Representaciones
de “Bilbos” en una medalla italiana del siglo XVI. Artículo
publicado en: Eco Filatélico y Numismático 59(1112)
(Octubre 2003): pp. 42-43.
Miguel Ibáñez Artica.
Durante
el pasado mes de julio (del 2003),
tuvo lugar en Bruselas una importante subasta de medallas en la prestigiosa
firma numismática Elsen (subasta nº 75). Entre varias piezas renacentistas
ofertadas cabe destacar una medalla (lote nº 1541) que reúne las siguientes
características:
Anverso: Leyenda: ANDREAS DORIA PP. Busto del
almirante mirando a dcha. Detrás un tridente y bajo el busto un delfín. Reverso:
retrato del grabador Leone Leoni rodeado de bilbos; detrás del cuello una
galera.
Figura
1.- Anverso y
reverso de la medalla ofrecida por el artista Leoni Leone a su protector,
Andrea Doria.
La
medalla presenta un especial interés por varios aspectos, en primer lugar es
uno de los pocos casos donde el busto del autor de la obra aparece representado
en ella. Leoni Leone fue un singular personaje, nacido en 1509 en Menaggio,
trabajó en Venecia, Padua y Urbino, instalándose finalmente en Roma donde trabajó
fabricando medallas y monedas para el Papa Pablo III. (Figura 2). De carácter muy violento (Benvenuto Cellini le acusó de
envenenador) en 1540 fue condenado a galeras por herir al orfebre papal
Pellegrino di Leuti. El almirante genovés Andrea Doria intervino ante el
Pontífice y finalmente fue liberado. Tras este episodio (que no fue el único de
este tipo en la vida de este controvertido personaje), Leoni se refugió en
Génova donde realizó esta medalla de agradecimiento. La composición de la misma
se inspira en los denarios republicanos de Pompeyo, con tridente y delfín. La
leyenda PP (Pater Patriae) indica el
gusto por las monedas de la antigüedad clásica.
Figura
2.- Doble florín de oro de Pablo
III realizado por el escultor Leoni Leone.
Leone
Leoni también labró medallas para el emperador Carlos V, para su hijo Felipe II
y para María de Austria, entre otros importantes personajes de la época. Su
hijo Pompeyo Leoni siguió los pasos de su padre y fue el autor del grupo de 27
estatuas de bronce, finalizadas en 1582, del altar del Monasterio del Escorial.
Un segundo aspecto de interés
que podemos encontrar en esta medalla es la representación en ella de los
“bilbos”, denominación que recibían unos peculiares grilletes formados por una
barra de hierro, donde se deslizan dos semicírculos de hierro en cuyo interior
se colocaban las manos del preso que queda así inmovilizado.
El nombre que
recibe este instrumento deriva del hecho de que desde la Edad Media se
fabricaban en Vizcaya, distribuyéndose por todo el mundo desde el puerto de
Bilbao, y fueron muy populares ya sea para inmovilizar prisioneros (se
utilizaron en La Bastilla y en la Torre de Londres se conserva un ejemplar,
supuestamente tomado tras el naufragio de la Escuadra Invencible), como en el
transporte de esclavos africanos al continente americano. En el Museo Naval
donostiarra se conserva un ejemplar procedente de la costa africana, utilizado
en su día para el transporte de esclavos.
Los “bilboes” o
“bilbos” son frecuentemente citados en las obras literarias de la época. Por
ejemplo Shakespeare los pone en boca de Hamlet (Acto 5, escena 2ª), o aparecen
reseñados en el capítulo 34 de la novela “El pionero” de J. F. Cooper
(1789-1851).
Figura
3.- Grabado
satírico británico del s. XVIII (publicado en mayo de 1792) donde se representan
los “bilboes” apresando a tres personajes. La crítica política de esta
ilustración se refiere a la coalición de North, ministro del interior, con el
radical James Fox, y contra Edmund Burke, considerado como el padre del liberalismo
conservador británico, corrompidos y presos del dinero que les ofrece un
diablo. En primer plano, “bilboes” utilizados en el tráfico de esclavos (Costa
de Marfil, s. XVIII-XIX).
Existen otras
palabras relacionadas con este término, por ejemplo el juego del “bilboquet”
muy popular en Francia, consiste en un palito que lleva unida una bola mediante
un cordón, de forma que la diversión consiste en colocar la bola apoyada en el
palo. Su nombre deriva del “bilboe” (también había que colocar las muñecas del
preso sobre la barra de hierro).
Una vez más, las
imágenes representadas, -en este caso en una medalla- nos ilustran gráficamente
acerca de una serie de acontecimientos, en este caso relacionados con la vida
privada del artista que la grabó, que tuvieron lugar hace varios siglos.
Adenda:
Los
“bilbos” también aparecen representados en un jetón de los Países Bajos (Figura 4) acuñado en 1583 en Dordrecht
(Holanda), donde se representa a la provincia, que se ha liberado de los
grilletes (bilbos) que aparecen en el suelo, frente al Príncipe de Orange,
líder de la rebelión contra España.
Figura
4.- Jetón de
los Países Bajos donde aparecen representados los “bilbos”.