Presentación provisional de la
comunicación presentada en el XV Congreso Nacional de Numismática (Madrid,
28 a 30 de octubre de 2014).
https://www.youtube.com/watch?v=z3m3F722glE
Publicación en Actas XV Congreso Nacional de Numismática, Madrid, RCM-FNMT: pp. 1291-1310.
https://www.youtube.com/watch?v=z3m3F722glE
Publicación en Actas XV Congreso Nacional de Numismática, Madrid, RCM-FNMT: pp. 1291-1310.
1.- En esta comunicación trataremos de la sistematización
de las denominadas “monedas-concha” o “dinero-concha”, objetos de uso monetario
elaborados a partir de los exoesqueletos calcáreos de diferentes especies de
moluscos, algunos de los cuales pueden verse actualmente en las salas del Museo Arqueológico Nacional.
2.- Antes de ello repasaremos
telegráficamente los antecedentes de las denominadas “monedas-concha”, cuyos
orígenes los encontramos en los primeros y más antiguos objetos decorativos
utilizado por la especie humana.
Podemos ver en la imagen Conchas de Nassarius kraussianus procedentes de la Cueva Blombos (Sudáfrica) 75.000
a.C. Aros de concha sumerios (3.500 a.C.) Cauris chinos (dinastía Shang, hacia
1500-1000 a.C.)
Prácticamente desde la aparición del
Homo sapiens moderno (hace unos 200.000 años) surgió la utilización de conchas
como elemento decorativo (como indican los hallazgos de las cuevas de Skhul y Oued
Djebbana en Israel y Argelia, se trata de conchas perforadas artificialmente
del gasterópodo Nassarius
gibbosulus con una antigüedad cercana a los 100.000 años).
3.- El uso del cauri surge en el este de
la provincia de Qinghai en la cultura Majiayao (3100-2700 a.C.)
Mientras en el siglo VII antes de
nuestra Era, en la antigua Grecia se comenzaba a utilizar por vez primera la
moneda metálica, en China ya se escribía sobre la moneda (Kuan Tzu, 645 a .C.).
Durante el período de la dinastía Shang
(1675-1046 a.C), declaró definitivamente como la principal moneda de China; en
ese momento una cesta de arroz costaba doscientos caracoles.
En la imagen: Conchas de
caurí chinas del segundo milenio antes de Cristo (a) y sus imitaciones en hueso
(b), cuarcita (c), conchas recortadas (d), jade (e), madera (f), bronce (g),
bronce sobredorado (h). Estas últimas derivaron en las monedas denominadas
“cara de fantasma” o “moneda hormiga” (i).
4.- Tenemos numerosos ejemplos de
observaciones realizadas por viajeros, donde se señala la utilización de
conchas como auténticas monedas, por ejemplo el naturalista riojano José Longinos, describe en su diario de las
expediciones a las Californias en 1792: …Cuando
comercian por interés, corre entre ellos, como si fuera moneda, los abalorios
que tienen ensartados en hilos largos según el mayor o menor caudal de cada uno,
y, en sus ajustes, se entienden ellos como nosotros con los pesos con sus
“poncos” de abalorios … de modo que,
en todo, guardan un orden como el más prolijo que tiene cualquier potencia con
sus monedas.
El primer estudio importante sobre la
moneda-concha fue publicado por Benjamin Danks en 1888 y trata sobre el “Tambú”
de Nueva Bretaña (Papúa-Nueva Guinea) utilizado tanto como moneda social como
de uso económico. El autor señala las siguientes propiedades de la moneda
concha:
1.- Minimiza el riesgo de guerras
tribales.
2.- Establece el derecho a la propiedad
privada.
3.- Motiva a las personas a ser austeras
y laboriosas.
4.- Los convierte en un pueblo con
actividad comercial.
Gracias a este último aspecto podemos
conocer el valor que tenía la carne humana en esta sociedad donde la práctica
del canibalismo era habitual: en 1887 un cuerpo humano completo venía a costar
entre 50 y 80 brazas (1 braza= 1,83
m ) de la moneda-concha tradicional o tambú, más que el
valor de una canoa grande.
5.- El primer criterio que podemos utilizar es el
taxonómico, según la clase de molusco. Los más corrientes como materia prima
para las monedas-concha son los gasterópodos y bivalvos, más raros y casi
exclusivos de América del Norte los escafópodos, y excepcionales los elaborados
a partir de la concha del cefalópodo tropical Nautilus.
6.- Uno de los
criterios de clasificación más extendidos es el geográfico. La mayor diversidad
de tipos diferentes la encontramos en Oceanía y después en América (es decir en
el Nuevo Mundo). Pero desde un punto de vista de “universalidad” en su empleo
como moneda, el primer lugar lo ocupa de forma indiscutible Asia (China) y
después África. En ambos casos con una sola especie ( el gasterópodo Monetaria moneta).
7.-
Según el aspecto de las “monedas-concha” podemos diferenciar varios grupos.
1.- Las formadas por conchas enteras
o casi enteras y sueltas.
2.- Las formadas por conchas enteras
o casi enteras, pero ensartadas o unidas en hileras.
3.- Conchas recortadas de forma
irregular.
4.-Conchas recortadas en forma de
grandes aros
a.- Con forma aplanada
b.- Con forma cilíndrica
5.- Conchas recortadas en forma de
pequeños discos planos.
6.- Conchas recortadas formando
pequeños tubos.
7.- Agregados de varios tipos
anteriores.
