“Monedas” para
ahuyentar al diablo. Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 75(1283)
(Abril, 2019): pp. 49-51.
Miguel Ibáñez Artica
En
otros casos los amuletos son manufacturados y adoptan diversas formas como la
“mano de Fátima” (Figura 1b), el “ojo
turco” (Figura 1c) o los “llamadores
de ángeles” (Figura 1d) que
supuestamente sirven para protegerse del “mal de ojo”, maldiciones y otros
tipos de encantamientos y hechizos.
Figura
1.- Amuletos para protegerse de
los malos espíritus; a: “Eguzkilore”; b: “Mano de Fátima”; c: “Ojo turco”
decorado con antiguas monedas de plata del Imperio Turcomano; d: “llamador de
ángeles”.
Entre los
objetos con aspecto de monedas encontramos uno, identificado como “mereau” o
“jetón”, que presenta una característica cruz cantonada por las letras C, S, P
y B, y con las letras CSSML en el brazo vertical y NDSMD en el horizontal, con
la leyenda circular: V.R.S.N.S.M.V-S.M.Q.L.I.V.B. (Figura 2).
Figura
2.- Cruz de San Benito.
Encontramos
este singular objeto en muchos monetarios de museos y colecciones antiguas,
entre las piezas calificadas genéricamente como “fichas” o “jetones”. En
realidad se trata de un amuleto utilizado durante siglos como protección contra
el diablo, y que lleva una característica cruz con letras en su interior,
conocida como “la cruz de San Benito”.
San
Benito de Nursia (480-547 d.C.) fue un religioso cristiano, considerado como el
fundador de la vida monástica en Occidente al crear la orden de los
benedictinos, sin embargo su fama como protector de hechizos y brujerías se
remonta al año 1647, cuando en la ciudad alemana de Natremberg (Baviera) fueron
arrestadas varias personas acusadas de hechicería. En los interrogatorios
declararon que nunca habían podido ejercer sus maleficios en la abadía de San
Miguel de Metten, atribuyendo este hecho a la protección que la Cruz ejercía
sobre el monasterio. Los magistrados de la ciudad consultaron a los
benedictinos de la abadía, y observaron varias antiguas representaciones de
cruces con misteriosas letras, pintadas en las paredes. Al investigar en la
biblioteca del monasterio, se descubrió un antiguo manuscrito datado en 1415,
en el que figuraba un dibujo de San Benito sosteniendo en su mano derecha un
bastón rematado por una cruz con la leyenda “CRUX SACRA SIT M(ichi) LUX N(on) DRACO SIT MICHI DUX” (que la santa Cruz sea mi luz. Que el dragón (diablo) no
sea mi jefe), y en la mano izquierda una cartela con las frases “VADE RETRO
SATANA NUQ(uam) SUADE M(ichi) VANA. SUNT MALA QUE LI(b)AS IPSE VENERA BIBAS” (Aléjate,
Satanás; no vengas a aconsejarme tus vanidades: la bebida que viertes es mala:
bebe tú mismo tus venenos), lo cual permitió interpretar las misteriosas letras
que aparecían sobre las cruces del monasterio.
Así pues nos encontramos con una invocación para alejar al demonio incorporada a una cruz cuyos brazos rematan en dos picos, y aunque probablemente este tipo de imagen ya fue utilizada como amuleto para alejar al diablo y a los malos espíritus desde comienzos del siglo quince --o incluso en una época anterior-, su popularidad y difusión se dio a partir de la segunda mitad del siglo XVII, atribuyéndosele las siguientes propiedades: destruir la brujería y todas las demás influencias diabólicas; dar protección a las personas tentadas, engañadas o atormentadas por espíritus malignos; obtener la conversión de los pecadores, especialmente cuando se encuentran en peligro de muerte; servir de armadura contra la tentación; destruir los efectos del veneno; asegurar un nacimiento oportuno y saludable para los niños; como protección contra las tormentas y relámpagos, y servir como remedio eficaz para dolencias corporales y medio de protección contra las enfermedades contagiosas.
Existen dos tipos principales de
medallas o “mereaux” de San Benito, que podemos datar entre los siglos XVII y
XIX, el primero presenta en el anverso
la imagen del santo con un crucifijo y la leyenda “S.BENEDICTVS” y en el reverso
la cruz con las leyendas indicadas anteriormente, y las iniciales IHS en la
parte superior de la leyenda circular (Figura
3).
Figura
3.- Antiguo “Mereau” o medalla de
San Benito con la imagen del santo. Al fondo una pintura donde se representa la
captura de un demonio.
Un segundo tipo más frecuente, presenta las iniciales IHS y la mencionada leyenda circular en el anverso, mientras en la otra cara aparece la cruz de San Benito cantonada con las iniciales C/S/P/B (CRUX SANCTI PATRIS BENEDICTI, es decir “la cruz del Santo Padre Benito”) (Figura 4). Si bien estos objetos en un principio llevaban una pequeña anilla en su parte superior con el objetivo de ser utilizados como medallas colgadas al cuello, en muchos casos la anilla ha sido eliminada con la finalidad de portar la medalla más cómodamente en el bolsillo o entre la ropa como medida de protección. Por este motivo, su aspecto y tamaño hacen que pueda confundirse fácilmente con una moneda o con un jetón.
Figura
4.- “Mereau” o medalla de San Benito
con las letras “IHS” (Museo de Navarra nº 5957). Al fondo una pintura donde se
representa al santo expulsando el demonio de un monje poseído.
En
marzo de 1742, el Papa Benedicto XIV, aprobó oficialmente
el uso de esta medalla, que había sido previamente calificada por algunas
personas como una superstición. En numerosos ámbitos religiosos esta
medalla es considerada como el talismán más poderoso para alejar al diablo, y
en la actualidad se comercializan fabricadas tanto en metales bajos (aleaciones),
como preciosos (oro y plata), y mantienen la típica cruz con sus leyendas en el
reverso, mientras en el anverso aparece la figura de San Benito de pie. Este es
el actual modelo de la medalla, oficializado en 1880 con motivo de los 1400 años del nacimiento del santo. Otra
variante es el crucifijo que incorpora la medalla de San Benito (Figura 5).
En ocasiones
pudieron utilizarte también algunas monedas como talismanes, este podría ser el
caso de los peniques escoceses del s. XV que aparecen con frecuencia en
enterramientos en Navarra y País Vasco (Oyarzun: 76 ejemplares, Guetaria: 26 ejs.; Tudela: 7 ejs.; Lasarte: 6
ejs.; Lezo: 4 ejs. y Ujué con un número indeterminado). En estas monedas
también figura la imagen de la cruz y la leyenda: "Crux pellit omne crimen”,
un himno del poeta calagurritano Prudencio (Cathemerinon, libro IV) cuyo
significado es: la Cruz ahuyenta
todos los males” texto que encaja muy bien con la finalidad que se dio a estas
monedas al usarlas en los ritos funerarios(1).
Figura 5.- Versiones
modernas de la medalla y cruz de San Benito.
(1) Peniques
escoceses del siglo XV en los ritos funerarios hispanos. Eco Filatélico y Numismático 56(1076)
(Junio 2000): p. 48. http://numisarchives.blogspot.com.es/2015/04/peniques-escoceses-del-siglo-xv-en-los.html
Bibliografía:
Abadía de Silos. Significado e historia de la Medalla de San
Benito.
http://www.abadiadesilos.es/medalla.htm
Guéranger, D. P., 1890, Essai sur l’origine, la signification et les
privilèges de la médaille ou croix de Saint Beniot. París. 151 pp.