Monedas españolas
de personajes que no llegaron a reinar: Carlos “IV” de Navarra, Príncipe de
Viana (1441-1461). Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 58(1103)
(Diciembre, 2002): pp. 46-47.
Miguel Ibáñez Artica.
El ocho de
septiembre de 1425, fallecía en la ciudad de Tafalla el rey de Navarra Carlos
III “el Noble”, tras un prolongado reinado de paz, en gran parte debida a la
prudente y conciliadora actitud del monarca. Heredaba la corona su hija,
Blanca, casada con Juan (uno de los “infantes de Aragón” citados por Jorge
Manrique). Blanca y Juan por esas fechas ya habían tenido un hijo llamado
Carlos en honor a su abuelo, nacido en 1421 y para quien el monarca Carlos III
creó el “Principado de Viana”.
Tras la muerte de la
reina de Navarra en 1441, el Príncipe de Viana debía haber sido proclamado rey,
pero su padre, el ambicioso e intrigante Juan II, no estaba dispuesto a
renunciar al título real, y tras una reunión mantenida en noviembre de ese
mismo año en Santo Domingo de la Calzada, Carlos fue nombrado Lugarteniente
General del Reino, manteniendo su padre la corona de Navarra. En estos momentos
Juan II se encontraba muy ocupado en mantener y acrecentar su influencia en
territorios castellanos, contrayendo matrimonio con Juana Enriquez, hija del
almirante de Castilla (13 de julio de 1447), sin ni siquiera notificarlo
oficialmente al reino de Navarra.
Figura
1.- Miniatura representando a
Carlos, Príncipe de Viana, con sus divisas y símbolos característicos. La
figura del trifolio también aparece en sus monedas de plata, como en el anverso
del medio grueso que se ilustra.
De esta forma fue
incrementándose la animadversión por el monarca, hasta producirse en 1450 la
ruptura entre padre e hijo, formándose dos partidos, los Beamonteses que apoyan
al Príncipe de Viana y los Agramonteses favorables a Juan II. Carlos fue hecho
prisionero por su padre, y precisamente estando preso en la Aljafería de
Zaragoza, tuvo conocimiento del nacimiento en Sos de su hermanastro, el futuro
Fernando el Católico.
Figura 2.-
Precisamente en la piedra angular de una casa noble de Sos del Rey Católico (entrada
al alojamiento “Ruta del Tiempo”), encontramos en un escudo, la leyenda Ihs en
letra gótica, flanqueada con sendas figuras de trifolio, similares a las que podemos
observar en el grueso emitido a nombre del Príncipe de Viana que se ilustra en
la imagen.
Liberado poco tiempo después, continúa el
enfrentamiento con su padre siendo desheredado en 1455. Cuando la mediación de
Alfonso el Magnánimo, rey de Aragón y hermano de Juan II parecía que podría
solucionar el enfrentamiento dinástico, se produce el fallecimiento de dicho
monarca (junio de 1459), heredando Juan II la corona de Aragón, lo cual
reforzaba aún más su posición de fuerza. Se renueva entonces un período
hostilidades y treguas sucesivas, en marzo de 1460 el príncipe conocía por vez
primera a su madrastra y hacía las paces con su padre, pero en diciembre era
nuevamente apresado, reavivándose la guerra civil en Navarra. El 23 de
septiembre de 1461 fallecía Carlos, Príncipe de Viana, propagándose entre
la población el bulo de que había sido
envenenado por su madrastra (la madre de Fernando el Católico), y fue aclamado
por el pueblo que lo quería llevar a los altares. Hasta el siglo XVIII se le
atribuían numerosos milagros en el monasterio de Poblet, donde permanece
enterrado.
Figura 3.-
Fotografías tomadas entre 1933 y 1934 de la supuesta momia del Príncipe de
Viana, enterrado en el monasterio de Poblet (figura superior). En el año 2008,
las pruebas de ADN realizadas a los restos demostraron que no se trataba del
Príncipe.
Durante varios años
(1350-1361) existieron en Navarra dos administraciones públicas, la que mantuvo
lealtad al monarca y la que crearon los seguidores del Príncipe de Viana. En
ambos bandos se acuñó moneda, en un caso a nombre de Juan II y en el otro a
nombre de Carlos, Príncipe de Viana. Desgraciadamente tras la muerte en 1361
del Príncipe de Viana, se destruyeron todos los documentos referentes a su
administración y por ello no se conservan datos concretos de las monedas que
acuñó. Emitió gruesos y medios gruesos de plata, así como cornados y medios
cornados de vellón pobre, y las emisiones debieron ser numerosas como nos lo
indica la variedad de cuños y el relativamente alto número de ejemplares
conservados. En el grueso de plata figura el emblema del príncipe y la leyenda
“KARTVS:D:PROPIETARIVS:NAVR”, es decir el numeral que le correspondería (Carlos
Cuarto) y haciendo clara alusión a que es el legítimo “propietario” del reino.
Figura 4.-
Grueso, cornado y medio grueso de Carlos, Príncipe de Viana, sobre la firma del
Príncipe en una nota manuscrita.
A pasar de que estas
monedas se conocían desde hace tiempo, figurando incluso en la colección del
monarca Luis XV de Francia, tradicionalmente se atribuían a Carlos II “el
Malo”. En fechas relativamente recientes, L. Domingo Figuerola (1978) y M.
Crusafont (1979) las adjudicaron correctamente al Príncipe de Viana*.
Nota adicional:
*En febrero de 1868, D. Pablo Ilarregui, secretario del Ayuntamiento
de Pamplona y vicepresidente de la Comisión de Monumentos de Navarra, con
motivo de la incorporación al monetario del Cabildo de la Catedral de Pamplona
de un grueso de este tipo, envió un interesante informe manuscrito a la Real
Academia de la Historia (R.A.H. GN 1868-2(1). En el mismo, acompañado de un
dibujo de la moneda, se discute y propone la atribución de la misma al Príncipe
de Viana, en contra de lo recientemente publicado por Poey d’Avant (op. cit.). Desgraciadamente este informe
no llegó a ver la luz, y en la bibliografía posterior (Heiss, 1869, tomo III,
nº 5 y 6; Vidal Quadras, 1892, tomo II, nº 5650; Mateu y Llopis, 1946, p. 212,
etc...) estas piezas siguieron atribuyéndose a Carlos II durante más de un
siglo.
Ibáñez, M. (2008). El informe de D. Pablo Ilarregui, (Académico de la
R.A.H.) sobre las monedas del Príncipe de Viana. Gaceta Numismática 170/171: pp. 23-28.
http://www.numisane.org/Gaceta/GN170.pdf
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