La “Exonumia”:
otra forma de coleccionismo numismático. Artículo
publicado en: Eco Filatélico y Numismático 74(1274)
(Junio 2018): pp. 48-51.
Miguel Ibáñez Artica
El término “exonumia”
fue creado en 1960 por el numismático norteamericano Russell Rulau (1926-2012),
bajo esta palabra se agrupan toda una serie de objetos con aspecto monetiforme,
pero que no son verdaderas monedas
“sensu stricto”.
Mientras la función económica de la moneda
convencional es algo concreto y estandarizado, los objetos monetiformes, que en
castellano denominamos genéricamente “fichas”, pueden presentar muy diversas
funciones y usos. En algunos casos han servido como auténticas monedas en
tiempos de escasez de numerario (Figura 1),
como las denominadas “monedas de necesidad”, o bien han sido utilizadas a
escala local por empresas, haciendas o cooperativas. En estos casos presentan
una gran similitud funcional con las auténticas monedas, si bien la autoridad
emisora no es el propiamente el estado, sino otro organismo subordinado como un
municipio, la cámara de comercio regional, una empresa, una cooperativa de
trabajadores, o bien se han fabricado para circular como moneda dentro de un
recinto cerrado como una prisión, un
cuartel militar o un lazareto. Incluso se llegaron a acuñar estas pseudomonedas
para ser utilizadas dentro de los getos judíos establecidos en Alemania y
territorios ocupados durante la Segunda Guerra Mundial. En ocasiones estas
fichas fueron legitimadas por los gobiernos, es el caso por ejemplo de
Guatemala, donde el 21 de noviembre de 1894 se emitía una ley regularizando las
emisiones de la fichas para las haciendas, hasta que medio siglo más tarde, el
1 de diciembre de 1945 quedó prohibido su uso.
Figura
1.- “Tokens” comerciales
ingleses, utilizados en los siglos XVII y XVIII ante la escasez de moneda de
pequeño valor. Algunos de estos tokens llegaron a zonas distantes a su ciudad
de emisión. Por ejemplo una pieza de la empresa cafetera “Morocco Head” de
Middlesex, similar a la primera figura representada, apareció en las
excavaciones arqueológicas de la iglesia de San Salvador de Guetaria en
Guipúzcoa (ejemplar nº 1646, contexto SSC’96 Ctx. 176 (1462). Fase IV; 18 mm;
1,68 g.).
Otra
función de estos objetos, relacionada indirectamente con la moneda, la
presentan los denominados “jetones”, piezas metálicas de aspecto monetiforme,
utilizadas desde la Edad Media hasta el siglo XVIII para realizar las cuentas
aritméticas sobre una mesa, antes de popularizarse en los cálculos matemáticos
el álgebra y los números arábigos. En la Península Ibérica se utilizaron en el
reino de Navarra por influencia francesa, llegándose a emitir piezas a nombre
de los tesoreros del reino Michelet Desmares y Carcía López de Roncesvalles en
el siglo XV (Figura 2). En tiempos del emperador Carlos V, a
comienzos del s. XVI, estos objetos fueron introducidos en España desde los
Países Bajos, castellanizando su nombre francés en el término “gitón”.
Figura
2.- Algunos “jetones” usados en
la administración contable de Carlos III “el Noble” de Navarra.
Otra función que
pueden presentar estos estos objetos con aspecto de moneda, es el pre-pago de
un servicio. Aquí podemos incluir las fichas telefónicas, de transporte público
como autobuses, metro, etc. (Figura 3a),
o las utilizadas en máquinas recreativas, parques de atracciones, espectáculos
y exhibiciones, etc. En épocas de crisis han proliferado las fichas o jetones
intercambiables por alimentos o comida en instituciones benéficas (Figura 3b). También pueden presentar
otros fines como la propaganda política (Figura
3c), y dentro de este grupo podemos señalar aquellos que sirven para
ridiculizar al adversario, los denominados “jetones satíricos” (Figura 3d), también encontramos fichas
publicitarias o de promoción comercial (Figuras
3e y 3f), y conmemorativas de algún hecho relevante o de felicitación del
nuevo año -en este caso se trataría más bien de pequeñas medallas-, o incluso
los utilizados en burdeles o “brothel tokens” (Figura 3g).
