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domingo, 1 de mayo de 2016

Monedas españolas de personajes que no llegaron a reinar: Juan de Gante, Duque de Lancáster y pretendiente a la corona de Castilla y León (1380-1387).

Monedas españolas de personajes que no llegaron a reinar: Juan de Gante, Duque de Lancáster y pretendiente a la corona de Castilla y León (1380-1387). Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 58(1101) (Octubre, 2002): pp. 44-45.

Miguel Ibáñez Artica.

       Recientemente (en el año 2002*), el monetario del Museo Arqueológico Nacional, se ha visto enriquecido por una valiosa pieza: un real de Juan de Gante, pretendiente a la corona de Castilla por su matrimonio con la hija de Pedro el  Cruel. Este singular personaje tuvo un gran protagonismo durante un conflictivo período de la historia donde las guerras y la peste, como jinetes del Apocalipsis,  se extendieron por toda Europa, llevando a todos los rincones el hambre, la muerte y la desolación.

         Juan de Gante, que recibió este apodo debido a su nacimiento en la mencionada ciudad en 1340, era el cuarto hijo del rey Eduardo III de Inglaterra y hermano menor de Eduardo, más conocido como el “Príncipe Negro”, destacado protagonista en el conflicto mantenido entre Francia e Inglaterra por el control de Aquitania, durante la Guerra de los Cien años.


Figura 1.-   Juan de Gante participa en una comida ofrecida por el rey de Portugal (miniatura francesa del s. XV). https://en.wikipedia.org/wiki/John_of_Gaunt#/media/File:John_of_Gaunt,_Duke_of_Lancaster_dining_with_the_King_of_Portugal_-_Chronique_d%27_Angleterre_(Volume_III)_(late_15th_C),_f.244v_-_BL_Royal_MS_14_E_IV.png

      El príncipe Juan de Gante, al casarse con Blanca en 1359, heredó el título de duque de Lancaster en 1362, convirtiéndose de esta forma en uno de los personajes más ricos e influyentes de Inglaterra. En la compleja política de alianzas de la época, tras enviudar en 1369, contrajo nuevamente matrimonio en 1371 con Constanza, hija del monarca castellano Pedro I el Cruel, que había sido ejecutado tres años antes  (1368) por su hermano Enrique de Trastámara (Enrique II). Constanza, heredera de las coronas de Castilla y León, se encontraba en Bayona (Francia), bajo la protección de Eduardo III de Inglaterra y en esta coyuntura, Juan de Gante añadió a sus numerosos títulos, el de pretendiente a la corona de Castilla. Mientras tanto, tras el asesinato de Pedro I, Enrique II ocupó el trono de Castilla y León hasta su muerte en 1379, sucediéndole Juan I. En estas fechas Juan de Gante acuñó moneda en algún lugar de Aquitania, siéndole prestado para tal fin el maestro de la moneda de Pamplona, Pelegrin del Serre. Sin embargo, la principal campaña militar que este personaje realizó contra el monarca castellano Juan I, data de 1386, cuando con la ayuda del rey de Portugal (quien de esta forma “devolvía” la agresión sufrida por parte del monarca castellano en tiempos recientes: ver el próximo artículo sobre las monedas de Beatriz de Portugal) desembarcó cerca de La Coruña el 23 de julio de este año, conquistando rápidamente toda Galicia, si bien, tras una laboriosa negociación, renunció a sus pretensiones en 1388 a cambio de una sustanciosa compensación económica.

     Los ejemplares conocidos de las monedas acuñadas, por Juan de Gante, llevan en el anverso las iniciales IL coronadas, único carácter que permite atribuirlas a Juan de Lancáster, y en el reverso, el escudo cuartelado de Castilla y León en el real de plata, y un castillo en el medio real, siguiendo el modelo de los reales y medios reales de Pedro I de Castilla. Estas emisiones castellanas del duque de Lancáster podrían corresponder a la emisión realizada en Gascuña (Francia) hacia 1380 por el maestro de la moneda del monarca navarro Carlos II “el Malo”, o bien a una posterior acuñación llevada a cabo tras su desembarco en Galicia en 1386. En ambas fechas ya se consideraba pretendiente legítimo al trono castellano.  Sin embargo, una observación detallada del tipo de letras góticas que figuran en las leyendas, nos muestra un estilo mucho más parecido al empleado en las monedas portuguesas y castellanas de la época, muy diferente al que en esos momentos se empleaba en las acuñaciones navarras de la ceca Pamplona, bajo la dirección de Pelegrin del Serre. Este hecho viene a confirmar la sugerencia de A. Orol de que posiblemente las piezas reseñadas fueron acuñadas en Galicia (o más probablemente en Portugal) entre 1386/1387, en cualquier caso con la colaboración de maestros monederos portugueses.


Figura 2.- Real y medio real castellanos de Juan Duque de Lancáster, sobre una ilustración medieval donde se representa al rey Ricardo II de Inglaterra y a Juan de Gante.

     Otro hecho curioso es el singular texto en latín de las leyendas que presentan estas monedas: “Deus iudicium tuum regid – Aed iusticiam tu” / “Iusticiam tuam fili regis” en el real, y las mismas leyendas abreviadas: “Deus iudicium tuum” / “Iusticiam tuam fil”, en el medio real, frases inéditas en la numismática medieval, que fueron acertadamente interpretadas por D. Pío Beltrán, a partir de un texto bíblico, donde David pide a Dios que le dé buen juicio y pide justicia para el hijo del rey: “Oh Dios da tu juicio al rey; y tu justicia al hijo del rey” (Salmo LXXI del Psalterium), expresiones que se adaptan bien a las condiciones del pretendiente Juan de Gante (como hijo político del asesinado monarca Pedro I). Queda por señalar, que la pieza de real de plata recientemente adquirida por el Museo Arqueológico Nacional es de un cuño distinto al ejemplar publicado por P. Beltrán en 1960, por lo que debieron realizarse al menos dos emisiones con cuños diferentes de estas rarísimas monedas.

Figura 3.- Retrato del Duque de Lancáster elaborado en el s. XVI a partir de la efigie de su sepulcro y token inglés del s. XVIII.

      En la presente ocasión, el interés numismático de estas piezas, no reside solamente en su gran rareza, se trata de un documento histórico de extraordinario valor, que refleja unos violentos acontecimientos en los que estuvieron involucrados varios reinos europeos (Castilla, Inglaterra, Portugal, Francia, Aragón y Navarra), cuando la ya de por sí conflictiva situación de los reinos hispanos, se vio agravada por el enfrentamiento de la Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia por el control de Aquitania. De forma, que toda Europa se convirtió en un gigantesco tablero de ajedrez, donde los diferentes reinos cristianos se vieron atrapados en múltiples alianzas y enfrentamientos continuos.  

·         http://www.man.es/man/en/dms/man/estudio/publicaciones/memorias-anuales/MAN-Memoria-2002.pdf

Bibliografía: Beltrán, P. (1960), Monedas castellanas de Juan de Gante, Duque de Lancáster. Nummus 20/21, Oporto: pp.100-105.

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