Paralelismos iconográficos entre estelas funerarias y plomos o “mereaux” medievales y modernos. Artículo publicado en: Actas de HilarriCon. Abaurrea Alta (Navarra), junio 2018: pp. 207-211.
Miguel Ibáñez Artica
Miembro de ANE (Asociación Española de
Numismática) y SIAEN (Sociedad Iberoamericana de Estudios Numismáticos).
Summary:
Iconographic parallels between funeral
steles and medieval or modern "plomos" or "mereaux".
The
relationships between the iconography of the funeral steles and the medieval
and modern "mereaux" are analyzed.
Résumé:
Paralélismes
iconographiques entre stèles funéraires et "plomos" ou
"mereaux" médiévaux ou modernes.
Les relations existantes entre
l'iconographie des stèles funéraires et les "mereaux" médiévaux et
modernes sont analysées.
En
algunas publicaciones se ha llegado a comentar de forma sucinta los
paralelismos existentes entre algunas representaciones que figuran en las
estelas funerarias del País Vasco y ciertos motivos que aparecen en las
monedas, especialmente en las de la Edad Antigua (Barbé, 1984; VVAA, 2004 pp.
54 y 55). También encontramos referencias acerca de los paralelismos existentes
entre la iconografía que presentan las estelas y la numismática en Nony, 1984,
y alguna reflexión más concreta sobre este tema en Ucla (1983), quien considera
además de la iconografía monetal, la que aparece en la sigilografía, así como
en jetones y “mereaux”(1). Resulta comprensible que algunos
elementos cruciformes que constituyen el símbolo de identidad en algunas
regiones figuren en las monedas y en las estelas funerarias, como es el caso de
la cruz occitana “de doce perlas” en el Languedoc (Fig. 1).
Figura
1.-
Representaciones de la cruz occitana en monedas y estelas funerarias.
a: Estelas de St. Michel de Lanes
Languedoc-Rosellón, departamento de Aude en el distrito de Carcasona y cantón
de Salles-sur-l'Hers (SML01 y SML02); b: Dinero de Raimundo VII de Tolosa
(1222), Languedoc, Marquesado de Provenza.
Durante
las Edades Media y Moderna, además de las monedas de oro, plata y cobre
emitidas por los diferentes estados europeos, circularon otro tipo de objetos
monetiformes fabricados principalmente con metales de bajo punto de fusión,
como plomo y estaño, que son denominados “mereaux” en francés(2), y
son conocidos genéricamente como “plomos” en España (Fig. 2).
Si
bien estas pequeñas piezas pudieron servir ocasionalmente como monedas,
especialmente en épocas de penuria monetaria, su finalidad estaría más próxima
a la que en la actualidad tienen los “tikets”,
recibos y fichas de juego. En unos casos podían servir como comprobante
de haber pagado una tasa o impuesto, por ejemplo, por el derecho a cruzar un
puente con mercancías (Fig. 2a); de
haber asistido a un oficio religioso, en este caso el plomo podría
intercambiarse posteriormente por cierta cantidad de alimento en las cocinas
del convento o monasterio; como señal de identificación de pertenecer a un
determinado gremio o cofradía de artesanos (albañiles, panaderos, peleteros,
herreros, zapateros..., Figs. 2b-i),
en este caso el “mereau” permitía asistir a las reuniones de dicha cofradía,
etc... (3).
Figura
2.-
Diferentes tipos de “mereaux” medievales y modernos.
Aparte
de esta primera divergencia en cuanto al uso y utilización de monedas y
“mereaux”, una segunda diferencia se refiere a las técnicas empleadas en su
fabricación (Figura 3). Mientras las
monedas son acuñadas sobre cospeles (discos planos) de metales nobles como el
oro y la plata, o menos nobles como el cobre y sus aleaciones, los plomos o
“mereaux” son fabricados por fusión de metales pobres como el plomo o estaño en
moldes, generalmente tallados en piedra o arcilla, técnica mucho más sencilla
que requiere de menos instrumentos y especialización que la de la acuñación.
Figura
3.- Técnicas
de fabricación, a la izquierda de monedas, con los instrumentos utilizados para
su acuñación, y a la derecha “mereaux” o plomos, y moldes tallados en piedra
utilizados para su elaboración.
Finalmente
una tercera diferencia es la que se refiere al carácter “popular” de los
“mereaux”, frente al carácter “oficial” o institucional de las monedas.
Mientras éstas son emitidas por las autoridades (reyes, nobles...) y elaboradas
por especialistas cualificados (monederos, abridores de cuños...), los plomos y
“mereaux” son fabricados por y para el pueblo por artesanos locales.