En
diferentes épocas se han utilizado estas “fichas” o “tokens” como pasaporte
para asistir a determinadas reuniones restringidas a determinados grupos de
personas, como por ejemplo gremios profesionales (Figuras 3h y 3i) y confesionales, logias masónicas (Figura 3j) o grupos políticos. También
pueden servir como “recibo” de haber realizado algún pago o tasa, en este grupo
podemos incluir algunos jetones utilizados para poder acceder, previo pago, a
ciudades o cruzar puentes en la Edad Media, o los curiosos “tokens de las
barbas” rusos, que tenían que portar aquellas personas que querían conservar
sus barbas, tras la prohibición de las mismas por parte del zar Pedro I a
comienzos del s. XVIII (Figura 3k).
Figura 3.- Diferentes tipos
de fichas, tokens y jetones.
En
Francia, son muy populares los “jetones turísticos”, muchos de ellos emitidos
por la Casa de la Moneda de París o parques de atracciones, acuarios y
zoológicos. También se han puesto de moda recientemente los denominados
“elongated coins” o monedas alargadas, que uno mismo puede acuñar en máquinas
especiales utilizando como cospel una moneda de cinco céntimos (Figura 4). Esta variante de acuñación
como suvenir, se utilizó por vez primera en la Exposición
Universal de Chicago de 1893, coincidiendo
con la celebración del IV
Centenario del Descubrimiento de América (Figura
5a).
Figura 4.- Diferentes
tipos de prensa manual para acuñar “monedas alargadas”.
Una curiosa variante de monedas
modificadas o transformadas son los denominados “love tokens”, realizados a
partir de monedas de curso legal en las que se inscriben a mano leyendas o
dibujos con motivo de un nacimiento, de un compromiso matrimonial o también
ante una separación forzosa (Figura 5b).
En Estados Unidos son muy populares los “Hobo nickels” realizados a partir de
las monedas de cinco céntimos de dólar que circularon entre 1913 y 1938,
modificando el busto del indio que aparece en los anversos (Figura 5c), o los más curiosos y
transgresores “Potty coins”, que transforman la figura de la libertad de las
monedas de un dólar en una señora haciendo sus necesidades en un orinal (Figura 5d). También encontramos muchas
monedas con contramarcas (las monedas reselladas por el estado, como los cobres
españoles del siglo XVII, son consideradas como auténticas monedas), que van
desde los “chops” utilizados por los banqueros chinos sobre las piezas
españolas de ocho reales, hasta inscripciones de propaganda política o
comercial.
Las fichas
o tokens, además de ser acuñadas en metal, en ocasiones han sido fabricadas con
otros materiales, como por ejemplo las “monedas” de madera
norteamericanas, denominadas “wooden nickels”, que si bien en su origen, durante
la recesión de los años treinta, tuvieron una función económica y monetaria, en
la actualidad desempeñan un papel estrictamente publicitario y propagandístico
(Figura 5e). También en China
encontramos “monedas” y “tokens” de bambú, que comenzaron a producirse a finales del siglo XIX por parte de
algunos bancos y agrupaciones de comerciantes. Tienen forma rectangular y
alargada, a veces con un orificio en su extremo superior. Estas varillas
presentan textos en relieve o dibujados con tinta (Figura 5f), y además de las que han sido utilizadas como monedas
por determinados bancos, otras muchas son en realidad “fichas” o “tokens”,
fabricados por diferentes tipos de comercios (restaurantes, servicios...).
