Las monedas de
Pompeyo. Artículo publicado en: Eco Filatélico y Numismático 63(1159)
(Enero 2008): pp. 59-61.
Miguel Ibáñez Artica.
Pompeyo Magno, o el Grande, fue uno
de los personajes más importantes de los últimos tiempos de la República
romana. Pertenecía a una importante familia de Roma y era hijo de Cneo Pompeyo
Estrabón, quien a pesar de su origen rural había adquirido el rango de senador,
alcanzando el título de cónsul el año 89 a.C. (Figuras 1 & 2).
Figura 1.- Reconstrucción de la imagen de
Pompeyo el Grande, a partir de su busto representado en esculturas y monedas.
Tras presentarse en el 77 a.C. en la
Península Ibérica para combatir al general Sertorio, a finales del año 74 a.C.
construyó un campamento en el territorio de los vascones para invernar, y de él
surgiría la ciudad de Pompaelo o Pamplona(1). Las guerras
sertorianas terminaron el año 72 a.C. con la victoria de Pompeyo y hay que
señalar que los dos bandos (sertoriano y pompeyano) recurrieron a la ayuda de
los pueblos indígenas de la Península. Para pagar a los legionarios y a las
tropas de ayudantes, era necesario fabricar grandes cantidades de denarios de
plata, unas veces con tipología romana y otras con caracteres ibéricos.
Sertorio nunca emitió moneda a su nombre, probablemente por respeto a las
instituciones romanas, y Pompeyo en esta época tampoco lo hizo, sin embargo sí
acuñó su cuestor, Cn. Cornelio Lentulo (Figura 3a del artículo anterior: Monedas celtas de la Galia: imitaciones de las monedas griegas, romanas e ibéricas.
Figura 2.- Representaciones Pompeyo “el
Grande” y sus hijos en algunas monedas.
Tras su victoria en Hispania,
participó en sofocar la revuelta de los gladiadores que al mando de Espartaco
habían conseguido formar un ejército que amenazaba la metrópolis. Roma le
encomendó entonces una nueva misión, poniéndole al frente de una flota de 200
naves con las que en poco tiempo barrió de piratas las costas mediterráneas,
para luego dirigir la campaña contra el rey Mitríades de Siria, fundando una
nueva ciudad Pompeiopolis en la actual Turquía el año 64 a.C. (Figura 3), regresando triunfante a Roma
donde fue aclamado por sus victorias.
Figura 3.- Monedas de Pompeiopolis con el
busto de Pompeyo el Grande y leyenda ΠΟΜΠΗΙΟΠΟΛΙΤΩΝ (Pompiopolitos). Al fondo,
ruinas de la ciudad en la actualidad.
Fue
nombrado gobernador de Hispania en el 55 a.C., dejando el gobierno en manos de
sus legados L. Afranio y M. Petreyo,
pero mientras permanecía en Roma, reorganizaba en la Península Ibérica una
tupida red de partidarios, ya creada durante su anterior estancia con motivo de
las guerras sertorianas (80-72 a.C.). Durante este tiempo mantuvo en Hispania
siete legiones, de las cuales una, la llamada “vernácula” estaba integrada por
indígenas, reclutados en los pueblos peninsulares. En esa época una legión
estaba formada por seis mil hombres sin contar la caballería, infantería ligera
y tropas auxiliares integradas por elementos indígenas, así que podemos dar una
cifra aproximada de unos cincuenta mil hombres que periódicamente recibían su
salario en forma de denarios romanos o ibéricos. En este período encontramos
acuñaciones de denarios (Figuras 4a y b)
que muestran un busto barbado en el anverso, en un caso de Numa Pompilio y en
el otro de Júpiter, mientras el reverso lleva en una de las emisiones una proa
de nave (como veremos, los elementos navales son un tema muy recurrente en las
amonedaciones pompeyanas), y en la otra un cetro flanqueado por un delfín y un
águila.
Figura 4.- Monedas acuñadas por Pompeyo el
Grande el 49 a.C. El primer denario (a) muestra en el anverso el busto
diademado de Numa Pompilio y la leyenda CN.PISO.PRO.Q, en el reverso, una proa
de nave, encima MAGN y debajo PRO.COS. La segunda moneda (b) muestra el busto
de Júpiter con la leyenda VARRO PRO.Q y en el reverso un cetro y a los lados un
delfín y un águila, con la leyenda MAGN PRO COS. No está claro si estas monedas
se emitieron en Grecia o en España.
El regreso de César a Roma,
desafiando al Senado y al propio Pompeyo marcó el inicio del final del general
romano, César derrotó al ejército pompeyano en Farsalia (Grecia, año 48 a.C.) y
Pompeyo tuvo que huir a Egipto, donde fue asesinado ese mismo año.
El relevo de su causa lo tomaron sus
dos hijos Sexto Pompeyo y Cneo Pompeyo el Joven, emitiendo una nutrida serie de
denarios en la Península Ibérica donde aparece la imagen triunfal de Pompeyo el
Joven desembarcando, e Hispania, representada por una mujer que lleva lanzas y
escudo, sale a recibirle entregándole una palma, símbolo de victoria (Figura 5), se trata de la primera
representación alegórica de Hispania que aparece en una acuñación romana. Las
monedas, no sólo tenían en esta época una función económica, también eran un
importante elemento de propaganda política, y aquí tenemos un buen ejemplo. En
otros denarios de la misma época (Figura
6a), puede verse al general pompeyano rodeado de dos damas que le saludan y
que representan a las provincias hispanas Citerior y Ulterior (Bética y
Tarraconense).