En
la portada del libro de Forgeais, dedicado a los hallazgos de plomos en los
dragados del Sena a su paso por París, así como en título de la obra dedicada a
jetones y mereaux de Labrot, figura el término “popular” (“Numismática
popular”, “Historia económica y popular”) en contraposición a la oficialidad de
la moneda (Fig.4).
Figura
4.- Portadas de los libros de Forgeais (1866)
y Labrot (1989).
Al
establecer comparaciones entre las iconografías que aparecen en las estelas
discoideas y en plomos o “mereaux” medievales y modernos, tenemos que tener en
cuenta en primer lugar una serie de elementos comunes, que son en buena medida
responsables de ciertas similitudes. En primer lugar la geometría de las piezas
es similar, en ambos casos se trabaja sobre una superficie circular acotada por
una círcunferencia, en segundo lugar el diseño de los motivos es ejecutado por
artesanos locales, y por último, en occidente durante las edades Media y
Contemporánea, el espíritu religioso cristiano está profundamente arraigado en
todas las clases de la sociedad y por este motivo, tanto en los plomos como en
las estelas funerarias, la cruz será uno de los elementos más representados.
Con respecto a otros elementos geométricos (por ejemplo estrellas, flores,
radios...), predomina la simetría radial sobre la bilateral.
La
denominada “cruz astralizada” o cruz rodeada de orla angulosa, que aparece en
los “mereaux”, tiene sus orígenes en las monedas medievales. Durante los siglos
XIII y XIV las principales monedas francesas (imitadas en otros reinos como
Navarra) fueron los dineros y gruesos torneses, así denominados por presentar
en el reverso un esquemático castillo (derivado de las acuñaciones carolingias)
y en el anverso una cruz rodeada de leyenda (Figs. 5a, b), que son imitados en los jetones y “mereaux”,
conservando las leyendas degeneradas (Fig.
5f) o transformadas (Fig. 5d), si
bien lo normal es que estas leyendas sean remplazadas por una orla en zig-zag (Figs. 5c, g, h, i, j, k, l) de
características muy similares a las que encontramos en las estelas (Fig. 511, 13, 14).
Encontramos incluso un plomo hallado en el nordeste de España (aunque la
procedencia exacta es desconocida), con un diámetro de 20,7 mm y un peso de
3,61 g., publicado por Crusafont et al.,
en 1996 (nº 77, p.119) que presenta en una cara la “cruz astralizada” y en la
otra la estrella de cinco puntas con bolitas en los espacios, representación
muy similar a la que podemos ver en varias estelas funerarias aezkoanas (Figs. 5l y 511). No es éste
el único caso donde encontramos la misma imagen en un “mereau” y una estela,
por ejemplo, una estela de Iparralde cuya foto se publica en Hil Harriak (2004,
p. 63) y que presenta una estrella de seis puntas con una cruz inscrita (Fig. 5m), la podemos encontrar en un
“mereau” francés de origen desconocido (Fig.
5n).
Si
se trata de una mera coincidencia o existe alguna relación causal entre la
iconografía de estos “plomos” y la que presentan las estelas, es algo que por
el momento, y ante la carencia de datos, no podemos establecer. Pero sugiere
una interesante línea de investigación(2).
Figura
5.- Monedas, “mereaux” y estelas discoideas.
a
y b: Dinero y grueso tornés (s. XIII-XIV); c-h: “mereaux” que imitan los
dineros y gruesos toneses; i-k: representaciones de la “cruz astralizada” en
“mereaux” franceses; l: “mereau” del nordeste de España con “cruz astralizada”
y estrella de cinco puntas; m: estela francesa con estrella de seis puntas y
cruz inscrita; n: “mereau” francés con la misma representación; 11, 13 y 14:
estelas de Abaurrea Alta (Navarra) con “cruz astralizada”.
En
una primera aproximación, que dista mucho de ser exhaustiva, podemos comparar
alguna de las imágenes representadas en los ejemplares del Museo de Estelas de
Abaurrea Alta (Navarra), con las que aparecen en algunos “mereaux”. Por ejemplo
y con referencia al personaje sentado que aparece en la estela nº 1,
encontramos algunos “mereaux” con personajes sentados y que van desde Dios
Padre (Fig. 6e), hasta la figura de
un obispo o abad (Fig. 6a), pasando
por la de varios papas y santos (Figs.
6b, c y d).
