La pesca del
bonito en una premoneda de las Islas Salomón. Artículo
publicado en: Eco Filatélico y Numismático 71(1244)
(Octubre 2015): pp. 48-49.
Miguel
Ibáñez Artica.
Malaita
es una pequeña isla volcánica de forma alargada, con 164 Km. de longitud y 37
km. de anchura, actualmente habitada por una población de unos 140.000
melanesios, y que pertenece a las Islas Salomón del Pacífico Sur. En esta isla,
descubierta en 1568 por el español Álvaro de Mendaña, la moneda más valiosa es
la denominada “Dafi”, que consiste en un colgante elaborado con la concha de la
ostra perlífera Pinctada maxima (Jameson, 1901) recortada en forma de
luna creciente y que habitualmente presenta una figura superpuesta del ave
marina conocida como fragata pelágica Fregata
minor (Gmelin, 1789), elaborada con concha de tortuga marina. Esta moneda
concha, utilizada como adorno exclusivamente por los hombres, sirve como
“moneda de sangre” para resarcir a los familiares de alguien que ha muerto de
forma violenta(1).
La
forma de la concha recuerda la “kina”, moneda tradicional en la vecina
Papúa-Nueva Guinea, país que actualmente denomina “kina” a su moneda oficial en
recuerdo de las monedas-concha autóctonas. Sin embargo la figura de la fragata
es característica de las Islas Salomón,
y la fascinación por esta ave marina reiteradamente representada en el arte
popular de la región, tiene una explicación que va más allá del papel
premonitorio que tienen estas aves al anunciar huracanes y tormentas, y está
relacionada con el “culto del bonito”(Ross, 1981).
Uno
de los principales recursos de la población de Malaita es la pesca de túnidos
medianos o pequeños, denominados conjuntamente con el nombre español de
“bonito”, entre estas especies destaca el listado o Katsuwonus pelamis (L. 1758), muy apreciado para la industria
conservera y en la gastronomía japonesa donde recibe el nombre de “katsuo”, así
como algunas especies más pequeñas del género Sarda (S. australis, Macleay, 1881 & S. orientalis, Temminck & Schlegel, 1884).
Figura 1.-
Ataque de las
“fragatas” a un cardumen de peces y pesca del bonito en las Islas Salomón.
Los
cardúmenes de estos peces constituyen un impresionante espectáculo cuando son
atacados desde el cielo por las aves fragata, que como dardos, se lanzan en
picado para conseguir sus presas (Figura
1), mientras otros grandes depredadores como los tiburones atacan desde las
profundidades (2). Este frenesí de depredación, donde se mezclan los
chillidos de las aves con el chapotear de los peces que saltan fuera del agua,
señala a los pescadores el lugar donde se concentran los peces, de forma que
las fragatas constituyen unos importantes aliados para la localización de la
pesca. Por este motivo se venera y respeta a esta ave marina que aparece
representada en las valiosas monedas concha, tanto en la de forma circular
denominada “tema” y utilizada en la isla de Santa Cruz, como en las “dafi” de
Malaita utilizadas también como adorno de manera exclusiva por los hombres.
En
fecha reciente hemos tenido ocasión de estudiar una de estas monedas concha (Figura 2) que excepcionalmente presenta
un estilizado grabado donde se refleja el ataque de uno de estos pájaros a un
bonito. La concha tiene una anchura de 20 cm. y una altura máxima de 7 cm., y
en sus extremos muestra sendas cabezas de fragatas recortadas en la concha.
Figura 2.-
Moneda-concha “dafi” de la Isla de Malaita que muestra el ataque de un
pájaro fragata a un bonito.
Los
habitantes de las Islas Salomón destacan el hecho de que tanto los hombres como
los peces denominados “bonito”, tienen en común el color rojo de su sangre, y
las acciones de ambos están controladas por espíritus sobrenaturales. Por este
motivo las ceremonias de iniciación de los jóvenes están centradas en las
expediciones de pesca del bonito. Tras capturar su primer pescado, los jóvenes
pescadores lo colocan entre sus brazos como si fuera un bebé y los llevan al
mar. Ritualmente transformados o renacidos en una ceremonia equivalente a un
bautismo, los jóvenes regresan al poblado donde suben a una gran plataforma con
forma de animal denominada “gea”, al abandonar esta plataforma, los muchachos
pasan de ser niño/bonito a convertirse en hombre/tiburón, iniciando con esta
ceremonia su etapa de vida como adultos. El inciado se convierte, como el resto
de los depredadores en guardian y protector del bonito, de cuya existencia
depende en definitiva su propia supervivencia. El bonito representa la fase
infantil mientras el tiburón, como depredador final, simboliza la etapa del hombre
adulto (Werness, 2006, p.52).
En esta región del Pacífico centro.occidental, área 71 de la
FAO, se capturan todos los años más de millón y medio de toneladas de listados
(Katsuwonus pelamis), parte de las
cuales se captura por la flota de atuneros congeladores de Bermeo, y el
crecimiento de esta pesquería es espectacular, desde las 100 toneladas de los
años 70 del siglo XX hasta los 1,6 millones de toneladas en el 2009.
Notas:
(1) “Si un hombre mata a otro hombre debe
pagar como recompensa de sangre lanzas, colgantes dafi, flechas o tierras. Esto
es lo que se pagaba antaño.” (Traducción de una grabación realizada a Bita
Saetana).
(2) Las impresionantes imágenes del ataque
combinado de fragatas y tiburones, puedne verse en el documental “Océanos” (2009)
(http://www.youtube.com/watch?v=YG0WE2MgTBs).
Bibliografía:
Akin, C., 1981.
The origins of Shell Money in Kwaio. From a tape by Bita Saetana. Traditional Money Ass. 2, 2: 8-11.
FAO, 2011. Review of the
state of world marine fishery resources. Fao Fisheries and Aquaculture Technical Paper n. 569:
354 pp.
Ross, K., 1981.
Shell ornaments of Malaita: Currency and ritual valuables in the Central
Solomons. Expedition 23(2): 20-26.
San Millán, M.D. & M. Ibáñez, 2012.
Las “monedas-concha” de Oceanía. Numisma 62(256): pp. 147-206.
http://www.numisarchives.blogspot.com.es/2014/08/imagenes-del-articulo-las-monedas.html