Monedas de
madera: los “wooden nickels” americanos. Artículo
publicado en: Eco Filatélico y Numismático 60(1121)
(julio/agosto, 2004): pp. 46-47.
Miguel Ibáñez Artica.
Las
“monedas” de madera más populares en la actualidad, son los llamados “wooden
nickels” americanos, que si bien en su origen (durante la recesión de los años
treinta) tuvieron una función económica y monetaria, en la actualidad
desempeñan un papel estrictamente publicitario y propagandístico.
Dentro
del amplio campo del coleccionismo numismático, existe una sección que se ocupa
de objetos monetiformes, que aunque no son verdaderas monedas, en ocasiones han
llegado a funcionar como tales. Esta sección conocida como “exonumia”(1) agrupa
una amplia gama de objetos como jetones, fichas o tokens de cooperativas,
municipios, casinos, servicios públicos o privados, etc...
Entre
estos últimos objetos cabe destacar, por su importancia en los Estados Unidos y
Canadá, los denominados “wooden nickels” (2), o fichas de madera
impresas, que tienen múltiples funciones y constituyen un amplio y económico
campo del coleccionismo, contando con numerosas asociaciones, clubs y
publicaciones especializadas sobre el tema. Estas curiosas “monedas” se
“inventaron” durante la crisis económica de los años treinta. En diciembre de
1931, y ante la quiebra del banco de Tenino (Washington), los comerciantes hicieron billetes de 25 céntimos, uno, cinco
y diez dólares sobre finas láminas de madera que imitaban a los billetes de
curso legal, imprimiéndose por un total de 11.582,50 dólares. Estos billetes de
necesidad fueron avalados por la cámara de comercio local, funcionando como
moneda durante algún tiempo, y pronto atrajeron la atención e interés de los
coleccionistas. De hecho, el que se imprimieran sobre madera fue una
casualidad, ya que en un principio estaba previsto fabricarlos en papel, pero
una industria local realizó una prueba sobre una fina lámina de madera, que al
final se adoptó para fabricar esta moneda de necesidad. Se realizaron emisiones
en diciembre de 1931, febrero, marzo, abril, junio, julio y agosto de 1932 y en
enero de 1933 (Figura 1).
Figura
1.- Primeros “Wooden
nickels” emitidos como moneda en Tenino (Washington) en 1931 y primeras piezas
circulares “acuñadas” en 1933 en Chicago.
Esta
medida fue imitada en otros lugares, y así al quebrar el banco de Blaine en
1933, se comenzaron a imprimir piezas de 25 céntimos sobre discos de madera
redondos, imitando las populares monedas denominadas “nickels” por el metal con
el que se fabricaban. Así surgió la denominación de “wooden nickels” o monedas
de madera. Muchas otras poblaciones siguieron su ejemplo emitiendo estas monedas
“de necesidad” sobre un soporte de madera, unas veces con forma rectangular
-como los billetes de madera impresos en Tenino-, y otras veces dándoles forma
redondeada a imitación de los de Blaine, modelo que en la actualidad es el más
utilizado.
En
fecha temprana, estas piezas se utilizaron también como elementos publicitarios
en determinados eventos, así en 1933 durante la celebración del “Siglo del
Progreso” en Chicago, se utilizaron estos “wooden nickels” como elemento
propagandístico, y las comunidades locales encontraron una sencilla fórmula,
que permitía a la vez hacer propaganda de los actos y celebraciones populares,
y recolectar fondos para las mismas. Las fichas sirven como recuerdo de las
ceremonias y se adquieren a cambio de una módica cantidad de dinero considerada
como un donativo.
Figura 2.- “Wooden nickels” publicitarios y
conmemorativos. Entre ellos, uno de propaganda de Sos del Rey Católico, primer
“wooden nickel” o “wooden euro” europeo.
En
la actualidad estas “monedas” ya no cumplen su objetivo original de ser
alternativa y sustituto de la “moneda legal”, pero desde los grandes
empresarios hasta los políticos, desde las universidades hasta los pequeños
comerciantes, incluyendo también a los particulares, una gran cantidad de personas
utilizan estas “monedas” de madera para hacer publicidad de sus comercios, en
forma de vales de descuento en la compra de algún artículo, vales de
consumición en restaurantes, bares y cafeterías, como propaganda electoral (y
también para desprestigiar al candidato oponente), para anunciar y financiar
fiestas universitarias, como recuerdo de bodas, bautizos y aniversarios, como
publicidad de conocidas marcas de refrescos, asociaciones de protección de la
naturaleza, conjuntos musicales, felicitaciones navideñas, y en general para
cualquier tipo de celebración, tanto pública como privada. Muchas de estas
piezas presentan los tipos de la tradicional moneda de cinco céntimos
denominada “buffalo nickel” que lleva en un lado la cara de un indio y en el otro
la figura de un búfalo.
Existen
en Estados Unidos numerosas empresas que se dedican a fabricar estos “wooden
nickels”, siendo la más antigua la “Old Time Wooden Nickle Co.” de San Antonio
(Texas), que viene fabricándolos desde 1948 y en la actualidad produce una
media de unos cinco millones de piezas al año.
Figura 3.-
Primer “wooden nickel” europeo, fabricado en Tejas.
(1) La palabra “Exonumia” fue creada por R.
Rulau en 1960. Autor bien conocido por
sus trabajos sobre los “tokens” americanos, es autor de numerosos libros como “United
States Tokens 1700-1900”, “Latin American Tokens”, “Early American Tokens”
etc...
(2)
La denominación “wooden nickel” es una antinomia (dos enunciados contradictorios sobre un objeto, con la
fundamentación lógica convincente por igual) derivada de la utilización de la
palabra “nickel” como sinónimo de la moneda americana de poco valor acuñada en
ese metal, generando el oxímoron: “níquel de madera”.