etnia vascona que no habían desarrollado la escritura. De hecho la primera
mención explícita a los vascones es bastante tardía y se remonta al año 76 a .C. en una cita de Tito
Livio (XCI) referida a las guerras sertorianas. Las restantes fuentes clásicas
acerca de los vascones son de época posterior (Plinio, Estrabón, Ptolomeo
.....). Aparte de la tradicional localización de la ceca de “Baskunes” en las
proximidades de la actual Pamplona, se han propuesto otras ubicaciones, como
Rocaforte-Sangüesa (Canto, 1997), basándose en el nombre que los árabes daban a
esta zona: “Baskunsa” (muy similar al nombre de la ciudad que emitió las
mencionadas monedas).
Otro hecho que no deja de resultar
sorprendente es la enorme cantidad de denarios de plata que se emitieron en la
ceca de “Baskunes” en un período inferior a un siglo, desde que comenzaron a
fabricarse, probablemente a partir de la caída de Numancia (133 a .C.) hasta que finalizaron
las emisiones autóctonas peninsulares tras la batalla de Munda (45 a .C.). Este hecho solamente
se justifica en un contexto de situación bélica casi permanente, donde era
necesario pagar a las tropas de mercenarios indígenas que participaban como
aliados contra otros pueblos celtibéricos, y también en las guerras civiles que
los propios romanos protagonizaron en la Península Ibérica.
Dentro de la moneda acuñada en la Galia por los pueblos
celtas, encontramos unas curiosas imitaciones en bronce del denario de la ceca
de “Baskunes”, que se han sido halladas en las excavaciones realizadas en
algunos santuarios al norte de Francia (como en el de Digeon). El primer autor
que describe estas monedas es E. Lambert en 1864, llegándo a facilitar incluso
su dibujo (lámina VIII nº18), pero considera que se trata de una moneda
ibérica, y como tal se va transmitiendo en la bibliografía hasta bien avanzado
el siglo veinte.
Generalmente se admite que los
primeros denarios de “Baskunes” comenzaron a acuñarse en la segunda mitad del
siglo segundo antes de nuestra Era, estas primeras piezas eran de buen estilo (Figura 4a) y siguieron fabricándose
hasta llegar a las copiosas emisiones del primer tercio del siglo I a.C.,
relacionadas con las guerras sertorianas (83 – 72 a .C), donde son frecuentes
los tesorillos de denarios que incluyen piezas de las cecas de Baskunes,
Sekobirikes y Turiasu (como el de la cueva de Usastegi en Ataun, Guipúzcoa).
Estas acuñaciones tardías poseen un estilo más degenerado, donde por ejemplo, el
busto del anverso en las piezas de Baskunes presenta una nariz de gran tamaño y
la barba se resuelve con unos pocos puntos gruesos (Figura 4b). Este aumento en el tamaño de la nariz en los bustos que
aparecen en las monedas ibéricas es típico cuando los cuños se desgastan y se
retocan manualmente para prolongar su vida. Es precisamente una de estas
emisiones tardías la que utilizarán como modelo los celtas ambianos del norte
de la Galia (Figura 4c).
Figura 4 .- Denario de la ceca "Baskunes”. |
Los dos tipos de emisiones celtas
que copian la moneda de la ceca ibérica de Baskunes son muy diferentes y nos
dan valiosas pistas acerca de las técnicas de fabricación utilizadas. En el
primer caso(3), la perfecta similitud, tanto en anversos como en
reversos, entre los bronces de “IMONIN” y sus prototipos de denarios de
“Baskunes”, nos lleva a pensar que los mismos denarios ibéricos pudieron servir
como modelo o “patriz” (Figura 5), de
donde se obtendrían las matrices para fabricar las monedas, posiblemente
reproduciendo los cuños en cera y rodeándolos de arcilla para formar el molde
que posteriormente se rellenaría con bronce fundido, mediante la técnica de la
“cera perdida” utilizada en la antigüedad. Sobre los cuños de cera se
introdujeron algunas pequeñas modificaciones como, en el anverso: adición
delante de la cara, de una pequeña culebra o dragón, y debajo un círculo con un
punto inscrito (lo que sería la letra silábica ibérica “ku”), por contra en la
leyenda del reverso, la letra ibérica “Ku” pierde su punto central
transformándose en la letra latina “O”. También en el reverso, se modifica la
cabeza del jinete, haciéndola resaltar más mediante el curioso procedimiento de
hacer un punto que actúa de ojo, y trazar a partir de él una espiral, colocando
en la parte superior cuatro pequeños picos que simulan el pelo. También se
modifica la cola del caballo y las dos últimas letras de la leyenda ibérica “E”
y “S” se cambian por una “I” y una “N”. Todas estas modificaciones pudieron
añadirse fácilmente después de haber obtenido la imagen en negativo (incusa) en
un material blando (cera o arcilla) a partir de un denario original de
“Baskunes”.