8.- Por último
podemos atender al criterio funcional, atendiendo a los usos de estos objetos,
y la primera división sería según se trate de monedas o dinero de uso concreto
(solo utilizado en determinadas ceremonias, como bodas, funerales, pago de
multas o compensaciones por homicidios, regalos ceremoniales con reciprocidad,
etc…, o bien de monedas de uso general que sirven para comerciar. Muchos
pueblos melanesios diferencian dos tipos de moneda, la “custom mony”, o sea la
moneda tradicional, y la “bisnis mony” o moneda para hacer negocios, en este
último caso suele tratarse de la “moneda legal” u “oficial” del correspondiente
país (kinas de Papúa Nueva Guinea, dólares de las Islas Salomón, etc…)
9.- El tambu de los Tolai de la
provincia de Nueva Bretaña en Papúa, sirve como “custom moni” en los funerales
y también como “bisnis moni” para adquirir bienes y servicios como moneda
económica.
Los loloi más grandes (“palutambu”)
tienen 1,2 m de diámetro y un espesor de 30 cm. y contienen hasta 1200 brazas
(2.156 metros= 2,16 Km.). Un “Tana” estaría compuesto por cuatro o cinco de
estos grandes “loloi”.
10.- En
la isla de Malaita, se usan como moneda ristras y collares de cuentas de
conchas de colores de distintas formas y tamaños. Su fabricación es competencia
de las mujeres, a partir de cuatro tipos principales de moluscos
lamelibranquios: Chama pacifica,
llamada en idioma nativo ”romu”, de donde se obtienen las cuentas más
apreciadas de color rojo; Beguina semiorbiculata de coloración marrón o púrpura, denominada “ke’e”, de donde se
obtienen las valiosas cuentas denominadas “safi”; Anadara granosa o “kakandu” con las que se fabrican
las cuentas de color blanco denominadas “galu”, y por último Atrina vexillum o “kurila” de color negro. En
ocasiones se añaden dientes de cetáceo a las hileras o bandas de moneda concha,
diferenciándose hasta cinco niveles de calidad, desde los más modestos
“riori’asina”, hasta los más valiosos denominados “robo”. Antiguamente, los
jefes, buenos conocedores de los fondos marinos, organizaban las ceremonias de
recogida de las conchas, precedidas de un festín ritual donde se sacrificaban
cerdos.
Tras
la recogida del material, el proceso se inicia rompiendo las conchas con un
martillo en trozos pequeños, a los que manualmente se da forma de discos
redondos de un centímetro de diámetro, denominados “didia suiro”.Los discos de
“romu” y “kakandu”,que conservan su superficie rugosa, se pulen sobre una
piedra caliza con agua y arena. Tras esta operación se practica un orificio en
el centro y las cuentas se ensartan en hileras de unos tres metros de longitud,
que tras ser colocadas sobre un soporte de madera, se pulen de nuevo con
piedras hasta conseguir un diámetro de 3 a 5 mm., ésta fase es la más dura de
todo el proceso y la suelen realizar los hombres. Otra operación delicada
afecta a las cuentas de “ke’e”, que se colocan sobre una placa de hierro
calentada al fuego, de forma que las conchas pasan de un color púrpura oscuro a
una tonalidad naranja que les confiere su valor; si no se calienta los
suficiente las conchas presentan un color demasiado oscuro y si se
sobrecalientan se vuelven de color blanco. Dado que la coloración es
fundamental para la valoración de este tipo de cuentas, la operación debe ser
realizada con precisión por personas
experimentadas. La elaboración de las monedas concha es un trabajo que realizan
las mujeres ayudadas por los niños de la familia, si bien los hombres colaboran
en las labores más duras del pulido de las conchas.
11.- En América
del norte, además de los “poncos” mencionados de los indios de California, las
dos monedas concha más importantes fueron el “allicotsik”, palabra que en
lenguaje Yurok significa literalmente “moneda india”, elaborados con las
conchas del escafópodo Dentalium pretiosum, y que fueron la moneda indígena habitual en la costa del
Pacífico, y el Wampum, la moneda concha más famosa en Norteamérica, formada por
pequeñas cuentas cilíndricas de color blanco y púrpura oscuro. Las primeras
elaboradas a partir de la columella o eje central de los gasterópodos Buccinum
undatum y Busycon canaliculatum,
y las segundas a partir del lamelibranquio Mercenaria mercenaria,
todos estos moluscos son comunes en las costas atlánticas de Norteamérica, y la
palabra “wampum” deriva del término nativo “wampumpeage” que significa “ristra de
cuentas de conchas blancas”.
El wampun utilizado por
los indios de Norteamérica reunía una triple funcionalidad, la ornamental, la
de moneda de uso económico, y por último la de servir como medio de
comunicación, para enviar o recibir mensajes o para establecer alianzas entre
tribus o con los europeos.
12.- Todavía en
la actualidad en algunas regiones de la Melanesia se utilizan sofisticadas
monedas concha, generalmente como moneda o dinero de la novia. En la actualidad,
la llegada de inmigrantes a la isla de Lihir está provocando algunos cambios, y
las monedas concha se utilizan también en bautizos y comuniones, para disgusto
de las personas más tradicionales que ven en esta proliferación una pérdida de
las costumbres ancestrales.
13.- También
sigue en vigor, como hace más de un siglo, las “monedas concha” del “anillo del
Kula”, cuya función es la de mantener vínculos entre poblaciones muy distantes
aisladas en pequeñas islas.
14.- En
ocasiones las monedas concha conservan una función ornamental y son exhibidas
por los jefes, es el caso de los “dafi”, los “laonasi” y los “kap-kap”. En
otros casos las monedas concha han perdido su valor ornamental y son “objetos
valiosos” como los Baravas y Ligomos.
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