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sábado, 5 de septiembre de 2015

Un jetón de la reina de Aragón Germana de Foix.

Un jetón de la reina de Aragón Germana de Foix. Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 70(1230) (Junio 2014): pp. 46-47.

Miguel Ibáñez Artica.

Denominamos “jetones” a los objetos monetiformes que presentan una finalidad contable y eran utilizados sobre una mesa, para realizar las cuentas aritméticas antes de popularizarse en matemáticas los números arábigos. A comienzos del siglo XVI, en tiempos del emperador Carlos V, estos objetos fueron introducidos en España desde los Países Bajos, castellanizando su nombre francés en el término “gitón”.

            Sin embargo, desde finales del siglo XIII y hasta las postrimerías del XV se habían acuñado numerosos jetones que llevan el escudo de Navarra por influencia francesa. Se considera que los primeros jetones se acuñaron en Francia a comienzos del siglo trece a imitación de los “quarterouli” lombardos. En una primera fase eran anepígrafos, presentando imágenes alusivas a la administración para la que habían sido fabricados: un escudo con dos barras horizontales para la cámara de comptos reales; balanza de dos platos para la cámara de las monedas; una llave para la cámara del tesoro real; un rastrillo para los establos y perreras reales; un ciervo para los servicios de caza, etc… Se reponían semestralmente en juegos de un centenar de piezas, que eran entregados a los diferentes servicios de la casa real. Uno de los primeros jetones conocidos presenta la imagen de un castillo en el reverso, y ha sido atribuido a Blanca de Castilla (1200-1252), esposa de Luis VIII de Francia. 

             A comienzos del siglo catorce surgieron, de forma complementaria, los primeros jetones con leyenda acuñados para las distintas administraciones, y que reproducen los tipos de las monedas de oro o plata más comunes (reales, escudos, “agnels”, gruesos, gruesos...). Aunque los textos que aparecen en las leyendas suelen ser de tipo religioso, frecuentemente despejan cualquier duda sobre la autenticidad de estas piezas como monedas: "jetones de latón, falsos somos como el limón", "soy de latón para ser usado como jetón", "yo soy de latón, no soy de oro fino", “no soy un auténtico agnel de oro”, “soy falso y de mala naturaleza”, etc... (1)  

            Un personaje muy poco conocido en la Historia de España es Germana de Foix (Figura 1), que con 18 años contrajo matrimonio con Fernando II de Aragón el 19 de octubre de 1505, quien a sus 53 años de edad había enviudado hacía menos de un año de Isabel la Católica. El matrimonio se celebró según lo acordado en Blois con Luís XII de Francia, de forma que el monarca galo cedió a su sobrina Germana los derechos dinásticos del reino de Nápoles, concediéndole  también el título de reina de Jerusalén, a cambio de lo cual Fernando se comprometía a nombrar heredero al posible hijo del matrimonio. Este compromiso levantó las iras de los nobles castellanos, que lo vieron como una maniobra de Fernando el Católico para impedir que Felipe el Hermoso y Juana heredasen la Corona de Aragón. La reacción no se hizo esperar y en 1505 Juana acuñó jetones con la leyenda “LA+ROINE+DE+CASTILLE+ DE+LEON+ET+DE+GRANAD”, siendo proclamado un año más tarde Felipe como rey de Castilla en las Cortes de Valladolid con el nombre de Felipe I, retirándose Fernando a sus territorios de Aragón. En ese momento Felipe se proclamó en los jetones como rey de Castilla: “+PHS.DEI-GRA.REX”, con el escudo coronado cuartelado con las armas de Felipe y Juana. En septiembre de 1506 moría prematuramente Felipe el Hermoso, y en 1509 nacía el único hijo de Fernando y Germana, que falleció a las pocas horas, y que de haber sobrevivido hubiera cambiado sustancialmente el curso de la historia.


Figura 1.- Retrato de Germana de Foix.

            En esta época, también Germana mandó acuñar siguiendo la tradición francesa, jetones con sus armas. Este tipo ya fue descrito parcialmente por Feuardent en 1907(2), pero ha permanecido prácticamente desconocido hasta la fecha. Los jetones acuñados (Figura 2) presentan en el anverso la leyenda “POVR LA ROYNE DARRAGON” y su escudo franqueado por las iniciales góticas coronadas “F” (de Fernando) y “G” (de Germana). En el reverso una cruz arqueada rematada por florones, con un rombo inscrito en su interior, y la leyenda “GARDEZ VOVS DE MESCONTER” (Guardaros de cometer errores en los cálculos).


Figura 2.- Jetón de cobre de  Germana de Foix como reina de Aragón (29,5 mm.: 4,7 g.).

            Resalta la espectacularidad del escudo que recoge tanto las posesiones de Fernando (en la parte izquierda): cuartelado de Castilla/León y Aragón/Sicilia, con una granada en la parte inferior, como los de Germana (en la parte derecha): Jerusalén, Navarra y Foix; debajo: Bearne y Evreux, con un escudete sobrepuesto con las armas de Bigorre (Figura 3).


Figura 3.- Escudos de Germana de Foix, como reina consorte de Fernando el Católico y tras su segundo matrimonio. (Fuente : Wikipedia).

            Tras el fallecimiento de Fernando en 1516, se le asignó a la reina viuda una renta anual de cincuenta mil florines de oro, y en 1517 recibió la autorización para acuñar jetones de plata en la ceca del Louvre en París, jetones que por ahora son desconocidos. Ese mismo año conoce a su nietastro Carlos I, y entre ambos se produce una relación algo más que amistosa, de la que es fruto una hija, la infanta Isabel. Tras un corto matrimonio con un noble del séquito personal de Carlos I, contrae por tercera vez esponsales con Fernando de Aragón, duque de Calabria (Figura 3), y ambos son nombrados en 1523 virreyes y lugartenientes generales de Valencia, donde ejercieron un gobierno autoritario. Germana murió en Liria en 1538, siendo enterrada en el Monasterio de San Miguel de los Reyes.

Notas:

(1)Los jetones medievales de Navarra han sido objeto de una reciente publicación del Gobierno de Navarra que puede consultarse en forma gratuita en la página web:
 http://www.navarra.es/NR/rdonlyres/A5B3EB05-A36A-4EFE-AA09-E65757B292C3  /270956/TAN251.pdf 


(2)FEUARDENT, F., 1907, Collection Feuardent; Jetons et méreaux depuis Louis IX jusqu’à la fin du consulat de Bonaparte (2º vol.)

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