Figura
6.- “Mereaux”
con personajes sentados, similares a los que aparecen en la estela nº 1 del
Museo de Abaurrea Alta (Navarra). a: “Mereau” de peregrino en estaño (s. XIII);
b: “Mereau” de Vienne (Delfinado) con la imagen de San Pedro; c: “Mereau” de
1544 de la cofradía de comerciantes de Amberes representando a San Nicolás; d:
“Mereau” de bronce de 1519 representando al Papa San Silvestre; e: “Mereau”
para pan de la iglesia de San Salvador de Brujas (s. XVI).
También
encontramos estos paralelismos en las representaciones de flores penta y
hexapétalas (Fig. 7a, b, 11),
leyendas IHS (Figs. 7b, c, 30),
estrellas de 5 y 6 puntas (Figs. 7d, e, 23,
26), y radios (Figs. 7f, 24),
etc...
Figura
7.- a:
“Mereau” francés con flor de 5 pétalos; 20 y 21: Estelas con flores de 6
pétalos del Museo de Abaurrea Alta; b: moneda de oro alemana de 1616 con
iniciales IHS; c: jetón de bronce con iniciales góticas IHS; 30: estela de
Abaurrea Alta; d, e: “mereaux” con estrella de seis puntas; 23, 16: estelas de
Abaurrea Alta con estrellas de cinco puntas; f: jetón francés con radios; 24:
estela del museo de Abaurrea Alta.
A
la hora de establecer afinidades y/o relaciones entre la iconografía de las
estelas y plomos o “mereaux”, sería preciso disponer de una información
detallada sobre la procedencia geográfica de ambos elementos. Mientras que
estos datos existen en numerosas estelas, que en algunos casos, como las del
Museo de Abaurrea Alta se encuentran en sus lugares de origen, en el caso de
los “mereaux” no disponemos de esta información. Tradicionalmente estas piezas
han pasado desapercibidas para el mundo de la numismática, y tal como ocurre
también en las monedas que aparecen en convenciones y subastas numismáticas,
donde no se conoce la procedencia de casi ninguna de las piezas puestas a la
venta, los jetones y “mereaux” no suelen figurar en dichos eventos, y los que
ocasionalmente pueden encontrarse en los mercadillos locales que se celebran en
algunas ciudades o en plataformas de
subastas internacionales (Ebay Francia/Inglaterra, Delcampe, Todocolección...),
así como los escasos ejemplares que figuran en las colecciones de los museos,
carecen de procedencia.
Notas:
(1)
La referencia a los “mereaux” en este trabajo se limita a: “MEREAUX: ils
servaient essentiellement de jetons de présence, pouvaient donner droit à
certaines distributions, permettaient (comme des tickets) d'assister à une
réunion, etc.
On relève sur ces méreaux les mêmes croix
grecques, croix bifurquées à douze pointes, les bordures, les rosaces à 6
branches, etc, que sur les stèles.
Il est probable qu'une étude approfondie de
toutes ces pièces et de leur décor, venu souvent du fond de l'antiquité,
pourrait faciliter la compréhension et la datation des stèles discoïdales sur
lesquelles nous les retrouvons et, souvent issues des mêmes localités” (Ucla, 1983, p. 78).
(2)
La palabra “mereau” podría derivar del término latino “merare”= distribuir (Labrot, 1989, p. 13).
(3)
En los “mereaux” de cofradías, se representan los instrumentos utilizados en
los diferentes oficios de forma muy similar a como aparecen representados en
algunas estelas.
Bibliografía:
Barbé, L., 1984.
Aux origines de l’Art des Basques: pp.
85-105. En: Hil Harriak, Bayona, 386
pp.
Crusafont, M., J. Labrot & B. Moll,
1996.
Plomos
y jetones medievales de la Península Ibérica, ANE-MCM, Barcelona: 174 pp.
Forgeais, A., 1866.
Collection
de plombs historiques trouvés dans la Seine. Cinquième série. Numismatique
populaire. Paris: 255 pp.
Ibáñez, M., 2017.
Jetones
Medievales para uso de personajes de la Casa Real de Navarra y servicios de la
administración del reino. Sos del Rey Católico, diciembre 2017. ISBN
978-84-697-8658-1: 195 pp.
Labrot, J., 1989.
Une histoire économique et populaire du Moyen Age: Les
jetons et méreaux. Ed. Errance, Paris: 236 pp.
Nony, G., 1984.
Numismatique et stèles discoïdales
basques: pp. 81-83. En: Hil Harriak,
Bayona, 386 pp.
Ucla, P., 1983.
Contribution a l’étude des stèles discoïdales
du Languedoc. Archéologie du Midi Médiéval
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VVAA, 2004.
Hil
Harriak. Les Stèles Discoïdales et l’art funéraire basque. Bayona: 187
pp.
Actas
de las jornadas HilarriCon