Figura 5 .- Imitaciones de los celtas ambianos: "bronces de IMONIN". |
La segunda emisión es completamente
diferente y se realizó diseñando nuevos cuños, transformando completamente el
anverso, sustituyendo el busto por un dibujo donde aparecen un par de torqueses
en posición central y bajo ellos un collar rematado por sendas cabezas
animales, encima, unas figuras de apariencia vegetal y bordeando la parte
inferior, una serie de semicírculos con un punto interior (Figura 6). En el reverso se mantiene la figura del jinete con
espada, si bien muy modificado respecto al modelo original, en este caso
aparece la leyenda “IMONO”, donde las letras “O” llevan el punto central
característico de la letra silábica “Ku”, tal como aparece en el denario de Baskunes,
pero que curiosamente no figura en la emisión anterior. Este mismo símbolo
queda grabado también sobre parte trasera del caballo. En una de las emisiones
(Figura 6d) puede verse una pequeña
figura bajo el caballo, parece tratarse de un caballito de mar, que también
aparece representado en algunas emisiones de los celtas ambianos.
Figura 6 .- Imitación de los ambianos del denario de "Baskunes", denominada “pequeños bronces de IMONO”. |
Curiosamente estos dos tipos
monetarios no aparecen juntos, y se dan en zonas geográficas diferentes,
mientras el primero, la imitación casi exacta del denario de Baskunes, se
encuentra al norte en el Departamento del Somme, en La Picardía (santuario de
Digeon, al sudoeste de Amiens), el segundo tipo, calificado como “homotipia de
contigüidad” (4), aparece más al sur, en el departamento del
“Seine-Maritime” (hallazgos de Rouen) y según esto sería una emisión posterior
que copia la primera imitación. Sin embargo hay un hecho a tener en cuenta, y
es la conservación en estas piezas (bronces de IMONO) de la letra silábica
ibérica “ku” en la leyenda del reverso, que había desaparecido en la emisión
anterior (bronces de IMONIN). Este dato nos permite plantear otra hipótesis, el
denario de “Baskunes” fue imitado al mismo tiempo en dos zonas próximas
independientemente y utilizando técnicas distintas, en el primer caso (IMONIN)
empleando los propios denarios como punzones para fabricar los cuños, y en el
segundo (IMONO) abriendo nuevos cuños, operación que permitió introducir
mayores modificaciones en los motivos, conservando en este caso sólamente la
figura original del reverso del denario de Baskunes.
No son éstas las únicas emisiones
donde encontramos jinetes armados en las monedas celtas emitidas por los
ambianos de la Galia Belga ,
también podemos ver el jinete portando un “falx” u hoz de guerra, similar al de
las emisiones ibéricas de las cecas de “Oilaunikos” y “Umanbaate” (Figura 7b), esta última situada también
en territorio vascón, si bien este caso no podemos demostrar que las emisiones
galas hayan copiado a estas cecas ibéricas.
Figura 7 .- a: Bronce ambiano con jinete portando un “falx” u hoz de guerra. b: As de la ceca de Umanbaate (Navarra, España). |
En cuanto a la cronología de las
imitaciones del denario de Baskunes, los datos más relevantes proceden de las
excavaciones del santuario de Digeon (Somme), donde aparecieron varias piezas
del primer tipo en un contexto arqueológico (junto con fíbulas, y monedas
romanas) (5)que dan una datación bastante tardía para este tipo de
emisiones, entre los años 40 y 70 de nuestra Era, es decir un siglo después de
que cesara la fabricación de la moneda ibérica de “Baskunes” (en el 45 a .C) y de que la Galia hubiera sido
completamente conquistada por Cesar (51 a .C.). Paradójicamente mientras los celtas
seguían acuñando esta imitación de la moneda ibérica, las acuñaciones más
cercanas al lugar donde se había emitido el prototipo, era los numerosos ases
romanos de Cascantvm (Cascante), de tiempos del emperador Tiberio. ¡Estas
imitaciones galas fueron fabricadas probablemente durante los mandatos de los
emperadores Claudio y Nerón!.
Puede sorprender la diferente
cronología de los denarios de Baskunes (siglo I a.C.) y sus imitaciones galas
(siglo I d.C.), pero por ejemplo, hemos podido ver en el artículo anterior cómo
las estáteras griegas de oro de Filipo II y Alejandro Magno, fueron imitadas
por los ambianos nada menos que ¡dos siglos más tarde!.
(1) Tradicionalmente se consideraba que las
primeras emisiones de oro galas correspondían al s. III a.C., pero
recientemente se ha retrasado esta cronología en base a estudios metrológicos.
(2) VILLAR, F. (1995). Estudios de celtibérico y de toponimia prerromana. Univ. Salamanca,
276 pp.
(3) IBÁÑEZ, M., 1993. Relations entre la Gaule belgique et la Celtibérie. Bull. Soc. Fr. Numismatique. 48(5): 564‑566.
(4) DELESTRÉE, L.P.,
1996. Monnayages et peuples gaulois du
Nord-Ouest. Ed. Errance. Paris :
144 pp.
(5) DELPLACE, Ch.,
1987. Monnaies du sanctuaire de Digeon (Somme ).
En: Monnaies
gauloises découvertes en fouilles. Dossier de Protohistoire 1: 125-137.
No entiendo porque los Galos copiaban las monedas de Roma y Grecia pudiendo fabricar las suyas propias,
ResponderEliminarque valor puede tener una moneda como potin de la galia o un imono ?
ResponderEliminarHola quiero saber,cual es el precio$ de la moneda gala 👉(a)original
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