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miércoles, 1 de noviembre de 2017

Representaciones de la muerte en objetos monetiformes.

Representaciones de la muerte en objetos monetiformes. Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 61(1135) (Noviembre 2005): pp. 52-53.

Miguel Ibáñez Artica.



            A lo largo de la historia se han acuñado numerosas medallas y jetones alusivas o conmemorativas de óbitos de personajes ilustres, pero en el presente artículo nos ceñiremos exclusivamente a aquellos donde la figura de la muerte aparece gráficamente representada bajo la forma de un esqueleto o calavera.

            La muerte en la Edad Media resultaba un elemento familiar, en un mundo permanentemente sometido a la asolación de los cuatro jinetes del Apocalipsis, y donde la guerra, la violencia y la peste formaban parte del devenir cotidiano de la población. Por esta causa, la sensación de miedo colectivo terminó por transformarse en una resignación ante lo inevitable.

            El hombre medieval planteaba las preocupaciones sobre su futuro a tres niveles distintos: primero, antes de la muerte, luego en el momento crítico del tránsito al otro mundo, y por último en el más allá. La enorme influencia de la Iglesia en esta época, con una creencia ciega en la inmortalidad del alma, condujo inevitablemente a una serie de actitudes (sufragios, donaciones, testamentos…) encaminadas a alcanzar el Cielo por anticipado. Las personas ricas “compraban” la eternidad realizando donaciones, fundando conventos, luchando contra el infiel en las Cruzadas o pagando misas por sus almas. Por otra parte la muerte era considerada como una fuerza socialmente niveladora (consuelo de los humildes), hecho que queda magníficamente plasmado en las numerosas “danzas de la muerte” donde los protagonistas preferidos son los personajes ilustres y adinerados como papas y emperadores, cardenales y obispos, duques y condes, burgueses y usureros, etc…. (Figura 1).


Figura 1.- “Danza macabra” o “Danza de la Muerte”.

            En estas “Danzas macabras”, la primera de las cuales data de 1424 y estuvo en el cementerio de los Santos Inocentes de París hasta el siglo XVII, se respira un aire de crítica social. La muerte aparece representada como un esqueleto, a veces con una pala en la mano que se dirige hacia el personaje sujetándole la túnica, mientras los textos narran cómo la parca viene presta a recoger a cualquier persona, ya sea caballero o villano, hombre o mujer, niño o viejo, rico o pobre, monje o seglar, para ella no hay distinciones. En un jetón de Nuremberg (Figura 2) podemos ver representada una escena de este tipo, donde la muerte, con forma de esqueleto que lleva un reloj de arena en una mano, sujeta con la otra a una reina. Este jetón está firmado por Hans Kravwinckel, maestro acuñador de jetones que trabajó entre 1562 y 1586.


Figura 2.- Jetón de Nuremberg  “la muerte y la reina”.

            La calavera o esqueleto como figura alusiva a la muerte es relativamente frecuente en medallas y jetones, por ejemplo prolifera en los emitidos por las diferentes logias masónicas desde el siglo XVII (Figura 3). En varios jetones de los Países Bajos acuñados a partir del siglo XV, vemos también esta siniestra figura, a veces sujetando un ataúd en el brazo (Figura 4) y frecuentemente en forma de una calavera con dos tibias entrecruzadas en los jetones que conmemoran el aniversario de algún fallecimiento (Figura 5).


Figura 3.- “Token” identificativo de una logia masónica de Rouen, s. XIX.


Figura 4.- Jetón de Felipe el Hermoso (1490) representando la muerte portando un ataúd.


Figura 5.- a: jetón alemán de la ciudad de Zellerfeld acuñado por Henning Schulter (1626-1672); b, c y d: jetones de los siglos XVI y XVII acuñados en Lieja

            En muchas ocasiones los jetones sirvieron también como instrumentos de propaganda política. El caso más significativo se produjo durante el prolongado conflicto de la rebelión de los Países Bajos, y así por ejemplo un curioso ejemplar de 1587, (Figura 6) nos muestra en el anverso a un español de pie entre el hambre y la muerte (representada por un esqueleto) con la leyenda “MVLA.SUNT.MALA.IMPIORVU”, es decir, “muchas son las catástrofes entre los impíos”. Por el contrario en el otro lado figura un rico cuerno de la abundancia cargado de frutas, imagen de la prosperidad de la región, con la leyenda “QVI.DNO.FIDIT. BONITATE.EIVS.CIRCVM”, es decir, “el que tiene confianza en el Señor, será rodeado de su bondad”.


Figura 6.- Jetón holandés (Dordrecht ?) de 1587 (30 mm; 5,99 g.)

            Durante esta época, la guerra, el hambre y la peste amenazaban continuamente a la población en el sur de los Países Bajos dependientes de la corona española. En Brabante y Flandes el número de lobos había aumentado de tal forma, que incluso atacaban a las personas que se aventuraban fuera de la protección de los muros de la ciudad. Por el contrario en las provincias protestantes del norte, reinaba la prosperidad. En abril de ese mismo año, 600 navíos de Vlie se habían hecho a la mar con otros 200 de Meuse y Zelandia, en ruta hacia el este. El comercio marítimo aportaba una gran riqueza a estas regiones.

            Si bien en la actualidad la civilización occidental vive generalmente de espaldas a la muerte, durante muchos siglos la muerte era algo cotidiano y familiar ampliamente representado en las imágenes que han quedado grabadas en jetones y medallas.




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