Figura
5.- Emisión
hispana de Cneo Pompeyo el Joven, del año 46-45 a.C. En el reverso puede verse
la figura de Pompeyo con atuendo militar, desembarcando, siendo recibido por
Hispania que le entrega un ramo. En el anverso cabeza de Roma y leyenda
M.POBLICI. LEG.PRO PR, en el reverso leyenda CN.MAGNVS.IMP.
Cabe
señalar que todas las emisiones donde figura el busto de Pompeyo el Grande,
fueron acuñadas después de su muerte, solamente su hijo Sexto Pompeyo acuñó su
propio retrato en las monedas.
Figura
6.- Emisiones hispanas del 46-44 a.C. En ambas aparece
en el anverso el busto de Pompeyo Magno, y la primera (a), emitida en Córdoba,
presenta en el reverso la imagen de un soldado pompeyano y a los lados sendas
figuras femeninas, representando a las provincias hispanas que saludan a
Pompeyo.
Los dos hijos de Pompeyo fueron
derrotados en Hispania por César en la batalla de Munda (45 a.C.), y mientras
Cneo Pompeyo fue hecho prisionero y ejecutado, Sexto Pompeyo consiguió escapar
a Sicilia. Tal vez la emisión más espectacular de este período corresponde con
un áureo emitido en dicha isla poco después, el año 42 a.C. por Sexto Pompeyo(2),
donde aparece su retrato en el anverso, y los bustos de su padre y hermano,
ambos muertos en trágicas circunstancias recientemente, en el reverso (Figura 7). A su regreso triunfal a Roma,
César fue asesinado (el 15 de marzo del año 44 a.C.), provocando una nueva
confrontación entre los partidarios de César y sus opositores, mientras tanto
Sexto Pompeyo reorganizó su ejército y armada en Sicilia.
Figura 7.- Áureo acuñado por Sexto Pompeyo
en Sicilia el año 42 a.C., En el anverso aparece el busto de Sexto Pompeyo y la
leyenda MAG. PIVS. IMP. ITER., y en el reverso los bustos enfrentados de
Pompeyo el Grande y Cneo Pompeyo el Joven, y la leyenda PRÆF CLAS. ET. ORÆ
MARIT. EX. S.C. En esta rara moneda podemos ver reunida a toda la familia.
Es durante estos años cuando se
emiten en Sicilia las más hermosas monedas, donde la figura de Pompeyo el
Grande se convierte en un Dios, unas veces en Neptuno y otras en Jano (Figura 8). Sexto Pompeyo emite
magníficos denarios donde predominan los elementos marinos (Neptuno, el delfín,
el tridente) y navales (faro de Mesina, trofeos) conmemorando sus repetidas
victorias en este ámbito (Figura 9),
donde la familia de los Pompeyo parecía ser invencible. Sin embargo, Octaviano
y Marco Antonio juntaron sus flotas, y tras varios intentos consiguieron vencer
a Sexto Pompeyo en la batalla naval de Nauloco, tras la cual tuvo que huir
siendo capturado en Mileto y ejecutado el año 35 a.C.
Figura 8.- La figura de Pompeyo el Grande
deificada en las monedas, en la primera como Neptuno o hijo de Neptuno, debido
a sus triunfos navales, en el segundo caso como Jano, con dos caras.
Figura
9.-
Emisiones sicilianas de Sexto Pompeyo con temática naval.
a: Busto de Pompeyo el Grande,
delante tridente y debajo delfín, galera y encima estrella.
b: Busto de Pompeyo, detrás jarra,
en reverso Neptuno con un pie sobre la proa de un barco, a los lados los
hermanos Anapias y Amphinomus llevando a sus
padres sobre sus hombros.
c: Cabeza de Neptuno y trofeo naval
sobre un ancla.
d: Faro de Mesina rematado con la
estatua de Neptuno en anverso, y monstruo Escila en reverso.
No sólo se emitieron denarios de
plata a nombre de Pompeyo, también se acuñaron pesados ases de bronce siguiendo
el antiguo sistema uncial, generalmente con la figura del dios Jano en el
anverso, pero en algunas emisiones sicilianas (algunos investigadores proponen
que estas monedas se acuñaron en Hispania), lo que aparece es el característico
retrato de Pompeyo el Grande convertido en el dios Jano (Figura 10). Incluso en una de estas monedas podríamos ver los
retratos de Sexto Pompeyo y su padre (Figura
8b).
Figura 10.- Ases emitidos a nombre de
Pompeyo.
No terminan aquí los retratos
pompeyanos en las monedas, ya que durante la época imperial, en la ciudad de
Pompeiopolis (en la actual Turquia), siguieron emitiéndose monedas de bronce de
estilo helenístico, ahora con leyendas en griego, en cuyos anversos podemos
ver, con arte muy degenerado, el retrato del famoso general romano fundador de
la ciudad (Figura 3).
Notas:
(1)
El
nombre de Pompaelo dado a la ciudad fundada por Pompeyo, pasó en el siglo IX a
designar un reino, el de Pamplona, con el que fue denominado hasta mutar a
“Navarra” a partir del reinado de García IV “el Restaurador” en 1134.
(2)
El
Museo Lázaro Galiano de Madrid cuenta con un ejemplar de esta excepcional
emisión, nº invent. 4833.
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