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miércoles, 1 de marzo de 2023

Tiempos de guerra, monedas de paz.

 

Tiempos de guerra, monedas de paz. Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 78 (1320) (Septiembre, 2022): pp. 44-45.

 

 

 

Miguel Ibáñez Artica

 

 

 

Pre scriptum

 

En el mes de mayo del año 2003, coincidiendo con la invasión de Irak, publicamos un artículo sobre unas monedas acuñadas en 1988 en la antigua Unión Soviética, utilizando como cospel el metal procedente del desguace de un misil nuclear(1). Dadas las actuales circunstancias, resulta oportuno recuperar dicho artículo, y sería muy deseable y conveniente para el Planeta, recobrar el espíritu de concordia que llevó a  la emisión de estas monedas.

 


 

La moneda, además de ser la piedra angular del sistema económico, presenta también otras funciones tales como ser un elemento al servicio de la propaganda política, o ser testigo de importantes acontecimientos históricos, cumpliendo a veces el papel de “notario” de dichos eventos. Así por ejemplo, las antiguas emisiones griegas y romanas, frecuentemente portaban imágenes alusivas a victorias y conquistas militares, ceremonias y otros acontecimientos importantes.

 

Otro aspecto de interés es el metal de que están hechas las monedas, desde las más antiguas, acuñadas en una mezcla de oro y plata, denominada “electron”, hasta las actuales, elaboradas con sofisticadas aleaciones de cobre, níquel y aluminio. Ocasionalmente a lo largo de la historia se han utilizado otros metales, como el plomo, el hierro, aleaciones de plata y cobre (vellón), aleaciones de cobre y estaño como el bronce y el oricalco, pero probablemente una de las aleaciones más curiosas es la que presenta una moneda rusa de un rublo emitida en 1988 (Fig. 1).

 


Figura 1.- Moneda de un rublo/dólar, acuñada con metal procedente de un misil nuclear de tipo SS 20.

 

Dicha moneda se acuñó con el metal (una aleación ligera de aluminio) procedente de la destrucción de los misiles nucleares soviéticos del modelo SS-20, dentro del tratado INF ruso-americano de destrucción de armas nucleares. En realidad se trata más bien de una medalla, ya que su finalidad no es la de circular, sino la de conmemorar un acontecimiento histórico. Su valor es de un dólar/ un rublo, en una época en que ambas monedas presentaban el mismo valor, si bien después la economía rusa experimentó una fuerte inflación y el rublo se derrumbó (en la actualidad un dólar americano equivale oficialmente a poco más de treinta rublos(2)).

 


Figura 2.- El presidente de la URSS Mijaíl Gorbachov y el de Estados Unidos Ronald Reagan firman el tratado INF el 8 de diciembre de 1987 en Washington.

 

El 8 de diciembre de 1987, los presidentes Ronald Reagan y Mihail Gorbachov firmaron en Washington el Tratado INR (“Intermediate Range Nuclear Forces Treatry”), con el fin de frenar y reconducir la escalofriante carrera armamentística llevada a cabo entre Estados Unidos y la antigua Unión Soviética durante los últimos años de la guerra fría (Fig. 2).

 

Uno de los tipos de misiles nucleares a neutralizar fue el modelo SS-20, fabricado en la planta de producción de Votkinsk (república de Udmurtia), y desde el 20 de julio de 1988 hasta el 12 de mayo de 1991, se destruyeron un total de  654 misiles SS-20.  El tratado propició la eliminación de un total de más de 2.500 misiles de cabeza nuclear, de los cuales la tercera parte eran americanos y el resto soviéticos.

 

Figura 3.- Misil nuclear de tipo SS 20 (Museo militar de Moscú).

 

Este tratado supuso un gran acontecimiento para la historia de la humanidad, y lógicamente quedó recogido en la numismática a través de la acuñación de una moneda conmemorativa, realizada precisamente con el metal de los misiles destruidos. No era la primera vez que en Rusia se acuñaba con este tipo de metales, los antecedentes se encuentran en una medalla conmemorativa del primer cosmonauta que viajó al espacio en 1961, Yuri Gargarín. A su regreso, tres años más tarde, se acuñó la medalla con el metal procedente de la nave “Vostock”.

 

Ojalá todos los misiles utilizados para la guerra siguieran este ejemplo y terminaran convertidos en monedas, ¡cuantas monedas de la paz podrían acuñarse con ellos!

 


Figura 4.- Medalla dedicada a Yuri Gagarín acuñada sobre un cospel formado por el metal de la una nave “Vostok”.

 

 

Nota:

(1) Tiempos de guerra, monedas de paz. “Eco filatélico y numismático” (Mayo, 2003) 59 (1108): p. 40.

 

(2) A fecha de 2022, el cambio es de 1$ = 57 rublos.

 

 

 

 





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