Otro
material utilizado ocasionalmente es la cerámica o porcelana, por ejemplo las colonias chinas establecidas
en Indochina desde mediados del s. XVIII hasta el último cuarto del s. XIX
utilizaron unas curiosas monedas de porcelana, emitidas por los dueños de las
casas de juego (hongs) y por los
comerciantes de Bangkok. Al parecer, en origen fueron fichas, que sustituyeron
a las pequeñas monedas en las casas de juego, frecuentadas por la población
china asentada en Siam, y comenzaron a fabricarse hacia 1760. Al poco tiempo se
extendió su uso como moneda, si bien sólo tenían valor dentro de la
jurisdicción del banquero que las emitía, aunque en ocasiones dos o tres
banqueros se ponían de acuerdo, para que sus respectivas piezas pudieran
circular en sus zonas de influencia (Figura
5g). También se emitieron monedas de necesidad de cerámica en Alemania tras
la Primera Guerra Mundial (Figura 5h).
Una variante muy específica de
estos objetos de apariencia monetiforme son los “calendarios moneda”, emitidos
fundamentalmente en Gran Bretaña desde mediados del s.XVII (Figura 5i).
Figura 5.- Diferentes
tipos de fichas, tokens y jetones.
Otra
categoría importante dentro de estos objetos con aspecto de monedas son las
fichas de juego. Probablemente ya en la Edad Media, los jetones utilizados para
la contabilidad sirvieron ocasionalmente para este menester, pero es a partir
del siglo XVIII cuando, tras el abandono de las fichas contables, al
popularizarse el uso del álgebra, los fabricantes de jetones, como los
asentados en la ciudad alemana de Nuremberg, sustituyeron las piezas fabricadas
por otras cuyo destino era el de servir como fichas de juego, si bien al
presentar en una primera fase una tipología similar, resulta a veces difícil precisar la función real que tuvieron
estas piezas. Así entramos en el siglo diecinueve donde se emiten fichas o
jetones, que por sus motivos no dejan la menor duda de su finalidad, siendo muy
explícitos a este respecto los emitidos en la Inglaterra Victoriana, así como
los utilizados en casinos y casas de juego (Figura
6). En algunos casos estas fichas o tokens podrían considerarse también
dentro del campo de la medallística, lo mismo que ocurre con algunas monedas
conmemorativas o de colección emitidas actualmente en muchos países (incluido
España).
Figura 6.- Fichas de
juego.
Sin
agotar la temática (quedarían por comentar, los “irradiated dime” encapsulados
americanos, los eróticos de fantasía, los “tokens de comunión” británicos, los
sellos adheridos a fichas de metal o cartón, los “mereaux” religiosos y las
“pellofas”, las fichas del mercado del Borne de Barcelona, los plomos
monetiformes, que van desde los utilizados en las minas desde la Edad Antigua,
hasta los “boy bishop”, las tesseras de la antigüedad…), como podemos ver el
mundo de la “exonumia” constituye un complejo universo que presenta
innumerables opciones al coleccionismo numismático, en muchos casos a unos
precios muy asequibles y aunque en Europa los estudios referidos a estas
“fichas”, “jetones” o “tokens”, son relativamente escasos en relación con las
publicaciones dedicadas a la numismática convencional (monedas y circulación monetaria
en las Edades Antigua, Media, Moderna y Contemporánea), en América y Oceanía
constituyen una importante rama de la investigación numismática, contando con
numerosas asociaciones y publicaciones especializadas en el tema.
Al
igual que las monedas, e incluso a veces de forma mucho más explícita, estas
fichas, tokens o jetones nos transmiten una historia, unas veces dramática e
incluso trágica (fichas de las haciendas sudamericanas del s. XIX a comienzos
del XX, tokens de los getos judíos en territorio ocupado por los alemanes
durante la II Guerra Mundial...), a veces lúdica y divertida (fichas de juego
de casino o de burdel, tokens satíricos...), y en cualquiera de los casos, son
elementos dignos de ser conservados y coleccionados.